El consejero delegado de Iberconsa quiere acercar el sector a la gente joven
10 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El colapso de la pesquería de bacalao en Terranova en la década de los noventa, arrastrando consigo la demografía de pequeñas localidades cuya economía se basaba en la explotación de esta especie, impulsó la fundación del Marine Stewardship Council (MSC) en 1996. Era el momento de aplicar soluciones ante la crisis comercial y los productores eran los principales interesados en distinguir sus capturas de aquellas que no fueran sostenibles. La industria no podía permitirse repetir el error de agotar un recurso. El sector pesquero en Galicia, referente a nivel internacional, se mostró en un principio reacio a doblegarse ante las condiciones que exigía MSC para alcanzar su distintivo azul de sostenibilidad, pero la mayoría de las compañías acabaron claudicando. Casi treinta años después, el cambio de mentalidad en este sentido es llamativo. El nuevo consejero delegado de Iberconsa, Alberto Encinas, ya distingue las certificaciones medioambientales como una de línea de actuación fundamental para un sector «tan regulado y legislado y adicionalmente muy expuesto en términos de sostenibilidad».
Así lo explicó el máximo responsable de Iberconsa durante una mesa redonda organizada por Abanca para abordar el presente y el futuro del sector de productos del mar en Galicia. «Hoy por hoy es impensable vender pescado en Europa sin ningún tipo de certificación», advirtió. La pesquera viguesa ha conseguido el sello de MSC para la merluza que consiguen en caladeros de Sudáfrica y Namibia y que comercializan bajo la marca Nós. Alberto Encinas es consciente de que el mercado se ha vuelto exigente en este sentido, «y también el propio retail lo recomienda», indicó. «Es un reto en el que deberemos seguir trabajando», admitió sobre los esfuerzos que parece dispuesto a invertir al frente de una compañía que facturó 475 millones de euros en el 2023.
Otro desafío que distingue el consejero delegado de Iberconsa es el de adaptar los productos «para animar el consumo entre generaciones más jóvenes». Le preocupa la forma en que se ha invertido la pirámide entre la población, reduciéndose el consumo de pescado (fresco y congelado) entre los menores de 25 años a cerca de 10 kilos per cápita y al año. «Las empresas debemos abordar esta situación aportando productos de calidad y alineadas con los hábitos de consumo modernos. Tenemos que invertir esfuerzos en el desarrollo de platos preparados, que faciliten el acceso al consumo de proteína marina».
Tomar medidas del estilo podrían acercar el hermético sector pesquero a la población más joven. La falta de relevo generacional es otro asunto que preocupa a un sector que desarrolla buena parte de su actividad en el ámbito marítimo, lejos de tierra. Pero es que más allá de la conocida escasez para encontrar sustitutos para la tripulación (Encinas citó en el encuentro de Abanca rederos o contramaestres), la industria es consciente de que hay que preparar talento capaz de asumir la dirección de empresas pesqueras gigantescas como las de Vigo. «Y quiero a gente que resuelva problemas», dijo el consejero delegado de Iberconsa, decidido. «El nuestro es un negocio de costes».
«Llegué aquí hace tres años para asumir el liderazgo de la empresa. Estoy contento»
Antes del encuentro organizado por Abanca en Afundación (Vigo) para la presentación del nuevo máster de Gestión de Productos del Mar que impartirá la Universidad Intercontinental de la Empresa a partir del próximo curso, Alberto Encinas mostró su satisfacción por haber tomado el relevo de una de las mayores pesqueras de España. «Era algo para lo que llegué a Iberconsa hace tres años y era el itinerario marcado. Estoy contento de que se convirtiese en realidad. Asumí el liderazgo del grupo en octubre y hemos tenido la suerte de que los resultados me han acompañado desde entonces», confesó a este periódico. Entre otras cuestiones, su estreno coincidió con el espaldarazo del fondo norteamericano Platinum Equity, que inyectó otros 75 millones de euros en la compañía viguesa para dinamizar el negocio y las ventas. En el 2023, Iberconsa comercializó 92.000 toneladas de pescado.
Pero su arranque como consejero delegado no ha estado exento de dificultades, sino que lleva meses capeando el descenso del consumo que ha afectado al sector pesquero. «El aumento de costes que hemos padecido se ha visto repercutido en un aumento de precios que está afectando al consumo, especialmente en España», dijo. Es un asunto que le preocupa «a corto plazo» y también defiende una rebaja del IVA del pescado, a lo que el Gobierno central se ha opuesto.