Bruselas actuará contra Noruega si la UE recorta su cuota de xarda y Oslo no
SOMOS MAR
Apela, no obstante, a los socios para que desplieguen su diplomacia
28 oct 2025 . Actualizado a las 04:45 h.Que durante años Noruega, las islas Feroe y otros Estados costeros, como Islandia, hayan estado autoasignándose cuota de xarda, bacaladilla y arenque escandinavo empieza a tener serias consecuencias para la UE. La última evaluación de los científicos del ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar) sobre el stock de xarda del Atlántico incorpora una propuesta de recorte del 70% en su total admisible de capturas (TAC) de la especie y recoge específicamente que la situación en que se encuentra la población tiene que ver con que en los últimos 25 años se haya capturado de media en cada ejercicio un 39 % por encima de las recomendaciones científicas. Durante todo ese tiempo en que cada Estado costero se apropiaba para su flota del cupo que le daba la gana, la UE ha seguido fijando sus cuotas «en pleno cumplimiento de sus obligaciones internacionales. ¿Y ahora quieren que la UE recorte su cuota legítima? Es algo que no podemos aceptar», dijo rotundo Costas Kadis, el comisario de Pesca y Océanos, en el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca (Agrifish) que hoy termina en Luxemburgo.
El chipriota adelantó «que utilizaremos todas las herramientas que podamos y tengamos a nuestra disposición» ante un problema, el declive de los stocks de especies pelágicas en el Atlántico nororiental que Irlanda puso sobre la mesa y que obtuvo el apoyo incondicional de prácticamente todos los socios, con España y Polonia a la cabeza.
Dublín se erigió en la sesión como el más damnificado de los Veintisiete. Porque, recordó, del brexit salió trasquilada con un 26 % permanente; además, en el 2025 tuvo que hacer frente a un recorte del 22 % y para el 2026 el tijeretazo sugerido es nada menos que del 70 %. Una merma que no puede soportar ni la flota ni la industria irlandesa, que tiene en este pelágico uno de sus principales recursos. Por eso, su ministro reclamó los mayores «esfuerzos diplomáticos» para proteger la xarda, que no se dude en utilizar el reglamento recién reformado para actuar contra terceros países que no realizan pesca sostenible y, sobre todo, unidad porque «sin unidad no hay fuerza».
Y parece que la unidad está amarrada. No solo España y Polonia —cuyo apoyo conocía de antemano— se alinearon con Irlanda. Socios con balcón al Atlántico, como los Países Bajos, Portugal, Suecia —que lo sufre también en el arenque—, Alemania —a la que no le gusta ese tridente que forman Noruega, Feroe y el Reino Unido—, Francia, Estonia, Lituana, pero también del Mediterráneo, como Croacia o Grecia. Todos pidieron a Bruselas que vaya preparando la artillería para frenar un exceso que ya se ha sostenido durante demasiado tiempo y que conviene parar.
Kadis, que se mostró dispuesto a estrenar esa nueva arma que es el reglamento 2025/2077 —resultante de la modificación del 1026/2012— para frenar esa amenaza para las poblaciones pesqueras y las comunidades pesqueras, prefiere, no obstante, agotar antes el diálogo. Así, a dos semanas de celebrarse la cumbre de la NEAFC (Comisión de Pesquerías del Atlántico Nororiental), conminó a los Estados miembros a apoyar a la Comisión incluso a través de sus canales diplomáticos. «Seguiré atentamente los debates en curso, garantizando el pleno respeto de la UE a las obligaciones internacionales; la Comisión sigue comprometida con el diálogo constructivo y la diplomacia, pero hemos de defender firmemente nuestros intereses», aseguró el comisario. En este sentido, el compromiso como Estados miembros «resulta fundamental, porque la gestión sostenible de la pesca no es una opción, no es opcional, es fundamental para el recurso, el sector pesquero de la UE y nuestras comunidades costeras», zanjó Kadis.