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Depuradores y transformadores exigen tener voz en la gestión del marisqueo

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

XOÁN REY | EFE

Reclaman sentarse en mesas de trabajo con la producción para atajar la crisis

13 jul 2024 . Actualizado a las 04:45 h.

Los eslabones de la cadena mar-industria que se arrastran de la explotación de los bancos marisqueros no ven salida a una crisis que arrancó en noviembre pasado, con las bruscas bajadas de salinidad que provocaron mortandades masivas de bivalvos y que, desde entonces, ha ido encadenado cierres de playas y ceses de actividad que están debilitando una industria dependiente que tiene que subsistir sin ayudas, sin producto y con una competencia exterior brutal.

Depuradores, cocederos, transformadores, conserveros... Todas esas empresas trasladaron ayer al conselleiro de Mar, Alfonso Villares, la crítica situación en la que se encuentran, que requiere «líneas de ayuda y apoyo» pues está «en riesgo la propia supervivencia de numerosas empresas», expuso Juan Manuel Vieites, presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG). Y es que fue a través de la Comisión Mar-Industria de la patronal gallega, que contó con la presencia de Villares, donde se analizó la situación y se reclamó «una comunicación más fluida respecto a los estudios y análisis que lleven a cabo».

Ese foro sirvió también de plataforma para lanzar oficialmente la propuesta que hace unos meses planteó el colectivo de depuradores de poder meter baza en la producción. Quizá por no despertar de nuevo la polémica no se demandó directamente poder explotar aquellas zonas que las cofradías no trabajen, pero sí se plantea abordar «las deficiencias estructurales que presenta el sistema de gestión y extracción de bivalvos en las rías». En este sentido, se dejó patente la necesidad de «constituir mesas técnicas en las que se pueda trabajar con todos los actores en dicha mejora de la gestión de parques de cultivo y definir un plan que contribuya a la consecución de un sistema de gestión eficiente de los parques que incentive la actividad y preserve la condición de Galicia como región por excelencia de producto de calidad», explica la CEG en un comunicado.

Trabajar unidos

Vieites insistió en que «hay que trabajar juntos todos para obtener buenos resultados. Somos todos necesarios. Debemos promover y trabajar juntos en recuperar la producción». Porque no hay que perder de vista que «por cada puesto de trabajo en el mar hay cinco en tierra, que algo tendrá también que decir», apuntan fuentes de la entidad.

Durante la reunión con la Comisión Mar Industria de la CEG, se acordó organizar reuniones en las que se cuente con expertos científicos y representantes del sector para analizar y estudiar con rigor las causas que han conducido a esta situación, «donde la baja salinidad ha provocado un descenso interanual de más de un 60 % entre las especies más representativas, afectando significativamente al sector marisquero y mejillonero». Pérdidas de casi dos tercios de la producción, pero que en determinadas especies alcanza el 100 %, como es el caso del berberecho.

La crisis de producción coincide con la derivada de la caída progresiva del consumo de pescados, mariscos y conservas. En este sentido, Vieites recordó que el conjunto del sector «está sufriendo la bajada en ventas del consumo de los productos de la pesca, con caídas del 25-30 % en el período 2023 al 2024 y del 7 % extra en el primer trimestre del 2024». Por eso no se entiende «por qué el Gobierno de España no ha considerado el pescado como alimento básico, quedando excluido de la reducción del IVA». Un reproche que también hizo el conselleiro de Mar, que desgranó todas las actuaciones realizadas por la Xunta, como la campaña Galicia sabe aMar y la participación en ferias, mientras el Ejecutivo se niega a bajar el IVA.