El sector pesquero reclama una «fiscalidad saludable» que reduzca el IVA de sus productos
SOMOS MAR
Recurre a expertos médicos que avalan que consumir pescado reduce el riesgo de infarto o ictus para convencer al Gobierno
10 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Se trata de que la gente sepa que, si come pescado, vivirá más y mejor, porque así dejará de consumir otros alimentos que perjudican la salud». Así de contundente se mostró ayer el doctor Guillermo Aldama, cardiólogo del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac) durante un acto informativo en Madrid, con el que toda la cadena del sector pesquero —desde armadores a cofradías, mayoristas, conserveras, acuicultura, distribución o pescaderías— hizo el enésimo esfuerzo para trasladar a la ciudadanía y al Gobierno la importancia de mantener la denominada dieta pesco-mediterránea (de la que la atlántica es una variante) para preservar la longevidad de la que gozan los españoles, a la cabeza mundial del ránking.
Muy críticos con la negativa del Gobierno a extender la bajada o incluso la supresión del IVA a los productos pesqueros —le afean su obstinado silencio a las misivas que le han enviado—, el sector no ceja en su empeño de «alfabetizar en salud» a la población, para que los consumidores sean realmente conscientes de la importancia de incluir y aumentar el consumo de pescado en su dieta. Para ello, el doctor Aldama hizo un recorrido por los principales estudios científicos mundiales, que concluyen que el consumo regular de pescado (de dos a tres veces a la semana) disminuye hasta en un 45 % el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares (ictus) y en un 70 % la probabilidad de muerte súbita, así como un 20 % el riesgo de fallecer por infarto de miocardio, un porcentaje que aumenta en un 5 % por cada 100 gramos adicionales de consumo de producto preparado a la plancha o al horno.
Recuerdan que frente a los 500 millones de euros que Hacienda dejaría de ingresar rebajando el IVA del pescado (actualmente en el 10 %), las enfermedades asociadas a la mala alimentación tienen un coste anual medio de 14.000 millones para la sanidad pública, y podría incrementarse como consecuencia de la desviación progresiva que se está detectando en el consumo de pescado hacia otros alimentos menos saludables.
Además, destacaron que recaudar no es un objetivo en sí mismo, sino que la fiscalidad tiene la finalidad de proteger, de proveer de servicios públicos, en los que se incluye la salud, que el consumo de pescado protege.
Recogida de firmas en la calle
Por eso quieren implicar más directamente a la población en la necesidad de que prevenir es la mejor decisión, incentivando la movilización social a través de una campaña de recogida de firmas «a pie de calle». Están valorando hacerlo bajo el lema Todos tenemos derecho a comer pescado, una iniciativa con la que tratar de revertir la «discriminación» que creen que están sufriendo capas amplias de la población —pese a remarcar que hay una amplia variedad de pescado, de todos los precios y en distintas preparaciones— y también el propio sector de los productos pesqueros.
Califican de «emergencia nacional» la caída del consumo
«Queremos hablar con el Gobierno sobre las verdaderas razones que le motivan para alejar a la población española de sus productos pesqueros y tener la oportunidad de mostrarle las ventajas de su consumo, con el fin de hacer un ejercicio de reflexión antes de que sea demasiado tarde para muchas personas», señaló el sector con una sola voz, calificando de «emergencia nacional» el ritmo al que el consumo de productos del mar se está contrayendo en España.
En concreto, entre el 2008 y el 2021 la caída fue del 20,4 %, al que hay que sumar otro 15,2 % entre enero y noviembre del 2022 y un 20 % adicional en lo que llevamos de año.
Insisten en que no se puede seguir tratando fiscalmente el pescado como si fuera un producto de lujo, por lo que reclaman una rebaja permanente del IVA, pese a que ni siquiera la han conseguido para enfriar la crisis de precios. Por ello, el sector anunció que se reunirá con todos los partidos políticos para pedirles apoyo y solicitar que incluyan dicha reivindicación en sus respectivos programas electorales, además de apelar de nuevo al Ejecutivo que, de momento, les ignora.
