Atuneros del Índico tendrán que rebajar de 300 a 225 los «objetos» que emplean

España dispone de la mayor flota de cerqueros congeladores de la Unión Europea que operan en el Índico y de un importante número de palangreros de superficie que faena en esas latitudes. Por eso la cumbre de la organización regional de pesca (ORP) que regula ese océano reviste especial importancia para los atuneros españoles y sus decisiones impactan de lleno en su actividad. Y la que el viernes se cerró en Bangkok, la número 28, trae más limitaciones a la quincena de cerqueros congeladores con bandera de España —y otros tantos con capital español y pabellón extranjero— que allí operan. Para empezar se acordó reducir el número de dispositivos de concentración de peces (FAD, por sus siglas en inglés), comúnmente conocidos como objetos, usarlos biodegradables y llevar un registro de los mismos. Así, de los 300 que están autorizados a emplear ahora se rebajará a 250 en el 2026 para quedar en 225 en el 2028. Y no solo se recorta el número de objetos. También se limita el de pangas, como se denomina a los buques auxiliares de los barcos de cerco. Si ahora puede haber tres por cada diez embarcaciones, a partir del 2026 esas tres serán por cada 15, según explicó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en un comunicado.

Son medidas que España, a través de la Unión Europea —que es la que negocia en un foro con 29 partes contratantes—, ha apoyado por lo que tienen de mejora de la sostenibilidad pesquera, al «disminuir el impacto negativo de estos dispositivos».

Asimismo, en la cumbre se aprobó una propuesta de Seychelles para prohibir los descartes de túnidos tropicales y otra de la UE para reforzar la observación científica. España considera que medidas contribuirán al level playing field, o terreno de juego igualitario para que todas las flotas operan en las mismas condiciones.

 Pero esas reglas equitativas están todavía lejos de conseguirse. Los 14 palangreros de superficie españoles tendrán que seguir observando la política de aletas adheridas que no debe acatar el resto de las flotas. Y es que la UE fracasó de nuevo a la hora de extender a todas las flotas la prohibición de cercenar a bordo la aleta de los tiburones, una medida pensada para atajar el finning, una práctica consistente en cortar la aleta y tirar el cuerpo. De nuevo Japón impidió el acuerdo y «manifestó la imposibilidad de apoyar la propuesta», recoge el comunicado. No obstante, la UE lo volverá a intentar en la cumbre del año que viene, ya en la francesa isla Reunión.

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