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Las cofradías ante Mar: «Pechar ou non o libre marisqueo é algo que teñen que decidir a Xunta»

R.E. VILAGARCÍA / LA VOZ

SOMOS MAR

MARTINA MISER

Seis pósitos de la ría consideran que la Xunta debe asumir su responsabilidad en un momento en el que todas las vías para el marisqueo parecen malas

29 dic 2024 . Actualizado a las 19:14 h.

Se cierra el 2024, el enésimo año negro para la flota del raño de la ría de Arousa. Y se avecina el 2025, un ejercicio en el que buena parte del sector confía en recuperar una cierta normalidad. Este tránsito no va a ser tranquilo: a mitad de la campaña de libre marisqueo, sobre la ría vuelve a planear la incertidumbre sobre qué hacer con esos bancos de trabajo común en los que, según señala el sector, no hay recurso. La semana pasada, la Consellería do Mar expuso a las cofradías la idoneidad de cerrar esas zonas, pero advirtió que ese cierre tendrá que hacerse, probablemente, sin el colchón de los subsidios que el sector ha recibido en años anteriores: los fondos destinados a tal fin están casi agotados, explica la Xunta, y hay otros sectores que los precisan.

El escenario es complicado. «Quen decide manter aberto o libre se iso pode poñer en perigo a súa recuperación? E quen decide pechar esas zonas sen que a xente teña unha axuda da que botar man?». Las preguntas las formulaba este viernes el patrón mayor de Vilanova, Lino Díaz. Pero el jueves, ya las verbalizaron los representantes de seis cofradías de la ría reunidas en Rianxo para abordar este asunto: la consellería les había encomendado tomar una decisión sobre el futuro del libre marisqueo. Pero esa encomienda, sostienen algunas voces, es una trampa. Esa idea subyace en la decisión adoptada en Rianxo. Cofradías como la de Vilanova ya han enviado a Santiago un correo electrónico en el que informan a la Xunta de que «non é competencia nosa decidir se se pecha ou non. Quen ten que xestionar o libre marisqueo é Mar, quen ten os datos sobre a situación dos bancos é Mar, e Mar é quen ten que tomar unha decisión», explicaba Lino Díaz.

En la misma línea se pronuncia Juan Rial Millán. El patrón mayor de A Illa no asistió a la reunión de Rianxo pero el pósito sí estuvo representado y expresó ese mismo convencimiento. «Cando existía Rañeir@s, era á asociación á que se lle reclamaba que tomase decisións porque a xestión era nosa. Agora a xestión volve ser da Xunta, é a Xunta quen ten que decidir». A su juicio, la mejor alternativa sería el cierre, pero habilitando ayudas para la flota. Y es que el argumento dado en la última reunión por Mar, en la que se argumentó que hay otros sectores, como el del jurel, que están pendientes de percibir ayuda, no convence. «Polo que se dixo, só sete barcos do xurelo van cobrar axuda, así que cartos vai haber. Nestes momentos o que está enriba da mesa é a situación do marisqueo en Arousa», señalan las cofradías arousanas. David Casal, el representante de marisqueo a flote en la cofradía de O Grove, también tiene claro que «tén que ser a Xunta quen decida sobre o libre marisqueo». Y dejar esa decisión a la Administración no supone, señala, ningún tipo de desinterés por parte del sector. «Interese claro que hai, o que non hai é marisco. Levamos moito tempo así e a Xunta non pon medios para que a cousa cambie», recalcaba ayer.

No todas las cofradías de la orilla sur se alinean con las reunidas el jueves en Rianxo, encuentro del que salió también la decisión de pedir una reunión con el Conselleiro do Mar para abordar este asunto. Ni Vilaxoán, ni Carril ni Cambados acudieron a esa cita. En el caso del pósito San Antonio, ese día tenían prevista la celebración de una asamblea para pulsar la opinión de sus asociados. Alrededor de una treintena de personas acudieron a un encuentro en el que mostraron su respaldo al cierre de O Bohído, Cabío y Os Lombos, aunque permitiendo el trabajo en las llamadas «otras zonas». Están dispuestos a asumir ese cierre aunque no haya ayudas. «Se non hai marisco nesas zonas, consideran que é mellor intentar recuperar e rexenerar o máximo posible», dice el patrón mayor. Esa es la única esperanza de un sector «desmoralizado». «A única esperanza que teñen é que o libre remonte e que as sembras que están facendo dean resultado».