«Con esta calor cada vaca ten que beber o dobre de augua, lévolles cisternas cada dous días»
GANADERÍA

El lunes, José Ángel Prieto, un ganadero del concello ourensano de Vilardevós, dejó todo preparado para que sus vacas estuvieran hidratadas antes de llevar cuatro animales a la feria de Deza: «Agardei para levalos esta feira porque os ían pagar ben porque son os animais que saen para as fetas do 15 de agosto»
06 ago 2025 . Actualizado a las 08:29 h.Hace ya unos años que José Ángel Prieto convierte las fincas distribuidas en cinco pueblos diferentes de la montaña ourensana en las que reparte por grupos su rebaño de vacas en una especie de tablero de ajedrez. Sobre ellas va moviendo las cisternas con las que lleva el agua para mantener hidratadas a sus vacas. Son su vida. Al igual que lo fueron para sus padres, a los que hace una década cogió el relevo en su explotación de vienesas. Ahora tiene vienesas y cruzadas de limousine, rubia.... Anteayer, antes de llevar cuatro de sus animales a la subasta de la Central Agropecuaria de Abanca, tuvo que dejar todo preparado para que a sus vacas no les faltara el agua: «Cada dous días lévolles unha a cada grupo para que teñen auga fresca», dice este ganadero de Bustelo, en el concello ourensano de Vilardevós, en el límite entre Portugal, Verín, Catrelo do Val y Riós.
Ayer regresó contento de la feria, un mercado en el que el precio medio de los animales de Ternera Gallega Suprema superó los 1.600 euros, mucho más de lo alcanzado por los de la IXP Vaca e Boi de Galicia: «Estiven agardando por esta feira para levalos porque sabía que ía a haber demanda porque estés son os animais que se van matar para as festas do 15 de agosto», explica. Los precios que están alcanzando los terneros en los últimos meses serían los que deberían mantenerse para que el trabajo de ganaderos como José Ángel compense. «Quen traballa 18 horas ao día. Onte [por el lunes] marchei para Deza e dormín tres horas para chegar ao mercado e despois tiven que volver. Antes xa tiven que deixar todo preparado para hoxe. De ter unha persona que me axudara pois xa sabía que as vacas quedaban atendidas, pero desta maneira....», cuenta. El problema es que, como pasa en muchas granjas, «non atopas man de obra que che axude, nin nas granxas, nin hai carniceiros....».
Es él, por eso, el que tiene que llevar los animales a la feria y también distribuir las cisternas que dan la vida a sus vacas. Esa, la de llevar agua, es una labor que repite cada verano, pero los más de 36 grados de temperatura alcanzados ayer en esta zona y que parece que continuarán al menos hoy y mañana «está complicando todo moito máis».
Cuenta que con temperaturas de entre 25 y 26 grados centígrados una vaca consume al día entre 40 y 45 litros de agua al día, pero como explica, «con esta calor precisa cada unha entre 80 e cen litros». Agua y sombra. Es la única forma que tiene el ganado de soportar el calor. El problema es que en esta parte del interior ourensano los recursos hídricos son limitados. Sobre todo en un verano como este en el que el déficit hídrico se nota en el suelo, la hierba.... «Está todo amarillo, parece un deserto, somos dunha zona seca e iso nótase». José Ángel llena las cisternas en el depósito que tienen en el pueblo y del pozo particular. De ese modo va tirando.