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Joaquín Garrido: «Hay que trabajar para hacer ver al consumidor la joya que tenemos»

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Martina Miser

El secretario xeral de Mexillón de Galicia cree que el sello de origen y el de sostenibilidad harán al bivalvo imbatible

12 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Admite sin ambages que lo único que sabía del mejillón es que «me gustaba mucho». Pero le han sobrado semanas de estos tres meses que lleva en el cargo de secretario xeral del Consello para saber que se trata de una joya de inmenso valor que hay que explotar. Un diamante en bruto que hay que tallar para que el consumidor final adquiera conciencia real del valor que realmente tiene.

-¿Qué le llevó a opositar al Consello Regulador?

-El reto que supone. Es un sector que tiene un grado de afectación en el ámbito social muy amplio y es todo un reto. A la vez está la gran capacidad de desarrollo que tiene por delante, que añade un gran atractivo.

-¿Cuál es la misión del secretario xeral de Mexillón de Galicia?

-El secretario general es un gerente que de lo que se tiene que preocupar es de trabajar por la valorización de nuestro producto, aprovechando sus cualidades y su calidad para beneficio del consumidor final. El Consello vela por que se cumplan las reglas de juego de la denominación de origen protegida (DOP) y al mismo tiempo debe preocuparse por mejorar las condiciones para obtener una repercusión más positiva para todo el sector, productores, depuradores y transformadores.

-¿Y qué puede aportar un profano al despegue de la DOP?

-Mi experiencia en la gestión de equipos de trabajo grandes y multidisciplinares. Y una mirada fresca, que no tiene el sesgo de ninguno de los subsectores de la actividad mejillonera. Eso a veces es bueno, porque hay ocasiones en las que, precisamente por estar tan metido en el meollo, no se ve la solución y se necesita una perspectiva diferente. Además, la labor que debe hacerse desde el Consello es ampliar la base asociativa y eso es una labor que requiere capacidad de negociación y he demostrado en el pasado tener esa cualidad.

-¿Por qué la que ha sido la primera DOP de un producto del mar tarda tanto en despegar y despierta tantos recelos entre el propio sector miticultor?

-No es del todo así. Se ha hecho un trabajo brutal en los últimos años para situar a la DOP donde se merece y esperamos darle continuidad. Hay que seguir haciendo mucho trabajo de concienciación para dejar claro que no hay intereses ocultos y lo que se busca es la defensa del conjunto. Las diferencias son lógicas, precisamente por ese amplio conjunto social al que afecta el sector. Como decía mi abuelo, cada uno es de su padre y de su madre, pero lo que hay que hacer es tratar que todo el mundo reme en la misma dirección. -¿A dónde quiere llevar Mexillón de Galicia?

-A que tú, como consumidora, valores en su justa medida el producto. Que seas consciente de que los hombres y mujeres que trabajan en el sector, desde que se recoge la mejilla hasta que se comercializa el bivalvo, se preocupan de realizar un cultivo sostenible. Que todos esos valores que ahora se están defendiendo e inculcando desde todos los ámbitos y Administraciones lo llevamos en el ADN desde hace muchísimo. Es un producto de aportación totalmente neutra a la huella de carbono y eso es algo que hay que poner en la balanza: que la joya que tenemos la obtenemos sin dañar el medioambiente. Eso ya sin entrar en todas las bondades nutricionales del mejillón, que recomiendan todas las dietas y ninguna lo excluye.

-Pero eso es común a todo el mejillón que se cría en Galicia, ¿por qué ponerle Mexillón?

-Porque es la forma de diferenciarlo para aquella persona que apueste por la proximidad, que no quiere mejillón cultivado en otros países de una forma que quizá no es respetuosa con el medioambiente, ni con los trabajadores, ni socialmente. Uno de los puntos importantes es finalizar la certificación MSC, un proceso que podría estar acabado en diciembre. Tendría que haber estado antes, pero el covid se puso por medio. Ese sello azul va a permitir diferenciar al mejillón porque habla de sostenibilidad, que es algo que demanda cada vez más el mercado. Ese distintivo, con el de la DOP, va ser un incentivo para ampliar la base social del Consello, atrayendo a asociaciones y bateas, aparte de distinguirlo del producto de otros países.

-¿De Chile?

-Por ejemplo, No sabemos cómo se cultiva ni en qué condiciones.Ponerlo aquí en el mercado conlleva emisiones de CO2 y eso lo tiene que saber el consumidor, porque nos va la vida en ello: a nosotros y a los que vienen detrás. Además, el mejillón gallego y el chileno (al que se le llama mejillón. pero es chorito) ni se parecen. No son ni siquiera la misma familia genética, como mucho primos lejanos.

-La base social es ya amplia. Más de dos tercios de las bateas están en el Consello, pero sale muy poco producto certificado...

-No estoy de acuerdo. Los datos de este año son, a estas alturas, ya mejores que los del anterior. Es cierto que se ha certificado más para la industria que para el fresco, donde el comportamiento no ha sido tan positivo como esperábamos, pero volvemos a lo de antes, tenemos que trabajar la percepción del consumidor de lo que es el producto, proteger la joya que tenemos y ahondar en cómo llegamos a él para que demande mejillón certificado.

Desembarco en pleno proceso electoral

 

 

Garrido desembarcó en el Consello justo cuando este se enrolaba en un proceso electoral para renovar su composición.

-¿Cómo se vive el proceso electoral desde la barrera?

-Nunca antes había estado involucrado en un proceso semejante. Hay compañeras y compañeros que se han dejado las cejas elaborando los censos, preparando la documentación para el proceso, anticipando las necesidades y asegurándose de que la información llega a todos.

-¿Ha visto interés en el sector por el proceso?

-Mucho. Me coge de nuevo, pero pinta muy bien.

-Se supone que ese interés irá en beneficio de todos los implicados en la DOP.

-Estoy seguro. Queda todavía mucho trabajo por hacer, pero lo que tengo claro es que el mejillón, de por sí, es un producto que merece una corona. La DOP ha hecho un trabajo encomiable para mejorarlo y eso repercute en el conjunto del colectivo: transformador, depurador y productor. Hay que sacarse el sombrero ante una cadena que ha estado ahí en los momentos más críticos, como sector esencial que es. Se ha garantizado el suministro en todo momento durante el estado de alarma. Por supuesto que va a mejorar el sector del mejillón.