La Xunta, partidaria de que las normas para transportar pélets afecten al mar
SOMOS MAR
Reprocha al Gobierno que esté dando largas a la petición de que reclame los gastos de limpieza ocasionados por el vertido del Toconao
20 mar 2024 . Actualizado a las 04:46 h.Los ministros de los Veintisiete debatirán la semana que viene la propuesta normativa para prevenir las pérdidas de pélets y reducir así la contaminación por microplásticos. Sobre la mesa está la cuestión de si esta regulación debería afectar al transporte marítimo y, por tanto, elevarse a la OMI (Organización Marítima Internacional). La Xunta, que todavía no se ha cobrado los platos rotos del vertido del Toconao, ocurrido en diciembre pasado, cree que sí. Que no debe restringirse solo al vial, ferroviario y navegación interior. Y así lo trasladó ayer al Gobierno central la conselleira de Medio Ambiente en funciones, Ángeles Vázquez, en la reunión consultiva que el Ejecutivo tiene con las comunidades autónomas para preparar la cumbre europea de Medio Ambiente.
Un consejo consultivo en el que Vázquez aprovechó, además, para instar al Gobierno central a iniciar cuanto antes el procedimiento legalmente previsto para exigir responsabilidades ambientales «polo impacto do incidente do buque Toconao sobre as costas galegas, incluídos todos os gastos que a Xunta asumiu en solitario para facerlle fronte», explicó en un comunicado. Según esa nota, el Ejecutivo autónomo emitió una carta al Gobierno central el 19 de enero en la que ya pedía que pusiese en marcha el proceso, a lo que desde Madrid respondieron que «se ía estudiar a solicitude» y unas semanas más tarde, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, comunicó a la Xunta que trasladaba la petición al Ministerio de Transportes, que lleva Óscar Puente.
Van ya dos meses sin que se sepa nada al respecto, de ahí que Vázquez asegure que se esté «dando largas á Xunta nun asunto tan importante» y, sin perder la ocasión de señalar a Pedro Sánchez, expresó su lamento de que «Galicia se volva sentir abandonada» por parte de su Ejecutivo. Porque, según mantuvo, la comunidad «tivo que afrontar desde o primeiro momento en solitario e sen axuda a xestión dun vertido» que, insiste, era «competencia do Estado» dado que, «chegaba do mar».