La FAO hace ver a la UE que cada vez es menos capaz de abastecerse de alimentos azules
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Manuel Barange, director de Pesca y Acuicultura de la FAO, advirtió en el diálogo de alto nivel para lanzar el Pacto de los Océanos que «la conservación de la biodiversidad y su uso sostenible deben integrarse y no excluirse entre sí»
22 feb 2025 . Actualizado a las 04:49 h.El comisario de Pesca, Costas Kadis, se ha puesto manos a la obra con el encargo principal que le hizo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: un Pacto de los Océanos. Inició los trabajos con un diálogo de alto nivel sobre pesca y océanos. Un foro pensado para planear la futura gobernanza de los océanos al que invitó a ministros, autoridades políticas, agrupaciones del sector marítimo-pesquero, oenegés, científicos y expertos en distintas ramas de la economía azul. Tanto es así que incluso el sector pesquero se volvió a encontrar con la griega Maria Damanaki, invitada, al igual que el maltés Karmenu Vella, por el que ahora agarra la cartera que antes tuvieron ambos, Costas Kadis.
En la mesa redonda de alto nivel se debatieron cuestiones urgentes a las que se enfrenta el modelo de gobernanza de los océanos de la UE, incluidos desafíos y prioridades. Se examinaron medidas para proteger la biodiversidad y promover la gestión de los océanos basada en los ecosistemas, así como oportunidades para el crecimiento sostenible y la creación de empleo en la economía azul. El diálogo también se centró en apoyar la resiliencia y la sostenibilidad de las comunidades y ciudades costeras en las diferentes cuencas marítimas europea, según recoge la Comisión en un comunicado.
Los representantes del sector marítimo insistieron en que pesca y acuicultura tienen que ocupar un lugar central en esa estrategia «destinada a fortalecer la coherencia entre diferentes áreas de políticas relacionadas con los océanos».
El representante de la FAO Manuel Barange, director de la división de Pesca y Acuicultura de esa agencia de la ONU, factótum de la Transformación Azul que lidera ese organismo, advirtió a la UE lo que se acaba de publicar en un artículo de la prestigiosa Science: «Cuando una acción de conservación de la biodiversidad reduce la cantidad de alimentos producidos en un lugar, esa producción generalmente se trasladará a otro lugar, donde probablemente tendrá impactos negativos sobre la biodiversidad». Usó esa referencia para poner a la UE ante el espejo y hacerle ver que mientras que la producción de pesca extractiva se ha mantenido estable desde el 2000, en la UE ha disminuido a un ritmo del 2,4 % anual. Paralelamente, la producción acuícola ha aumentado un 5 % desde que el mundo dobló la esquina del milenio, período en el que la UE ha ido decreciendo a un ritmo del 0,4 % anual. En definitiva, que la UE «representa el 33 % de todas las importaciones de productos de animales acuáticos (en valor) y en el 2022 tuvo un déficit de balanza de casi 22.000 millones de euros». Y no solo eso: ese desequilibrio ha crecido a un ritmo del 5,2 % anual desde el 2000. ¿Resultado? Que si entonces «la UE producía el 80 % de su consumo, en el 2021 esa cifra disminuyó al 50 %», dijo Barange.
Por eso está convencido de que la pesca y acuicultura sostenibles no pueden faltar en ese Pacto de los Océanos y en la UE la sostenibilidad social el sector está en riesgo. El mensaje que lanzó es el de que «sin sistemas alimentarios acuáticos productivos, sostenibles y eficaces no acabaremos con el hambre y la malnutrición, que están aumentando a nivel mundial». La conservación de la biodiversidad y su utilización sostenible deben integrarse recíprocamente y no excluirse entre sí.
Mismas reglas de juego
La alineación de las políticas que persigue la UE tiene que observar el equilibrio entre la conservación de los recursos y la seguridad alimentaria, entre la dimensión medioambiental y la socioeconómica y, sobre todo, avanzar hacia el campo de juego igualitario (level playing field), expuso Javier Garat, secretario general de la patronal pesquera que intervino en calidad de representante de la red europea de clústeres marítimos (ENMC). Garat aludió al informe Draghi para recordar la importancia de la investigación, la innovación y la inversión en el ámbito marítimo, clave para afrontar el reto de la descarbonización y el relevo generacional que tanto escasea en muchos ámbitos de la economía azul, en especial el de las actividades tradicionales como la pesca.