
Prepara una orden de ayudas para armadores y otra para marineros
12 jul 2023 . Actualizado a las 04:49 h.A partir del próximo día 17 dejará de estar en vigor el acuerdo pesquero con Marruecos. Lo estará por tiempo «indeterminado», explica en un comunicado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, pues no ha habido negociaciones entre Bruselas y Rabat, pendientes de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie sobre la validez del pacto que vence en un semana.
La secretaria general de Pesca, Isabel Artime, anunció que su departamento prepara dos órdenes de ayudas, una para armadores y otra para tripulantes, para paliar los efectos de la suspensión de la actividad en el caladero marroquí.
Actualmente, los pescadores españoles de Canarias, Cádiz y Galicia tienen activas 19 de las 93 licencias que le concede a España el protocolo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos. Son siete más de las activas en el trimestre anterior. Estas licencias representan un 20 % de las que podrían utilizar los españoles según el pacto pesquero de Marruecos con la UE.
Dos categorías de los permisos que tienen los pesqueros españoles no faenan en aguas del Sáhara. Son la 1 y 2 del protocolo, de pesca artesanal y de palangre de fondo, y que usan actualmente 10 armadores de Cádiz.
Sí pueden faenar tanto en Marruecos como en el Sáhara las categorías 3, artesanal a la línea y a la caña, que corresponden a dos barcos gaditanos y gallegos; la 4, de palangre y arrastre de fondo, en manos de un barco gallego, y la 5, para atuneros, que actualmente emplean 7 de Canarias.
Que las licencias estén activas no quiere decir que se usen. En el caso de los atuneros canarios, este año no han capturado pescado en esos caladeros, pues pescan en la zona de la isla de Madeira (Portugal). Actualmente sus barcos no están en territorio de Marruecos ni del Sáhara.
Las 93 licencias que permite el acuerdo de pesca para España (de un total de 138 permisos, el resto son para Lituania, Países Bajos, Alemania y Polonia) nunca se cubren en su totalidad y desde que se renovó el acuerdo en el 2019 el máximo de licencias activas ha sido de 27.
Aunque son menos en número, los barcos de esos otros países, que se enmarcan en la categoría 6 de pesca pelágica industrial de arrastre y semipelágica de cerco, son los que más cantidad de pescado capturan (entre el 80 % y el 90 % del total).
Se trata de grandes buques factoría que pescan boquerón, anchoa o arenque para la fabricación de harinas, y cuyo radio de acción engloba aguas del Sáhara occidental.
Sin expectativas de un convenio nuevo
El acuerdo pesquero UE-Marruecos expira el próximo 17 de julio y todo indica que esta fecha llegará sin un convenio nuevo, en cuyo caso los barcos europeos tendrán que salir de los caladeros.
La razón es que en el 2021 el Tribunal General de la UE anuló ese acuerdo con Marruecos —y también el comercial—, al entender que Europa no puede negociar con el país magrebí pactos que abarquen el territorio del Sáhara occidental sin el consentimiento del pueblo saharaui.
La parte europea impugnó esta sentencia y, por ello, tanto el acuerdo pesquero como el comercial de exportación siguen activos. En el caso del pesquero, el problema es que caduca el protocolo de pesca que lo pone en práctica delimitando zonas de faena, cupos y licencias, con lo que, al no renovarse, los pesqueros tienen que dejar de faenar.
Sí se seguirá aplicando el resto del acuerdo y continuará así el asesoramiento técnico que presta la UE a Marruecos en materia de pesca. Continúa también aplicándose el acuerdo comercial, que afecta al sector agroalimentario, pero de confirmar el Tribunal de Justicia de la UE la sentencia inicial, ambos tendrán que dejar de aplicarse.
A cambio del acceso de la flota, Marruecos recibe una contrapartida económica de 50 millones de euros anuales, incluido el apoyo sectorial y el canon que pagan los armadores, de alrededor de 12 millones.
Es así un acuerdo que no supone una alta ganancia económica para Marruecos, pero sí política en su pugna por el reconocimiento del Sáhara occidental, antigua colonia española en disputa con los saharauis del Polisario, controlada de facto en un 80 % por Marruecos.
A los buques españoles el acuerdo les da la posibilidad de recurrir a licencias de pesca en un contexto en el que los recursos pesqueros mundiales y las zonas de faena son limitados.