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El Gobierno dice que imponer más pescado en los comedores escolares desplaza a otros alimentos también esenciales

Europa press MADRID

SOMOS MAR

JOSE PARDO

Precisa en respuesta al diputado gallego Néstor Rego que es la misma frecuencia que aparece en el documento que se venía aplicando desde el 2010 sin ningún conflicto o controversia

16 may 2025 . Actualizado a las 04:50 h.

El Gobierno justifica que aumentar la frecuencia mínima requerida de consumo de pescado en los comedores escolares por encima de la actual conllevaría, necesariamente, reducir la presencia como segundo plato de otros alimentos proteicos «que también deben formar parte de la dieta de los escolares». Así lo ha manifestado el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria registrada en el Congreso de los Diputados, recogida por Europa Press, al ser preguntado por el BNG por la contradicción que supone que, dentro de un menú saludable, reduzca las pautas recomendadas de consumo de pescado a entre una y tres raciones semanales, «cuando todos los informes de los organismos internacionales de salud y nutrición (OMS, FAO) destacan los numerosos beneficios del pescado para la salud de las personas y la importancia de introducirlo desde la infancia para crear hábitos de consumo». El real decreto impone que se incluya al menos una vez a la semana en los menús de colegios e institutos, cuando desde el sector pesquero y otros colectivos sugerían elevar a tres o cuatro veces su consumo semanal.

Respecto a las frecuencias de consumo de pescado, el Gobierno asegura que «han sido consensuadas» con todas las comunidades autónomas en el marco del Protocolo de criterios mínimos comunes para la evaluación de la oferta alimentaria en centros escolares del Programa 16 del Plan Nacional de Control de la Cadena Alimentaria 2021-2025, que fue ratificado por los directores generales de Salud Pública en la reunión de la Comisión Institucional de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición de marzo del 2022. Además, precisa que se trata de la misma frecuencia de consumo que ya aparece en el documento de consenso sobre la alimentación en los centros educativos, del año 2010, y que viene aplicándose desde entonces «sin ningún motivo de conflicto o controversia».

También señala que, pese a la importancia y necesidad de incrementar el consumo de pescado a nivel poblacional, «existen otros alimentos que se utilizan como fuente de proteína animal en los segundos platos de los menús escolares de cara a garantizar una alimentación variada y equilibrada».

Por otro lado, el Gobierno recuerda que el pescado está presente en los distintos apartados de la Estrategia Nacional de Alimentación (ENA), en donde se resalta su importancia dentro de los patrones de dieta saludable, como la Dieta Mediterránea y la Dieta Atlántica.

La estrategia destaca la relevancia histórica de los pescados y mariscos en la alimentación en España y analiza el consumo de pescado en España y su evolución. Se refiere a los pescados y mariscos como «símbolo de salud y calidad», con una tendencia decreciente en el consumo en la última década.

Próximas reglas para hospitales y residencias

Por otra parte, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, anunció este jueves que el Gobierno pondrá en marcha un real decreto para regular que las comidas que se sirven en hospitales y en residencias de mayores sean saludables y nutritivas. 

Según ha explicado Bustinduy en declaraciones a La Sexta, esta nueva normativa sigue la estela del real decreto que aprobó hace un mes en el Consejo de Ministros para regular las comidas en colegios e institutos, estableciendo unas frecuencias mínimas para ofrecer verduras, frutas y pescados, así como limitando las frituras, los platos precocinados, los alimentos procesados y los productos azucarados. El objetivo, dijo, es poner la iniciativa en marcha «cuanto antes» y que para ello participarán dietistas, nutricionistas y las comunidades autónomas.

Asimismo, Bustinduy ha lamentado la situación actual que se vive en los hospitales, ya que, en muchas ocasiones, la alimentación que se ofrece a los pacientes «contradice» los consejos de los profesionales sanitarios. «Por no hablar de las máquinas de 'vending' de los hospitales, pues cuesta mucho encontrar alternativas saludables y al final acabamos comiendo patatas fritas o chocolatinas», ha agregado.

En cuanto a la alimentación en las residencias, el ministro ha reconocido que la situación es «bastante flagrante», a la vez que ha indicado que «todo el mundo» ha visto fotografías en las que se ha mostrado «comida podrida» y que no cumple los «mínimos estándares de dignidad que se merecen todas las personas dependientes».

En este punto, ha afirmado que el objetivo de esta norma es «justo lo contrario» de lo que sucedió durante la pandemia de covid-19, cuando «el Gobierno de la Comunidad de Madrid daba pizzas a los niños vulnerables».