La patronal celebra que, sobre el papel, se le conceda el mismo peso que la aviación
04 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Optimismo y, a la vez, cautela. Así afronta la flota el reciente arranque de las negociaciones entre la UE y el Reino Unido para cerrar el brexit. Cepesca, la patronal del sector pesquero, detalló este martes que el punto en el que se inician los contactos entre ambas partes no puede ser mejor para la defensa de los intereses de las embarcaciones españolas.
Tanto el secretario general de la organización, Javier Garat, como el presidente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao (Agarba) y portavoz de Cepesca en la Alianza Europea de Peca (EUFA), Iván López, celebraron que en el mandato de negociación se le esté dando al sector la importancia que merece y que es mayor de la que reflejan las cifras. Indicaron, por ejemplo, que en el documento se le dedica la misma extensión que al sector de la aviación. Aunque mostraron su confianza en la defensa que hará Michel Barnier, como negociador de la UE, no ocultaron su cautela ante la posibilidad de que, como acabó ocurriendo en ocasiones anteriores, la pesca vuelva a ser usada como «moneda de cambio», pese a que ahora nada indique que vaya a ser así.
Por ello, la patronal ha enviado un mensaje claro al Ejecutivo, al que pide «coherencia y coordinación» y «no contradicción» con la UE, como subrayó Garat, ya que la pesca «es el único sector en el que el Reino Unido tiene la iniciativa». «Es la única actividad que está en sus aguas y que, por así decirlo, nos pueden expropiar», añadió López, para destacar también que esa es la baza que mediáticamente está utilizando el primer ministro británico al asegurar que recuperarán el control de sus aguas territoriales. «Decir que van a echar a los inversores o al dinero no vende, pero decir que echarán a los barcos sí», sostuvo, recordando el reducido peso económico que para España tiene su actividad en aguas británicas, en comparación con el de otros países comunitarios.
El objetivo de la UE -el más beneficioso para ambas partes, según Cepesca- es mantener la situación actual sobre el manejo del caladero, las cuotas y el acceso a las aguas, además del respeto a las inversiones españolas en el Reino Unido y el mercado ininterrumpido en ambos sentidos. «Nuestras prioridades son lo menos sexi del mundo: quedarnos como estamos. Así ganamos todos», aseveró López.
Un acuerdo con el 30 de junio como fecha límite o la posibilidad de solicitar prórroga
Las negociaciones tienen como fecha límite el 30 de junio. En caso de no alcanzar un acuerdo para entonces, la posibilidad sería la de solicitar una prórroga, lo que extendería el plazo hasta el 31 de diciembre del 2022. «Lo importante es llegar a un acuerdo político. No hay posibilidad de que se negocie cada cuota cada año, como defiende el Reino Unido en un intento de adoptar el modelo de Noruega. Es imposible negociar todos los años 110 stocks con otro país. Sería inviable, y quien diga lo contrario, o es ignorante de la realidad o miente», sostuvo López, defendiendo una vez más que el objetivo es «mantener las cosas lo más parecido a como están ahora» y que los ocho países de la UE con intereses pesqueros negocien en bloque, sin sucumbir a los cantos de sirena de acuerdos bilaterales.
Por su parte, el secretario general de Cepesca añadió que el riesgo de dejar en manos de los británicos unilateralmente la gestión de los stocks compartidos es acabar provocando una futura sobreexplotación. «Sería un desastre», sentenció. Garat admitió también que, de no alcanzar un acuerdo en materia de pesca, España no tiene plan B: «Si nos echan del caladero del Reino Unido, no hay un plan de contingencia. Esa es la realidad».
La flota española captura anualmente alrededor de 9.000 toneladas de pescado en aguas británicas, lo que se traduce en un valor económico de unos 27 millones de euros.