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Acuicultores europeos denuncian que se está haciendo pasar perca gigante de Asia por lubina

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

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Apela a las autoridades y a los detallistas a comprobar y exigir que la etiqueta especifique el nombre comercial y el científico

04 nov 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

La Federación Europea de Productores Acuícolas (FEAP) apela a las autoridades competentes, a los minoristas de pescado y a todo el sector en general para que se compruebe y, sobre todo, se exija que se etiqueten correctamente las especies que se ponen en el mercado, que deben aparecer con su nombre comercial y su denominación científica sobre el mostrador. Los acuicultores europeos realizan esta advertencia porque, aseguran, han comprobado que se está empleando el término genérico de lubina para productos que no coinciden con la robaliza europea (Dicentrarchus labrax).

Con esta práctica, denuncian desde la FEAP, los productores «buscan beneficiarse de la reputación y valor de mercado» que tiene la lubina europea y hacen pasar por esta especie otra que se captura y cultiva en la región de la India y el océano Pacífico y que se comercializa a menudo simplemente como lubina en varios países de Asia y Oriente Medio. Se refieren en concreto a lo que en su nombre científico es el Lates calcarifer, que, según las recomendaciones de la FAO, debe identificarse en la etiqueta como barramundi, perca gigante o lubina asiática, pero que es un producto totalmente diferente a la Dicentrarchus labrax.

Como las de la lubina europea, las capturas de perca gigante salvaje han ido disminuyendo mientras que su cultivo se ha disparado, toda vez que se trata de una especie que crece rápidamente y alcanza la talla comercial, de 350 gramos a tres kilos entre los seis meses y dos años. El problema, para la FEAP, es que se intente dar salida a esa producción aprovechándose de la aceptación de mercado que se ha labrado la lubina que se cultiva y pesca en Europa.

Engaño al consumidor

A decir de la patronal de la industria acuícola, esta práctica «conlleva el riesgo de engañar a los consumidores y perjudica la reputación de la lubina europea, una especie distinta cultivada de forma responsable y sostenible en todo el Mediterráneo». Al mismo tiempo, exponen que un etiquetado preciso «es esencial para garantizar la transparencia, mantener la confianza del consumidor y proteger la competencia leal en el comercio internacional». Porque, añade, «las descripciones engañosas de productos no solo confunden a los consumidores, sino que también disminuyen el valor de los productos acuícolas europeos de alta calidad que cumplen con estrictas normas ambientales, de seguridad alimentaria y de trazabilidad».

Garantizar un etiquetado veraz «favorece la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores, protege la integridad de los mercados internacionales de productos del mar y contribuye a mantener la imagen positiva de la acuicultura europea a nivel mundial», concluye el comunicado de la federación de productores acuícolas.