Patrocinado porPatrocinado por

El pulpo gallego regresa al mercado tras dos meses de ausencia por veda

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Elena Fernández

La flota encontró ejemplares grandes y el precio medio fue de 10 euros

02 jul 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

El pulpo gallego está de vuelta. Tras dos meses de veda, el mercado recibe los primeros cefalópodos autóctonos. Ha seguido habiendo. De Marruecos y Mauritania, para la hostelería. De Portugal, y en menor medida de Francia, para los mostradores de las pescaderías.

El de aquí tuvo un regreso desigual. En Bueu, puerto de referencia en la ría de Pontevedra para este producto, fue bueno. En el arranque de la temporada largaron sus nasas unas 40 embarcaciones. El patrón mayor, José Manuel Rosas, manifestó sentirse «contento por como foi o inicio», puesto que aquellos barcos que se hicieron a la mar consiguieron los topes establecidos y, además, encontraron ejemplares «de todos os tamaños». «Hai polbo pequeno, mediano e grande», sostuvo Rosas, que explicó también que una buena proporción de los pulpos capturados era de un tamaño «bastante grande» y «de boa calidade».

Tampoco se dieron mal las cotizaciones. El precio medio del cefalópodo en lonja fue de diez euros el kilo. «É un bo inicio pero queda aínda moita campaña», admitió Rosas, que, no obstante, prefirió mostrarse «cauto» y dejar pasar unos días más para evaluar cómo podría ser la previsión en lo que queda de temporada.

En eso de la prudencia también insistían en Cambados, porque los primeros días suelen ser de tanteo. No obstante, los profesionales se reconocían «razonablemente satisfeitos» porque se ve más pulpo de lo que se encontraba el año pasado. Y, además, han percibido que abundan los ejemplares grandes, lo que contribuye a infundir más optimismo. El más caro de los 850 kilos que pasaron por la rula se paró a 11,90 euros. 

Menos optimismo en Barbanza

A medida que se avanza hacia el norte, los ánimos iban enfriándose. Naseiros como el boirense Kiko Fernández aseguraban ayer, todavía en el mar, que hasta el segundo día no puede hacerse una valoración de cómo está la pesquería porque «as nasas botaron pouco tempo no mar». Tras varias horas de trabajo había logrado la mitad del tope y su primera impresión era pesimista: «Creo que non vai ser unha boa colleita». En la zona de sonense de Queiruga, Antonio Pérez se mostraba esperanzado en poder hacerse con el cupo: «As nasas que fomos levantando, ben». Reconocía su desconfianza: «Pensei que ía ser peor». De los tamaños tampoco se quejaba: «Aínda menos mal para ser verán».

Por la lonja de Ribeira pasaron 3.602 kilogramos. El precio máximo fue de 12,90. En Muros, por el contrario, la cantidad de cefalópodo que entró poco pudo cubrir las expectativas de los compradores desplazados. De la vendeduría de la cofradía únicamente fueron 100 kilogramos. Explicaba una de las profesionales del pósito muradano que muchos barcos todavía esperarán antes de iniciar la campaña. De hecho, algún naseiro del municipio reconocía que por ahora no tiene previsto dedicarse a esta especie.

Eso sí, acompañaron las cotizaciones. La máxima, de piezas por encima de los dos kilos, alcanzó los 13,20 y la mínima, con ejemplares por debajo del kilo y medio, fue de 8,50.

ANA GARCÍA

El arranque en Pontevedra y Arousa contrastó con el flojo resultado en la Costa da Morte, donde la flota no apostó en masa por despachar la nasa de pulpo. Tan solo cuatro barcos de Malpica pidieron el cambio de artes y se vendieron escasos tres pulpos en la lonja, a unos 12 euros. En Camariñas, prefirieron trabajar con las nasas de nécora y camarón.

Información elaborada por Marcos Gago, Ana Gerpe, Cristina Viu y Rosa Estévez.