El dueño del animal logró capturarlo atrayéndolo con pienso en una finca
22 feb 2024 . Actualizado a las 09:10 h.Una vaca se paseó, literalmente, por el rural de Sanxenxo este miércoles por la mañana, mientras su dueño, vecinos y la Policía Local se esforzaron por localizarla y devolverla a la finca que le sirve de hogar en la parroquia de Noalla. El periplo del animal llamó la atención de los conductores y vecinos que se lo encontraban en las aldeas y por el medio de las fincas porque no es que sea común, en la actualidad, ver una vaca en Sanxenxo y menos aún moviéndose con total libertad de un lado para otro. Afortunadamente no causó ningún accidente y una vez localizada se dejó atrapar con facilidad, eso sí, después de que su dueño la tentase con pienso y la vaca, golosa, no se pudo resistir y permitió que la cogiesen.
Esta curiosa anécdota comenzó en el lugar de Soutullo, en la zona rural de Noalla. El dueño compró esta vaca hacía apenas dos días, pero el animal debía tener curiosidad por la exploración de su nuevo entorno y a primera hora de la mañana evadió el vallado de la parcela y se internó en una zona boscosa aprovechando pistas asfaltadas para moverse. En ningún momento llegó hasta la vía rápida ni tampoco bajó hasta la carretera de las playas.
A las 7.20 horas se recibieron los primeros avisos en la Policía Local de que había una vaca ambulante por el rural, de varios vecinos que la vieron subiendo desde Soutullo hacia Monte Faro. Una patrulla se desplazó hasta el lugar, pero cuando llegó el vehículo la «excursionista» ya se había ido a otro sitio.
Soutullo, Adina y Arra
Era la hora de las entradas a los colegios y, visto que la vaca no causaba problemas al tráfico ni un comportamiento violento, los agentes se fueron a atender el tráfico en los centros escolares.
La protagonista de esta historia, ajena totalmente al revuelo que estaba montando a su alrededor, siguió su ruta hasta el lugar de A Torre, en la parroquia de Adina, pero debía tener ganas de conocer el rural, porque continuó su aventura hasta el entorno de Arra.
«Antes de chegar a Arra, meteuse polos campos porque había herba», relata un vecino. Dos personas con experiencia en el trato de ganado vacuno se acercaron hasta donde estaba y la intentaron sujetar, pero ella, desconfiada, no se dejaba coger.
Informado el dueño de dónde estaba, se personó en Arra y logró con relativa facilidad capturarla, aprovechando la gula de la vaca, al ofrecerle puñados de pienso. «Levoulle pienso nun capacho e xa se acercou, atárona a un poste e logo a levaron nun camión». Eran en torno a las diez de la mañana y la peculiar «excursión» siguió una ruta de unos seis kilómetros, convirtiéndose en el comentario de los corrillos de los vecinos en la zona.