El tren de la eólica marina no puede arrollar a la pesca y los ecosistemas
SOMOS MAR

Estos días este periódico se hizo eco de un comunicado de los lobis de la eólica marina denunciando que se está perdiendo el tren de la eólica marina en España. Pero desde el sector pesquero, lo que vemos es otro tren de alta velocidad que pretende pasar sin frenos por encima de caladeros, comunidades pesqueras y ecosistemas marinos.
El sector pesquero no se opone a las energías renovables. Lo que rechazamos es que se impongan sin garantías, sin evaluación ambiental previa y sin escucharnos.
Las zonas reservadas en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) coinciden con caladeros históricos y hábitats sensibles. ¿Se ha medido su impacto real? No. ¿Se ha consultado a quienes viven del mar para elegir esas zonas? Tampoco.
Otros países europeos —como Francia, Alemania, Escocia o Dinamarca— no inician subastas sin estudios específicos ni participación de los sectores afectados en relación a las potenciales zonas donde se podrán desarrollar estos polígonos industriales en el mar.
En España, se ha aprobado la reserva de espacios sin un diálogo real, y ahora se pide por los lobis de la eólica marina correr más aún, como si el desarrollo acelerado justificase saltarse el principio de precaución y toda la normativa internacional que obliga a España a proteger sus mares y sus ecosistemas, y pasando de largo también por el acuerdo más importante en materia de lucha contra el cambio climático: el Acuerdo de París del 2015, que con este diseño de los POEM, poniendo en peligro la producción de alimentos provenientes del mar, también se estaría vulnerando, pues es claro el mandato de este acuerdo de que en esta lucha no se puede poner en peligro la producción de alimentos.
El sector de la pesca, que genera miles de empleos y alimentos sostenibles, se enfrenta a la incertidumbre total. No se nos ofrece un plan de coexistencia, ni alternativas claras que no pasen por expulsarnos de nuestras zonas de trabajo. Unos y otros solo ofrecen el discurso de la urgencia, y frente a ello desde la Plataforma en Defensa de la Pesca y de los Ecosistemas Marinos se pedirá al Ejecutivo que se cumpla la proposición no de ley aprobada en el Congreso hace unos meses, que instaba al Gobierno de España a paralizar cualquier subasta para implantar la eólica marina en nuestras aguas en tanto en cuanto no sepamos los impactos en los ecosistemas en las zonas reservadas y los posible impactos socioeconómicos que implicaría la expulsión de flota de sus caladeros tradicionales.
Desde el sector pesquero decimos sí a la transición energética, pero con respeto a nuestra pesca. Con ciencia. Con planificación. Y con quienes cuidamos el mar cada día. Porque tan importante es no perder el tren como subirnos a ciegas a él. Pues eso.