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El hombre que hizo volver los ojos del mundo a Ferrol y sus barcos

Raúl Villa Caro

SOMOS MAR

cedida

Se cumple un año de la muerte de José Deus, ingeniero naval que inventó el patín para botar los superpetroleros de Astano

20 jun 2024 . Actualizado a las 10:14 h.

El pasado 20 de junio de 2023, con 94 años, nos abandonaba el capitán de Fragata retirado mugardés José Deus López. Un doctor ingeniero naval, y hombre tranquilo, que vivió una vida llena de contratiempos y hazañas, entre las que destacó su contribución al éxito del astillero de Astano, en Fene.

Hasta el siglo XVII el problema de la botadura de los buques se superó con facilidad gracias a la flexibilidad de la madera y al uso de grasas vegetales, botando las embarcaciones proa a la mar, procurando evitar que durante los lanzamientos se produjeran daños en los barcos. Pero con la llegada del acero las botaduras se empezaron a llevar a cabo popa a la mar, principalmente para reducir el saludo de los buques en el momento del contacto de la proa con el agua.

El momento del saludo suele coincidir con el instante más delicado del lanzamiento, en el que la estructura del buque soporta las mayores presiones de la botadura. Y como en los setenta apenas existía información sobre botaduras de buques de gran desplazamiento, fue necesario llevar a cabo numerosos cálculos, estudios y ensayos para poder acometer lo que se produjo en Ferrol en aquella época, la construcción de los mayores superpetroleros de la historia botados en grada inclinada: la serie del Arteaga y Al Andalus.

El patín, la pieza clave

José Deus ingenió el patín, la pieza clave que evitó que aquellos grandes buques pudieran partir el día de su lanzamiento, facilitando el giro del buque, reduciendo así los brutales rozamientos que solían acompañar a este tipo de procesos. El patín, todavía en uso, consta de dos partes construidas en acero, que deslizan una sobre otra, en la superficie cilíndrica de contacto entre ellas, facilitando de esta manera el giro del buque durante el lanzamiento.

Deus, en su etapa final, después de sus éxitos en Astano, también realizó trabajos técnicos para diferentes astilleros como Metal Ship e Hijos de J. Barreras que permitieron a estas factorías abordar la construcción de buques de mayor tamaño, así como una optimización de sus instalaciones de producción.

La gran persona

Deus, como miembro de la Armada y como responsable técnico de Astano, fue un ingeniero naval de notable capacidad matemática, pero por encima de esa faceta floreció su gran persona. Al Deus más desconocido, y submarinista, se le concedió la medalla al Mérito Naval con distintivo de primera clase por su actuación en el rescate de un submarino averiado y varado en la costa africana. Para llevar a cabo su hazaña realizó una inmersión de emergencia a 50 metros de profundidad, para liberar el cable de la boya de señalización. Tras aquel suceso tuvo que ser hospitalizado.

Fachal y Camiña

Un compañero también mugardés, el ingeniero naval Pedro López Fachal, con 24 años, y en sus inicios, conoció en Vigo a un Deus que ya superaba los 70, trabajando en HJ Barreras. Pedro aún recuerda todo lo que aprendió de don Pepe Deus cuando recibía de él sus cálculos manuscritos y sus planos de picaderos corregidos, así como aquellos consejos cariñosos que decían: «Chavaliño, te lo vuelvo a explicar…».

Pedro recuerda que Deus, como buen gallego, era desconfiado por naturaleza, y siempre, el mismo día de la botadura les hacía soldar un par de refuerzos transversales más en los santos (por si acaso), y para estar más tranquilos, como él decía. Por cierto, Pedro destaca que siempre le sorprendió que, aunque Deus no usaba procesadores de textos ni hojas de cálculo (lo hacía todo de manera manuscrita), sí sabía usar programas informáticos de cálculos de estructuras.

Joaquín Camiña, otro ingeniero naval que trabajó con Deus recuerda que este nunca se equivocaba. En más de diez años trabajando con él, jamás vio error alguno en ninguno de sus cálculos o informes. Rememora que incluso descendió en una botadura en el doble fondo de un buque para observar directamente cómo se comportaba la estructura durante esta fase.

Para Pedro y Joaquín, Pepe Deus fue un doctor ingeniero naval con mayúsculas, de los que ya no quedan y la persona con mayor capacidad de sacrificio, perseverancia y dedicación al trabajo que nunca hayan conocido. Por ello nunca olvidarán su gran paciencia explicando sus cálculos, su tremenda energía e ilusión por el trabajo, y su sonrisa y sus ojos, siempre brillantes, y llenos de vida e historia.

Raúl Villa Caro es doctor ingeniero naval, oficial de la Armada y capitán de la marina mercante.