Los apoyos animan a la familia de Quintá a seguir con la ganadería

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

GANADERÍA

Miguel Souto

Concello y cooperativa activaron una campaña de ayuda abriendo una cuenta

22 may 2025 . Actualizado a las 16:59 h.

Cándido Pardo Vence, el ganadero de Quintá en Rodeiro que el pasado domingo se quedó prácticamente sin vacas después de que un rayo fulminara a 22 reses y dejara afectadas a tres más, decidió retomar la actividad de su explotación. Ayer se sentía ya más animado y contaba que «xa ando mirando unhas vacas». No fue una decisión fácil, a sus 62 años, y después del terrible golpe, lo primero que pensó fue en dejarlo todo y «traballar ao xornal». Le quedan aún unos años para jubilarse, y algunos más a su mujer Julia Meijome, de 58. Ambos llevaban esta explotación modelo que era toda su vida.

Para los dos, el trabajo atendiendo las vacas y gestionando esta ganadería de pastoreo y producción lechera es lo que hicieron toda la vida. Al final llegaron a la conclusión de que «a nosa idade, cambiar agora de sistema non é fácil», apuntaba ayer Cándido Pardo.

Tanto al alcalde de Rodeiro, José Luis Camiñas, como al presidente de la cooperativa de O Rodo, Jesús Montes, les costó que Cándido aceptase que lo ayudaran porque era bastante reacio. Y es que no es fácil verse en esa tesitura después de tantos años de trabajo y dedicación.

Ayer, una vez que obtuvieron su consentimiento, el Concello de Rodeiro, en colaboración con la cooperativa O Rodo, abrió una cuenta bancaria en solidaridad con estos vecinos de Quintá, en la parroquia de Santa Mariña de Asperelo, para echarles una mano que puedan poner en marcha de nuevo la explotación, que contaba con cerca de una treintena de vacas. El número de cuenta, de Abanca, activado es: ES55 2080 0507 7131 1000 0063. A través de él se recogerán las donaciones de aquellos que quieran aportar su granito de arena para ayudar a la familia.

En la cooperativa continúan recibiendo llamadas tanto de particulares como de empresas ofreciendo ayuda. Jesús Montes explicaba ayer que «chamaron de fábricas do leite, empresas e provedores de todo tipo, de recollida de leite, tratantes, gandeiros de outras zonas de Galicia dicindo que o mellor cartos non poden pero si que lle cederían algún animal».

A ellos se suman particulares y personas tanto de la zona como de fuera de ella o incluso de fuera de Galicia a los que la historia de esta familia les conmovió y que, en algún caso, no tienen ninguna relación ni con el sector ni con la zona.

Son gestos bonitos que están ayudando a la familia a sobrellevar el terrible golpe tras ver como en un segundo se quedaron sin unos animales que además de su medio de vida eran unos miembros más de la casa y a cuya crianza llevan dedicada toda su vida laboral. Ahora, una vez la familia pueda ir contando de nuevo con ganado, les queda por delante un duro trabajo para conseguir que los animales se vayan adaptando a su nueva casa, a los caminos y los prados. Una labor que, apuntaba, Montes, «non é nada fácil e lle quedan por diante moitos meses de traballo».

Las tormentas del pasado domingo dejaron un reguero de incidencias en la zona

Las tormentas del pasado domingo se dejaron sentir especialmente en Rodeiro, pero también en alguna parroquia de Lalín, próxima a este municipio. Estos días las compañías de seguros de la zona están tramitando una serie de partes por incidencias, en su mayoría, derivadas de las tormentas. María Fuentes, de Segurlamas, en Lalín, explicaba que la mayoría de los siniestros tuvieron que ver con daños eléctricos. Estos se produjeron, sobre todo, en granjas y establos.

Afectaron, explica, a cuadros eléctricos de explotaciones ganaderas de todo tipo, entre ellas avícolas, de porcino y también a salas de ordeño de vacuno. Las incidencias de este tipo que están atendiendo en esta oficina correspondían, apunta, a clientes de la zona de Rodeiro y de parroquias como la de Maceira, en Lalín.

No son los únicos, en Rodeiro, Pablo Castro de Mapfre, también confirmaba los numerosos daños que dejó la tormenta y que tradujeron en todo tipo de incidencias. En Rodeiro, los vecinos están acostumbrados a frecuentes problemas de electricidad con cortes y microcortes a menudo Es un problema histórico. En las explotaciones, apunta Castro Currás, «queixanse moito do sistema da rede pública de abastecemento que non se sabe si é porque é débil, por onde está situado o tema ou por tema atmosférico, o descoñezo». El domingo lo pasó trabajando a causa de los numerosos incidentes. Hubo algún problema en el matadero de conejos, una incidencia en una cubierta de una casa. El Rodeiro el aparato eléctrico de las tormentas fue, apunta, «foi unha maneira de tronar que non a había visto moitas veces»,

Palabras de aliento y mucho ánimo desde el País Vasco

Ayer Pilar, una enfermera jubilada del País Vasco, de padres labradores, cuya familia sufrió hace años el incendio de su casa y recibió, contaba ella, mucha ayuda de los vecinos, pudo hablar con Cándido tras ponerse en contacto con Montes a través de esta Redacción. Pilar quería hablar directamente con este ganadero para trasladarle «que no está solo, que estamos con ellos y les vamos a ayudar en lo que podamos». Cándido agradecía las palabras de aliento de Pilar y esta se comprometía a llamarlo de nuevo en un par de meses para saber cómo les iban las cosas.