La patronal Cepesca cree que el resultado del Consejo «sume a las empresas del sector en una crisis de rentabilidad, con la consiguiente destrucción de empleo»
15 dic 2021 . Actualizado a las 04:45 h.La patronal Cepesca es consciente de que tanto la delegación española como las consejeras andaluza y gallega, Carmen Crespo y Rosa Quintana, han hecho todo lo que ha estado en su mano y más para tratar de frenar unas medidas que ponen en riesgo la parte socioeconómica de la pesca. Y agradecen el voto de España en contra del reglamento que recorta el esfuerzo en el Mediterráneo sin reconocer todo lo que ha hecho la flota en estos últimos años. Pero es lo que ocurre cuando se debaten propuestas que solo afectan a tres países y más cuando se tiene en frente a un comisario como Virginijus Sinkevicius, obsesionado con alcanzar el rendimiento máximo sostenible (RMS) de las especies aún a costa de hacer desaparecer barcos y miles de empleos.
Javier Garat, secretario general de la patronal, aseguró que esa inflexibilidad ha resultado «un duro golpe para la pesca española». Algo paradójico, además, cuando la Comisión defiende el carácter esencial de la actividad.