Atuneros de AGAC, los primeros con el sello de sostenibilidad para las 6 especies que pescan en el Pacífico
SOMOS MAR

Acaban de lograr el certificado también para el patudo
17 oct 2024 . Actualizado a las 04:50 h.Con la consecución del sello azul para el atún patudo (Thunnus obesus) que pesca en el Pacífico oriental, la pesquería que realizan los buques atuneros asociados a AGAC (Asociación de Grandes Atuneros Congeladores) se convierte la «primera del mundo que logra certificar con Marine Stewardship Council (MSC) los seis stocks de túnidos tropicales que explota» en ese océano, informó en un comunicado la entidad que marca las reglas para obtener el sello azul.
El último hito que se han apuntado veinte atuneros cerqueros congeladores de AGAC afecta a todas sus formas de detección de pesca; es decir, tanto usando objetos, como se conoce a los dispositivos de agregación de peces (FAD, por sus siglas en inglés) como en banco libre (free school). En total, son 18.000 las toneladas de patudo a las que a partir de ahora podrán distinguir con el sello azul.
Al disponer de la certificación para el patudo, rabil y el listado para el este y el oeste del Pacífico, el volumen total de túnidos tropicales con garantías de explotación sostenible suma 312.000 toneladas, las que proporcionan al mercado 43 buques de cerco.
Según MSC, la pesquería inició el proceso de certificación completa bajo su estándar en el 2020, con un enfoque integral para evaluar todas sus operaciones en los cuatro océanos, que reportan unas capturas anuales aproximadas de 370.000 toneladas de atún, que suponen más del 7 % de las capturas mundiales.
En transición
Los stocks para los que todavía no ha conseguido ese distintivo de sostenibilidad —alrededor del 20 % del total— están inmersos en un plan de transición en el que se analizan las mejoras necesarias para poder obtenerlo.
A poder lucir el sello azul ha ayudado el hecho de que los atuneros hayan implantado sistemas de recopilación de datos para respaldar las evaluaciones de las poblaciones de las especies objetivo; la existencia de un programa de investigación de la biología de las especies objetivo —con histórico, además—; que todas las embarcaciones estén permanentemente controladas con observación física o electrónica y el liderazgo que han demostrado desde el 2012 a la hora de aplicar el Código de Buenas Prácticas (CGP, por sus siglas en inglés) para abordar los impactos en las especies no objetivo, incluyendo la adopción de FAD no enmallantes.