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El Congreso insta al Gobierno a mejorar las condiciones laborales de los inspectores de pesca

efe MADRID

SOMOS MAR

A.

La propuesta del Grupo Republicano fue respaldada en la Comisión de Agricultura y Pesca con 20 votos a favor, 15 en contra y sin abstenciones

09 may 2025 . Actualizado a las 04:46 h.

El Congreso de los Diputados ha instado al Gobierno a mejorar las condiciones laborales de los inspectores de pesca marítima (IPM), ahora en huelga, a través de una proposición no de ley (PNL) presentada por el Grupo Parlamentario Republicano.

La propuesta, aprobada el miércoles durante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha contado con 20 votos a favor, 15 en contra y ninguna abstención.

El Grupo Republicano ha urgido al Ejecutivo a revisar y adecuar las condiciones laborales de este colectivo a la realidad de su trabajo y al interés general que representa su labor.

En su defensa, la portavoz republicana Teresa Jordà i Roura ha destacado que este sector es una «pieza clave» en el control y sostenibilidad del modelo pesquero, por lo que es «inadmisible» que una profesión que exige, a su juicio, «riesgo» y «sacrificio no reciba el reconocimiento retributivo que le corresponde. Por ello, ha considerado que, en un momento en el que se está tramitando una nueva Ley de Control e Inspección Pesquera, esta es una oportunidad «política y normativa» para «poner fin a una situación que, si se mantiene, erosiona la confianza del sector pesquero».

La Comisión de Agricultura también ha aprobado una proposición no de ley para facilitar la renovación y modernización de los motores en los buques pesqueros, propuesta por el Grupo Popular. El texto incluye el facilitar la cesión de parte de la potencia disponible para adecuación de potencia y cambios de motor de los buques de pesca inscritos en el registro general de la flota pesquera. «Modernizar los motores no es un capricho (...) no es una opción, es una obligación», ha sostenido en su defensa la popular Rosa Quintana, quien ha precisado que el coste de adquirir un nuevo motor supone una «barrera económica insalvable» y «compromete» la viabilidad de las empresas.