La fragata española Victoria libera al mercante maltés apresado por piratas en Somalia
SOMOS MAR
Los asaltantes abandonaron el Hellas Aphrodite y fuerzas internacionales intentan capturar a un grupo que el día 2 eligió como botín al pesquero español Intertuna Tres
07 nov 2025 . Actualizado a las 15:36 h.Con su helicóptero, un vehículo aéreo no tripulado, la aeronave de patrulla y reconocimiento marítimo y el equipo de operaciones especiales, la fragata de la Armada española Victoria acaba de liberar al mercante maltés Hellas Aphrodite, apresado por piratas frente a Somalia este jueves, tal y como asegura el comunicado de la Operación Atalanta. «Tras una demostración inicial de fuerza», los asaltantes optaron por abandonar el buque cargado con gasolina que habían abordado.
Los 24 tripulantes del Hellas Aphrodite «están a salvo y no se han reportado heridos», explican fuentes de la operación. Mientras los piratas estaban a bordo, la dotación del mercante «permaneció en la ciudadela (estructura blindada) en contacto directo» con la fuerzas navales que la han liberado.
El ataque sucedió en la mañana del 6 de noviembre, a unas 700 millas náuticas de Mogadiscio. Atalanta desplegó, «de inmediato, recursos terrestres y aéreos para tomar las medidas necesarias para responder eficazmente y liderar las operaciones».
Según la información ofrecida, están «recabando datos y pruebas sobre el incidente, para fundamentar el enjuiciamiento de los presuntos piratas, en caso de que sean capturados». Tienen en marcha una «intensa búsqueda del grupo armado ilegal», en una operación conjunta con la que Atalanta y sus socios pretenden «interceptar el dhow (velero) utilizado en este ataque». Mientras continúe allí, inciden en que la «evaluación de riesgos en el área sigue siendo crítica».
Atalanta destaca que «la colaboración con las fuerzas regionales e internacionales de la zona ha sido clave» para liberar al Hellas Aphrodite. Participaron autoridades de Puntlandia, aeronaves japonesas P3C de las Fuerzas Marítimas Combinadas, aeronaves de reconocimiento y patrulla marítima de Seychelles y el Mando Conjunto de Operaciones español. Además, añade la nota de prensa, a través del cuartel general de Atalanta se mantuvo comunicación permanente con el Gobierno de Malta, donde está abanderado el mercante, así como con la compañía propietaria y con la tripulación.
Disparos disuasorios desde el Intertuna Tres
Desde un barco iraní secuestrado a finales de octubre, «que probablemente se llame Issamohamadi», los piratas que abordaron al Hellas Aphrodite trataron de asaltar desde el día 2 a otros tres buques frente a Somalia, uno de ellos el atunero español Intertuna Tres, resume la Operación Atalanta, desplegada en el océano Índico por Eunavfor, la fuerza naval europea.
El día 2 por la tarde, el grupo armado tanteó como botín al pesquero Intertuna Tres, de 111 metros de eslora, propiedad de la empresa vasca Albacora y que navega con bandera de Seychelles. «La tripulación del atunero español informó que una lancha rápida se aproximaba por su popa, procedente de un buque nodriza con AIS (geolocalizador) Issmohamadi. Las fuerzas de seguridad a bordo del Intertuna Tres efectuaron dos disparos de advertencia y la lancha inmediatamente viró hacia el buque nodriza», relata Atalanta.
También el día 2, el mercante Spar Apus, un granelero (bulk carrier) de 200 metros de eslora con bandera noruega, «informó de una embarcación que se aproximó a 15 nudos (unos 28 kilómetros)», pero no disponía de AIS y no respondía a las llamadas VHF. En esas circunstancias, el Spar Apus cambió de rumbo «y aumentó la velocidad a 30 nudos para incrementar la distancia del buque sospechoso», explica Atalanta.
Y el día 3 los piratas se dirigieron a otro mercante, el Stolt Sagaland, de 183 metros de eslora y con bandera de las Islas Caimán. Su tripulación comunicó a Atalanta «que cuatro personas no autorizadas intentaron abordarlo desde una embarcación menor» y que había un buque nodriza a cinco millas náuticas (unos nueve kilómetros) de su posición. Los ocupantes de la lancha «dispararon varias veces con un arma tipo AK-47 hacia el mercante», pero las fuerzas de seguridad del Stolt Sagaland «respondieron al fuego y la embarcación menor desistió del intento».
«Disparos con armas cortas y lanzagranadas»
En un comunicado publicado en su perfil de la red social X, desde Atalanta añadían que en la mañana de este viernes la fragata Victoria se encontraba «cerca del incidente y acercándose» al Hellas Aphrodite. Según Europa Press, el Centro de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido (Ukmto) explicaba en esa misma red social que el abordaje había sucedido a unas 560 millas náuticas de la ciudad somalí de Eyl, en Puntlandia, desde donde el capitán «informó sobre una aproximación por parte de una pequeña lancha». Posteriormente, «hubo disparos con armas cortas y lanzagranadas, y varias personas abordaron» al mercante maltés. Desde el Ukmto se aconseja a los barcos «que transiten con cautela» y comuniquen «cualquier actividad sospechosa».
Citando informaciones de la empresa de seguridad británica Ambrey, Europa Press concreta que el Hellas Aphrodite navegaba de Sikka, en India, a Durbán, en Sudáfrica. En esa travesía había sido «abordado por piratas», por lo cual alteró su velocidad y rumbo «a 546 millas náuticas» de la costa de Somalia. Miembros del grupo armado se acercaron en una lancha y abrieron fuego contra el navío «desde una embarcación con bandera iraní secuestrada y que muestra el nombre Issa Mohahmdi». Ambrey cree que el barco maltés no contaba con un equipo de seguridad armado a bordo. Avisa de que «existe una posibilidad realista sobre nuevas aproximaciones sospechosas», por eso aconseja a los navíos que «se ciñan a las medidas de protección para embarcaciones».
Atalanta recomienda no navegar por la zona
Atalanta constata «actividad de grupos armados ilegales, específicamente abordajes y piratería», por lo cual incide en recomendar que se evite navegar por «un radio de 200 millas náuticas» alrededor de la zona donde secuestraron al Hellas Aphrodite.
A mayores, solicita a los navíos «que permanezcan vigilantes y que cumplan con las normas de seguridad marítima cuando transitan por el océano Índico occidental y las aguas somalíes». También pide que, «en la medida de lo posible y sin poner en peligro el buque ni la tripulación», que le transmitan «la mayor cantidad de detalles fácticos posible sobre incidentes y actividades sospechosas, incluyendo bitácoras, fotografías, vídeos e imágenes de radar».
Además, Atalanta «recomienda encarecidamente a los oficiales de seguridad marítima y capitanes que registren sus embarcaciones ante la MSCIO (Centro de Seguridad Marítima del Océano Índico)» cuando naveguen por sus aguas y que comuniquen «cualquier incidente a la Ukmto». Así, subraya, «se permitirá una respuesta más rápida a los incidentes y facilitará que se monitoree la actividad, lo que permitirá una asignación de recursos más eficaz».