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Una invasión de medusas obliga a cerrar al baño las playas del Orzán y San Amaro, en A Coruña

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

SOMOS MAR

Medusas en las playas de Orzán-Riazor
Medusas en las playas de Orzán-Riazor CÉSAR QUIAN

«Es una temeridad meterse en el agua, te van a picar fijo», advierten los socorristas

08 sep 2025 . Actualizado a las 09:23 h.

 Una invasión de medusas ha obligado en la mañana de este domingo a cerrar al baño las playas del Orzán y San Amaro, en A Coruña. Por el momento, en la de Riazor los servicios de emergencias mantienen izada la bandera amarilla de precaución, pero no se descarta que también se acabe elevando la roja dada la cantidad de estos hidrozoos que se pueden ver en las aguas. 

A mediodía, los céntricos arenales «están plagados», indican desde el servicio de socorrismo, que ha informado a través de megafonía del peligro que supone meterse en el agua ante la cantidad de esta especie de medusas, entre ellas carabelas portuguesas, que se han acercado a la costa. Aunque el domingo amaneció nublado y las playas no registran la afluencia de personas de días soleados, los habituales permanecían en la zona pendientes de las indicaciones del equipo de emergencias para saber si podrían o no darse un baño y algunos paseantes decidieron bajar a la playa para fotografiar las medusas que están quedando varadas creando un rosario sobre la línea de la orilla. 

«Hasta los surfistas del Orzán han desistido de entrar en el mar, les hemos explicado y han preferido no meterse, es una temeridad hacerlo porque te van a picar fijo, hay muchísimas», enfatiza Nuria Rodríguez, la coordinadora del servicio. 

La previsión es que tanto Orzán como San Amaro se mantengan durante toda la jornada con la prohibición, porque «hay que esperar a que se las lleve la marea, puede ser que de repente se vayan, pero pensamos que habrá que tener cerrado todo el día porque los buceadores también nos han dicho que está todo a tope».

Esta sobreabundancia en los arenales se produce apenas cinco días después de que en la ciudad se viviese un episodio parecido, ya que el martes pasado miles de ejemplares tiñeron de rosa y morado la lámina de agua del dique de abrigo, en este caso de Pelagia noctiluca, una medusa más pequeña que la carabela, de entre 20 y 35 centímetros, pero con alto poder urticante si se tiene contacto con ella. 

Tanto las carabelas portuguesas, la Physalia physalis, botella azul o falsa medusa, como la Velella velella o la Pelagia noctiluca son algunas de las especies que se han visto en cantidades anormales en la costa coruñesa, a la que, al parecer, se acercan por el calentamiento de las aguas. Según Santiago Parra, investigador del Centro Oceanográfico de A Coruña, el aumento de la temperatura de los océanos tiene relación directa con que especies como la carabela portuguesa, más propias de aguas tropicales, «lleguen cerca de nuestras costas empujadas por las corrientes y sobrevivan porque no encuentran las aguas tan frías». Antes, la temperatura más baja impedía que se viesen tan próximas al litoral, ya que «con el agua fría no eran capaces de buscar alimento y se morían».