Patrocinado porPatrocinado por

De la tierra, al mar: el camino inverso que el erizo recorre en A Coruña

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ACUICULTURA

César Quián

La cofradía siembra en Suevos 35.000 ejemplares producidos en la planta de cultivo que Portomuíños tiene en el puerto de Sada

24 jul 2021 . Actualizado a las 08:55 h.

El erizo es un ser extraordinario. Tanto como sus colores irisados, su olor y su sabor. Su sabor. Es esa cualidad la que lo está encumbrando. Tirando hacia arriba de la demanda y, por supuesto, de su precio. De los 2,85 euros de media que se ofrecían hace un decenio en lonja por un kilo, se ha pasado a los 8,04 de ahora. Más del triple.

Lo malo es que, ahora que ha adquirido valor, el recurso escasea. Por esa mayor presión. Porque quizá no se ha gestionado bien el recurso. Por desconocimiento de la especie, puede. Por el cambio climático. Por... Por muchas razones. El caso es que si se asola una zona, la experiencia dice que se necesitan cinco años para recuperar la producción, explica María Cancelo, delegada territorial de la Consellería do Mar en A Coruña.

Cancelo formaba ayer parte de la comitiva que presenció ayer la siembra de 35.000 unidades de erizo en los bancos naturales de A Coruña. Una ocasión que no quiso perderse Lino Sexto, subdirector xeral de Gardacostas, que grabó el proceso con uno de sus drones nuevos del trinque. Ni Cristina Piñeiro y Sara Barrientos, del grupo de Investigación de Biología Costera de la Universidade da Coruña (UDC), que por más que lo suyo sean las algas quisieron ver de cerca a uno de sus principales depredadores. Ni los biólogos de la Consellería do Mar del área de Carril, que acudieron para conocer la experiencia y evaluar la posibilidad de trasladarla a otras zonas de las Rías Baixas. Ni, por supuesto, el personal de la Cofradía de Pescadores de A Coruña —con su patrón mayor, Felipe Canosa— al frente y el biólogo del pósito, Pablo Seoane. Ni lógicamente, Antón y Antonio Muíños, hijo y padre en Portomuíños, padre y abuelo de las criaturas han nacido y engordado en cultivo multitrófico en la planta que la empresa tiene en el puerto de Sada y que, desde ayer, viven instaladas en los fondos marinos de Suevos. En un paraíso repleto de laminarias entre las que esconderse de los depredadores y vivir sin estrés.

Estresar se estresan fácilmente. De ahí que haya que tratarlos durante el traslado como si fuesen huevos. Instalados sobre una cama de algas. Y el viaje en un camión isotérmico, a oscuras, como animales nocturnos que son. Los de ayer iban «contentos». ¿Contentos? Por lo visto. Con todas las púas erizadas. «Sinal de que están contentos. Se se estresan, báixanas», explicaba Antonio Muíños, propietario de Portomuíños, empresa que también produce y comercializa algas, setas. Conoce bien su comportamiento, no en vano lleva cinco años observándolos. Un quinquenio, el tiempo que hace que empezaron a producir erizo en unas instalaciones en las que también cultivan algas. Equinodermos que Muíños ha decidido dedicar a la repoblación. Podría completar el proceso y comercializar erizo de acuicultura, pero admite que es más difícil. Quizá más adelante podría embarcarse en la aventura para cubrir las necesidades de mercado fuera de la temporada de recolección de la especie, pero por ahora esos planes están muy lejos. Toda la producción acuícola se dedica a la repoblación de los bancos naturales. «É tamén unha maneira de distribución da riqueza; é bo para nós, bo para eles e bo para o medio natural, que lle axudas a repoñerse».

Plan de explotación conjunto

La Cofradía de A Coruña tiene, conjuntamente con Barallobre, un plan de explotación de erizo. Son 7 embarcaciones, con 16 tripulantes los que se dedican a la extracción de una especie de la que el año pasado subastaron 31 toneladas, según la plataforma tecnológica PescadeGalicia. Cada mariscador tiene autorizado un tope de 80 kilos al día y trabajan al año unos 50 días.

Aunque hay recurso para sostener la pesquería, también es cierto que hay zonas que antes eran ricas en erizo y que a raíz de catástrofes como el Mar Egeo, el Prestige, la sobreexplotación y el furtivismo, han quedado barridas, explica Pablo Seoane, biólogo del pósito coruñés mientras prepara las crías para su traslado. Son esas áreas las que quieren recuperar. El año pasado realizaron la primera experiencia de siembra con los ejemplares de acuicultura que produce Portomuíños en esa planta experimental en la que cría, mediante el sistema multitrófico, erizo y algas. Erizos nacido en su propia hatchery (criadero).

El año pasado diseminaron 8.000 ejemplares en un banco próximo a la Torre, seleccionado porque constituía el hábitat idóneo para la especie y para los mariscadores: «Necesita un fondo rocoso, no demasiado profundo, en el que tengan protección para esconderse y, a la vez, debe tener un acceso fácil para nosotros», dice. Y es que cada tres meses hacen un seguimiento de los ejemplares que se han sembrado, de su tamaño, de su abundancia... ¿El resultado? «Extraordinario. Mejor de lo que esperábamos», comenta Seoane.

Esa primera experiencia animó al colectivo a abordar una segunda. La de ayer. Multiplicando por cuatro la siembra de la Torre. Llenaron Suevos de ejemplares de distintos tamaños, desde poco más de tres centímetros hasta algunos de cerca de los 55 que miden de diámetro cuando alcanzan la talla comercial. Todo en un intento de descubrir «cal é o tamaño idóneo». Adecuado para garantizar, por un lado, la supervivencia de la especie, que tenga una entidad suficiente para no ser pasto de fácil los depredadores -que son muchos: peces, estrellas de mar, amigos de lo ajeno...- Y óptimo, por otra parte, para reducir costes en la planta de producción y, por tanto, la inversión en cría para las cofradías, expone Antonio Muíños.

La planta de Portomuíños ha quedado barrida. Allí ya solo permanecen los reproductores. Los ejemplares con los que se lograrán más puestas y, en un año, más ejemplares para repoblar los bancos gallegos. Será ya en otra planta, también en Sada y se harán cambios en el sistema de cultivo. En Portomuíños han ido aprendiendo a base de ensayo y error. Y mejoras. Por ejemplo, empezaron engordando el erizo en tanques con forma cónica porque «pensabamos que os ourizos medraban mellor en vertical». Pero no, comprobaron que en tanques rectangulares dispuestos de forma horizontal crece igual y tiene mayores ventajas, como poder colocar hasta seis en altura y cultivar más en el mismo espacio.

También está en los planes aumentar las especies que producen en sistema multitrófico, añadiendo peces o anémonas a la cría de erizo y algas. Y mejorar los tanques para facilitar su limpieza. Y... Poco a poco. Por ahora, tratar de reducir costes y abaratar la semilla para poner al alcance de las cofradías.

La de A Coruña ha contado con apoyo de la Xunta. Cancelo cuenta que todos los proyectos que optaron a las ayudas para traballos de conservación e restauración da biodiversidade e dos ecosistemas mariños no marco de actividades marisqueiras sustentables —título de la convocatoria— fueron aceptados, pero no cupo duda de que la iniciativa presentada por la Cofradía de A Coruña iba a ser seleccionada «por novedosa e orixinal», señala. Un total de 29.000 euros bien invertidos «porque os resultados están sendo moi bos».