Científicos gallegos estudian cómo reutilizar el agua en usos agrícolas o ambientales
SOSTENIBILIDAD
Un equipo del campus de Lugo desarrolla un proyecto para reducir consumo mediante el tratamiento en las depuradoras
29 dic 2023 . Actualizado a las 22:41 h.El agua que llega a las depuradoras de villas y de ciudades puede ser usada de nuevo con fines agrícolas y ambientales. Reciclarla y trasladarla de nuevo a lugares desde los que se distribuiría es uno de los ejes básicos de un proyecto en el que científicos gallegos trabajan con personal de instituciones del resto de España, de Francia y de Portugal. Investigadores de la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo (USC) forman parte del equipo.
Javier Cancela, docente del Campus Terra que integra ese equipo, explica que el modelo necesita la construcción de algunas infraestructuras. En primer lugar, de las depuradoras debe salir una conducción que lleve el agua hasta otro lugar. En segundo, es necesario construir otro punto de almacenamiento.
El modelo es válido para cualquier lugar donde funcione una depuradora, lo que abre la posibilidad de poner en práctica este sistema. Cancela incluso explica que en ciudades como Lugo se han dado pasos firmes, aunque sin completarlos definitivamente, en ese sentido. Por un lado, se construyeron, hace años, una depuradora y una potabilizadora nuevas; por otro, el agua ya tratada puede ser llevada a la vieja potabilizadora para ser reutilizada. Esa idea ya estaba presente en la pasada década, al cerrarse las viejas instalaciones, pero aún no se ha concretado esa cuestión.
La idea debería ser tenida en cuenta, sobre todo, en zonas donde la agricultura y la ganadería están presentes, ya que esa agua reutilizada puede emplearse perfectamente en el riego de fincas de cultivo. El docente del campus lucense advierte de que en algunas depuradoras, para un mejor tratamiento, puede ser necesario un segundo proceso de filtrado antes de que el agua vuelva a ser utilizada.
Aunque sin concretar cifras, Cancela sí admite que se trata de actuaciones que requerirían un importante desembolso, pero con una ventaja: el coste se centraría en la construcción, y el mantenimiento no resultaría elevado. Por otro lado, resalta que ese coste se vería compensado por las ventajas ambientales y sociales que conllevaría la medida y por su contribución a la sostenibilidad.
Dos posturas sobre embalses
La propuesta en la que trabaja el Campus Terra ha pasado ya una primera selección, y en otoño deberá estar terminada para aspirar a una convocatoria cuyos fondos provienen de la Unión Europea. Mientras tanto, la falta de lluvias de estas semanas hace resurgir cuestiones como la necesidad de construir algún embalse, lo que genera posturas diferentes.
Concellos cercanos a Lugo, como Outeiro de Rei, se abastecen del Narla, afluente del río Miño. El alcalde, José Pardo (PP), afirma que el caudal por ahora permite un correcto suministro, pero reconoce que el panorama podrá cambiar si el final del verano y el comienzo del otoño son secos. Para el regidor, conviene pensar en la construcción de alguna infraestructura que permita almacenar agua.
Frente a esa idea, a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil no le parece necesario plantear más embalses a corto plazo. El presidente del organismo, José Antonio Quiroga, manifestó en días pasados que lo prioritario era mejorar las redes de distribución. Para un docente como Javier Cancela, tampoco un embalse sería una solución adecuada, tanto por el coste económico como el impacto ambiental. En su opinión, mejorar la gestión del agua con planes que permitan ahorrar y reutilizar, en la línea en la que trabaja actualmente la Escola Politécnica Superior de la ciudad amurallada, son más convenientes.
Este profesor, además, considera poco probable que la obra pudiese llegar a autorizarse, debido a las normas de protección ambiental de la cuenca alta del Miño, declarada Reserva de la Biosfera. De todos modos, la idea no es una novedad, y la construcción de un embalse en el Narla ya era defendida, a principios de siglo, por Francisco Cacharro, presidente de la Diputación de Lugo. El político popular afirmaba que la necesidad de garantizar el suministro a Lugo y a municipios vecinos justificaba la obra.
En marzo del 2003, hasta se llegó a anunciar que Lugo, Outeiro de Rei y Rábade recibirían agua del Narla gracias a un embalse cuya construcción costaría 30 millones de euros y cuya presa estaría en la desembocadura de ese río en el Miño.
