En Lalín perfeccionan su aprendizaje en el manejo y cuidado de las vacas
29 jul 2024 . Actualizado a las 22:02 h.Mientras la mayoría de sus amigos disfrutan de la piscina, la playa, los videojuegos y su tiempo de ocio, cerca de una treintena de chicos y chicas de entre 9 y 23 años prefirieron los petos vaqueros, las botas de goma y los monos de trabajo para pasar el día entre las vacas al bañador y la sombrilla. Lalín se convirtió de nuevo desde ayer en escenario de la cuarta edición de la Escuela de iniciación de Futur@s Ganader@s que se desarrolla en la Finca de Mouriscade en Lalín. Patrocinada por CLUN y organizada por el Club de Xóvenes Gandeiros y Fefriga, abrió sus puertas con la recepción de familiares y acompañantes de los cerca de una treintena de futuros ganaderos procedentes de las principales comarcas ganaderas gallegas.
Por la tarde tocó ya lucirse con las vacas, lavarlas, hacerles las camas y darles de comer. «O primeiro día é criminal porque lle hai que quitar a bravura, pero logo en dous días xa están como malvas» comenta Avelino Souto, uno de los encargados de las enseñanzas a estos jóvenes junto con otros jóvenes ganaderos con sobrada experiencia como son María Manteiga, Óscar Castro, Ismael García y Cristina Carro.
Mayores y pequeños tuvieron que vérselas con becerras encabritadas que no llevaron muy bien salir del establo para darse un baño. A golpe de cepillo, manguerazo y jabón, cada equipo tuvo asignado un animal al que asear con pericia poniendo en práctica, en el caso de los menos avezados, las enseñanzas teóricas que les trasladaron por la mañana. Menos tres que participan en la escuela por primera vez, el resto ya estuvo en alguna de las ediciones celebradas con anterioridad. Algunos coincidieron y estos días volverán a vivir una experiencia de aprendizaje en la que reina la camaradería. Solo hace falta echar un vistazo para ver que los mayores están pendientes en todo momento de sus compañeros y unos y otros acuden raudos todos a una en cuanto ven que uno tiene problema con un animal.
Avelino Souto cree que todos ellos «teñen madeira de gandeiros». Para ello, cuenta, «só fai falta velos entrar o establo e xa te das conta do que esta acostumado a andar coas vacas e o que ten gando na casa. Por como se agarran a elas, xa se sabe». Y aquí, el examen lo pasan todos. Estos futuros ganaderos tienen claro que su futuro pasa por dedicarse a la ganadería, lo que no quita que antes quieran hacer carrera en la Universidad para prepararse. La mayoría se decanta por la veterinaria y la ingeniería agrónoma. Quien ya cursa veterinaria es Alba López, de 23 años, y de O Páramo y la mayor del grupo. Lo suyo será «ser veterinaria no campo», un servicio necesario y que escasea porque «o 80 ou 90 % da xente que fai veterinaria o fai para atender mascotas ou animais exóticos. Quen o diría en Galicia», alega. Ella prefiere con mucha diferencia el ganado a los perros y los gatos y defiende el lujo de poder trabajar en el rural, al aire libre y en el lugar donde se crio. Ella se ocupará de las vacas y su hermana, que estudia Industrias Alimentarias, de la quesería familiar.
Iker Rivera es de Paradela, cerca de Sarria, y vive en Lugo. Sus padres no tienen ganado, pero sí sus abuelos «que tiveron vacas rubias». Allí nació la vocación de ganadero de este chaval de 12 años que ya pasó por la escuela asturiana de Luces y que ahora continúa su aprendizaje en Lalín. Sus padres, cuenta, «dinme que siga adiante». Quiere ser ingeniero agrónomo y además de las vacas le gusta la mecánica. José Ferradás Fuentes de 9 años y de Maceira (Lalín) es el benjamín. Confiesa que «meu pai quere que sexa avogado, pero onde vou eu aí, ¡eu quero ser gandeiro!». El otro lalinense es Felipe Méijome Rozas, de Bermés, tiene 10 años y quiere ser veterinario.
El alcalde de Lalín, José Crespo, departió con los alumnos destacando la importancia de estas escuelas para el relevo generacional en el rural. Muchos quieren seguir profesionalizando las explotaciones de sus familias.
Clases intensivas para media docena que prepara el Europeo de Bélgica
Xabi Montes, de Rodeiro; Andrea y María Otero de A Pastoriza; Alba López de O Páramo y Simón Blanco de Val do Dubra tienen sobrada experiencia en concursos y muchos galardones. Desde hoy recibirán clases extras del profesor belga Kim Serrabassa para el Campeonato Europeo de Frisona que se celebra en Bélgica y en el que tendrán que demostrar su destreza en el manejo y cuidado de las vacas. Aseguran que lo darán todo en una competición en la que participan 20 países. En la escuela de Lalín a todos les esperan jornadas intensas desde las 7.00 a las 22.00 horas. La faena en los establos empezó buscando a Dinamita, Moda, Maravilla, Wanda y otras terneras asignadas a cada equipo que luego tuvieron que preparar, alimentar y asear a conciencia.