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La industria del mar alerta alerta de que está en riesgo su viabilidad por la subida general de costes

O. P. SANTIAGO / LA VOZ

SOMOS MAR

PACO RODRÍGUEZ

Demandan al Gobierno medidas que palíen una situación plena de incertidumbres

20 ene 2022 . Actualizado a las 04:45 h.

Empresas de la cadena mar-industria alertan del riesgo para su futuro ante la fuerte subida de costes energéticos y de materias primas, que compromete la viabilidad de unas empresas que ya han reducido al mínimo sus márgenes de beneficio para evitar repercutir al consumidor esos encarecimientos, expresaron ayer representantes de distintas organizaciones del sector en la sede de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Su presidente, Juan Manuel Vieites, que compagina ese cargo con el de secretario general de la patronal conservera, Anfaco-Cecopesca, habló de «encrucijada histórica del sector», demandando sensibilidad a la Administración, y en particular al Gobierno, para mejorar la actual situación, llena de incertidumbre. Porque a los incrementos de costes de producción se suman los habidos en el transporte, la logística y los embalajes, y una inflación que dura meses. Alertó Vieites de que miles de puestos de trabajo en la industria vinculada al mar están en peligro.

Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca de Vigo, concretó en cifras esas alzas, al señalar que desde abril del 2020 hasta hoy el gasoil marino ha subido un 140 %, mientras que el coste medio del megavatio hora fue de 111 euros en el 2021, triplicando el ejercicio anterior. A eso sumó el encarecimiento y los cuellos de botella en el transporte del producto, con una incertidumbre de precios que las principales firmas de contenedores indican se mantendrá este año. A mayores, la flota gallega en las Malvinas se ve afectada por el impacto del brexit, con unos aranceles desde el 1 de enero de entre el 6 y 15 %, y el alza del coste de las licencias de pesca en terceros países donde operan. Unas condiciones que ponen en riesgo la viabilidad de las empresas y el mantenimiento del empleo, expresó. Reclamó al Gobierno la aplicación de un IVA superreducido del 4% a los productos del mar, así como descartar la eliminación de las bonificaciones fiscales al gasoil, en estos momentos sin alternativa real.

Polémica con las renovables

Lina Solla, presidenta del Consello Regulador de Mexillón de Galicia, expuso que este año las empresas trabajan con márgenes mínimos para evitar una subida de sus productos del 20 % en la cesta de la compra, pero advirtió de que, «con otro año así, muchas empresas se quedarán en el camino». El alza de precios finales será inevitable «y la vamos a pagar todos». Fue muy clara al señalar que «ser verdes es maravilloso. Lo verde está fantástico, pero tenemos que comer. Hay que intentar encajarlo todo, no ser los más progres y los más modernos», indicando que aunque avanzar en la energía renovable es la intención de todos, en la actualidad «el viento no se puede almacenar». Expresó así que frente a menos de una decena de nucleares en España, Francia suma 70 y «si hay un escape en el Pirineo va a llegar a España».

Porque el sector es un gran consumidor de electricidad. Roberto Fariña, de la Asociación Gallega de Depuradores de Moluscos (Agade) recordó que sus empresas requieren las 24 horas del día electricidad para sus bombeos de agua del mar, equipos de frío y de circulación de agua. Por eso demandó una tarifa de energía justa que les permita mantener la actividad, ya que habló de subidas en la factura eléctrica de hasta el 215 %, con una media del 150 %. Así, alguna empresa pasó de pagar 40.000 euros de electricidad en diciembre del 2020 a 140.000 un año después.

Jacobo Docal, del Clúster de la Acuicultura, intervino en la misma línea, aludiendo al fuerte incremento de la electricidad de la que dependen en la producción, con incidencia directa en sus costes, así como las alzas en embalaje y logística, una preocupación acrecentada porque «no parece una situación coyuntural».

Negociación de los convenios colectivos

La voz de alarma del conglomerado de empresas de la cadena mar-industria incluyó una advertencia de la patronal: que en esta tesitura difícilmente pueden incrementarse los costes salariales en la negociación de los convenios colectivos.

Un contexto, además, que ha tenido que hacer frente a numerosas bajas laborales por coronavirus con todas las dificultades que, además, hay para encontrar mano de obra en un sector como la pesca, muy castigado por la falta de relevo generacional.