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Investigan si el capitán ruso detenido por el choque de dos barcos en el mar del Norte incumplió las reglas de navegación

Iñigo Gurruchaga LONDRES / COLPISA

SOMOS MAR

Maritime and Coastguard Agency

Una revisión del carguero que impactó con el petrolero en el Mar del Norte encontró varios fallos en la embarcación

13 mar 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

Los datos que emergen de las investigaciones realizadas sobre el espectacular choque de dos barcos en el mar del Norte el pasado lunes apuntan a que la principal responsabilidad del accidente recae en el portacontenedores Solong, que tiene su bandera en la isla portuguesa de Madeira y es propiedad de Ernst Russ, una empresa marítima centenaria de Hamburgo. Han sido precisamente los propietarios alemanes los que han revelado que el capitán detenido, de 59 años, tiene nacionalidad rusa. Por el momento sigue apresado por un posible delito de negligencia grave y homicidio.

El diario británico Daily Telegraph detallaba este miércoles los motivos por los que la tripulación del Solong tendría que responder por la extraña colisión del barco con el petrolero Stena Immaculate, propiedad del Gobierno de Estados Unidos y gestionado por la empresa de logística Crowley. Se trata de un incidente muy poco frecuente en la navegación moderna, más todavía en una zona del mar del Norte donde el tráfico marítimo es intenso. Martyn Boyers, director general del Puerto del Este de Grimsby, desde donde se ha coordinado el rescate de los tripulantes de los dos barcos —solo uno ha fallecido de un total de 36— ha expresado su incredulidad a la cadena CNN por lo ocurrido dada la sofisticada tecnología con que cuentan los buques. «Parece un misterio, porque todos los navíos tienen aparatos técnicos para trazar sus cursos y detectar cualquier obstáculo».

El misterio del avance del Solong, a 16 nudos (unos 25 kilómetros por hora) y sin detectar ninguna señal, hacia el embarcadero en el que estaba el petrolero, de 180 metros y que transportaba 220.000 barriles de queroseno y otros combustibles para el Ejército de Estados Unidos, ha provocado comentarios en Londres y en Washington sobre la posibilidad de un ataque calculado, pero no hay voces expertas que avalen la sospecha. Se trata de un barco pequeño, con capacidad para 500 contenedores, y no hay —según el Telegraph—, ninguna conexión de los propietarios, la tripulación o la firma aseguradora que haga pensar en un intento criminal. Como prueba añadida, había recorrido docenas de veces la misma ruta entre Grangemouth y Rotterdam en el último año.

Fallos técnicos en el carguero

Un dato ha emergido sobre las deficiencias estructurales del Solong. En julio del 2024, los inspectores del puerto de Dublín encontraron hasta diez problemas técnicos, entre las que se incluían la dificultad para leer la posición en la sala de máquinas en caso de emergencia. De acuerdo con el informe oficial, ya había fallado antes un test de seguridad en la navegación. Los inspectores irlandeses anotaron también que las alarmas eran inadecuadas, el material de supervivencia no estaba conservado de la manera debida y las puertas de incendio no cumplían los requerimientos.

Para el analista del Telegraph, la causa de este incidente es muy clara. Fue la negligencia por Solong por incumplir la quinta regla del Reglamento para la Prevención de Colisiones en el Mar, que dice lo siguiente: «Todas las naves mantendrán en todo momento un apropiado puesto de observación por la vista y el oído, y también todos los medios disponibles y adecuados en las circunstancias y condiciones preponderantes, para tener una completa evaluación de la situación y del riesgo de una colisión». El carguero, según el mismo medio británico, no solo incumplió esta norma, sino que también habría gestionado mal o ignorado los sistemas de alarma y radar que le advertirían millas antes del incidente.