Récord de precios, sangre nueva y tradición en la Feira do Capón de Vilalba: «Teño 91 anos e vou seguir vindo»
GANADERÍA
Compradores de Madrid, Andalucía o Asturias se acercaron al municipio chairego para hacerse con uno de los 1.128 ejemplares, que llevaban hasta un año reservados y rozaron los 200 euros
28 dic 2024 . Actualizado a las 21:07 h.La Navidad arrancó oficialmente este sábado con la Feira do Capón de Vilalba, una de las citas más veteranas y asentadas de toda la provincia, en la que se reunieron 33 criadores que cebaron 1.128 ejemplares. Los precios demostraron una vez más el interés por el producto, que oscilaba entre los 90 y los 200 euros. «O proceso de cría esixe moito traballo día a día e iso é o segredo, é un orgullo porque vai de xeración en xeración», comentaba Oliva Souto. La de Goiriz es una criadora más que acreditaba en el municipio y se hizo este año con el premio al Mellor Par y al Maior Número.
La mayoría ya estaban vendidos para compradores de Madrid o Asturias. «Temos de todos os lados. Vilalba é coñecida polo capón, xa o din os clientes». Así lo demostraba el testimonio de Mireya Domingo, Francisco Rodríguez y Enrique Corral, que venían, a propósito, desde Madrid, A Coruña y Córdoba para recoger los cinco capones que reservaron hace un año y que servirán en Nochebuena. «Mantenemos esta tradición en la familia desde hace 30 años y nos encanta. La feria es preciosa y son pollos naturales, así que no nos la perdemos».
Otro de los vendedores que no se pierde la tradición es Jesús Domínguez, de la parroquia de Oleiros. Este vilalbés lleva más de media vida criando y vendiendo en la Praza da Constitución, pero no quiere hablar de jubilación. «Teño 91 anos e gústame moito vir porque sempre te atopas con xente, aínda que moitos dos que me compraban foron morrendo e traio menos. Eu empecei con catro e cheguei a traer 110, recordo que todos os anos un de Madrid levábame 50», cuenta.
Proceso tradicional
La crianza de este manjar navideño es un proceso delicado que se remonta décadas atrás. Las aves pasan meses al aire libre, picoteando por el exterior, hasta que llega el momento de recluirlas en las capoeiras y completar así el engorde antes del sacrificio del animal. «Ata que se encerran nas capoeiras polo mes de novembro, pastan por fóra e completamos esa alimentación con cereais e despois xa lles damos trigo, pataca cocida e millo», relata Lucía Freire.
La de Santaballa lleva seis años asistiendo, aunque el oficio le corre por las venas y aprendió mano a mano con su madre y su abuela. Los que querían hacerse con uno de sus capones debían darse prisa, pues a las once de la mañana tan solo le quedaban seis. María José Castro era una de las se estrenaba, con ocho ejemplares, y lo hizo por la puerta grande, pues logró uno de los reconocimientos a Nova Criadora, junto con Graduín Lamelas SC y Cristina Montouto, y el de Mellor Cesta. «A verdade é que foi chegar e encher», afirmaba la de Oleiros, que ahora vive en San Xurxo de Rioaveso.
Nuevos vendedores
Conocía el proceso, pero esta suponía su primera vez como vendedora. «Como non tiña os meus clientes fixos, encontrei os compradores por Internet e tamén xente das parroquias do lado que me coñecía e confiou en min, así que estou moi agradecida». Unos clientes que precisamente la animaban a volver. «Moita saúde para criar, María José», se despedía uno. Manuel Senra también inauguraba su recorrido por la feria. «Temos unha granxa de Galiña de Mos artesanal de autoconsumo e vendemos os excedentes para mitigar os custes, así que decidimos criar capón para ver como nos vai».
La experiencia no defraudó, pues a poco de marcar el reloj las 11.00 horas, a Manuel, vecino de Damil, en Begonte, solo le quedaban tres sin vender. «Dende logo foi un éxito, así que volveremos». Antes de la entrega de premios, que también reconocieron a María Carmen Barro como Mellor Criadora, la alcaldesa, Marta Rouco, quiso destacar cómo el producto por excelencia de la capital chairega lleva el nombre de la localidad fuera de sus fronteras. «Creo que todos os vilalbeses e vilalbasesas somos conscientes de que o capón é o noso embaixador, xunto co Queixo de San Simón e o roscón, e que leva o noso nome máis alá de Vilalba».
La regidora aseguró que van a continuar luchando para que el evento, que se celebraba por primera vez tras la concesión por parte del Consello Provincial de Turismo del premio Lugo Cambia, sea un referente de calidad. «Seguimos traballando para conquerir a distintición de Interese Turístico de Galicia e quero trasladar que o imos conseguir». La feria incluyó una degustación gratuita y demostró de nuevo un gran poder de convocatoria debido al arraigo y al valor cultural de una cita que sigue más viva que nunca.