Durante el siglo XX una serie de factores harán de Cádiz el puerto pesquero de Galicia en el sur. Al finalizar la IGM los caladeros del Golfo de Vizcaya sufren sobrepesca por la necesidad de alimentos y el desarrollo industrial del vapor, los armadores nacionales mueven sus unidades hacia la costa portuguesa y el Golfo de Cádiz. A finales de 1923 se constituye la Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Cádiz, de los catorce integrantes hay un vasco (Agustín Ciriza), un gaditano (Carlos Solari), un onubense (el presidente Pepe Monís) y once gallegos de los que cinco son de Bouzas. Sus apellidos son historia de la pesca nacional: Freire Costas, Montenegro Feijó, Barreras Puente, Veiga Barreiro, Gabriel González o los coruñeses Rodríguez Rincón y Dionisio Tejero. En 1924 se suma Pesquerías Cantábricas, en 1925 el emporio Pesquerías Coruñesas, Benigno Montenegro, Eduardo Vieira y Esmeraldo Domínguez el armador del primer bacaladero en aguas de Terranova. En 1926 Pesquerías Paisatarras, la Vasco-Gallega, Senabre y Sibón, en 1929 Gumersindo Roura incorpora sus bous procedentes de Barcelona, en 1930 Salvador Correa. La reivindicación de mejoras ferroviarias a la meseta, quitar impuesto al hielo y creación de un varadero convertirían Cádiz en puerto puntero. En 1931 Ramón de Carranza mueve la base de sus catorce bous de Sevilla a Cádiz y Ramón Canosa los suyos desde Barcelona. La Guerra Civil frena la expansión pero la II GM incrementa el poderío de Cádiz como base de las flotas del norte y noroeste del país. La bonanza de los inviernos, las unidades de pesca que alcanzan caladeros más lejanos, los avances técnicos y la irrupción del congelado convierten a Cádiz en el séptimo puerto nacional en descarga de pescado. En 1962, de sus 159 unidades, 75 están matriculadas en Vigo, y la gran mayoría de las tripulaciones y de los patrones de pesca son gallegos
La flota Manchón-Ben y Marfa, S.L.
Paco Ben había sido socio financiero de un bonitero en su pueblo, el Puerto de Cillero de 1966 (La Voz 18.12.21), que vendió a Algeciras cuando surge la aventura de convertirse en armador junto a su hermano Antón y el alicantino Alberto Manchón representante de redes y efectos navales, que procede de la oficina administrativa de la armadora Landin&Villar. La sociedad Manchón-Ben S.L. encarga a Marítima del Musel un arrastrero de 38.4 metros de eslora por 7.70 metros de manga, 256 TRB con un MWM 1.150 HP. El Pacolo se estrena en 1973 y su mando corre a cargo de Antón y Paco relevándose. La buena marcha del negocio se expande en 1978 con la compra a la vasca Reinaku S.L. del bou Nuestra Señora de Erdotxa de 1968, un Freire serie 40 de 46.8 metros de eslora, 407 TRB. Equipado con un Deutz de 1.320 HP, se incorpora como armador el patrón celeirense Che Ramón Pino “da Chicota” y la sociedad se renombra Marfa, S.L. El crecimiento de flota es exponencial con la incorporación del M. González Amado (35.40 metros 238 TRB) Santa Marta (39 metros 287 TRB) Foque (ex Arnoya, rampero de Gondán de la serie 44 metros 443 TRB). En la década de los años 90, Pacolo vende su parte de empresa, que acomete una renovación de flota. Se desguaza el Erdotxa, se vende el Foque, se exportan el Santa Marta y Amado a Mauritania y se construyen en Astander los ramperos congeladores Cillero y Crevillente de 39.70 metros eslora y 440 TRB. El siglo XXI vive los vaivenes políticos de los estados ribereños africanos y la dificultad de acceso a caladeros. Marfa arranca con dos nuevas unidades de Astilleros de Huelva, el Playa Victoria y el Caminero de 39 metros y 492 TRB. Al tiempo que se exporta a Argentina el Crevillente en 2003, se desguaza el emblemático Pacolo en 2005 y se desguaza el Cillero en 2007. La empresa desaparece definitivamente con la adquisición de las dos últimas unidades por Pescanova y su exportación a Argentina en 2012, coincidiendo con el ocaso del otrora importante puerto pesquero de Cádiz.
Los Bous de Cádiz
Dos de las mejores opciones, económicas y de progreso laboral en los años 40 y 50 eran el bacalao y los bous de Cádiz, las dos eran duras y penosas. El patrón de pesca de aquellos viejos trawlers, importados de Inglaterra casi todos, era un cargo de gran relevancia social por cuanto disponía del poder de elegir a su personal. Así como las parejas y tríos de Cádiz eran gentes del sur y levante, las bakas de arrastre las patroneaban alicantinos y gallegos del sur, los bous eran mandados por profesionales del norte gallego que habían relevado a los franceses, nombres como los coruñeses Antonio Lorenzo “Raku” de la casa Rey, Benito Vidal de Lamigüeiro, el xovense Benigno Fraga y Manuel Piedad ambos de casa Ojeda.
Antonio Ben Insua “Anton da Caminera” (1928-2006) llegó a Cádiz como marinero abordo del bou coruñés Francisco patroneado por el vicedense Eliseo, inglés adquirido para la pesca por Freixa Hnos. S.L. y que era de Francisco Rey. Su capacidad y conocimiento le hizo escalar hasta contramaestre, cargo previo a convertirse en patrón de pesca, distancia que acortó en la Escuela Náutica de Cádiz para pasar a segundo patrón con el celeirense Modesto López “da Chicota” en los bous de la Viuda de Canosa, de vuelta a la armadora coruñesa de Rey pasa al Salmón y al Antonio Lorenzo donde releva al famoso “Raku” con Manolo Alonso “do Carrizo” de segundo. Su demostrada valía le llevan a estrenar en 1962 el Argonte, un moderno bou diésel de Astano-Ferrol con 50 metros de eslora, 496 TRB y un MTM de 1.200 HP. El buen momento que vive el banco canario-sahariano y la presencia del hermano mayor arrastra a Vicente Ben Insua “Chente da Caminera” (1933-1992) y Francisco Ben Insua “Pacolo” (1935-2013) al finalizar la mili, a la aventura gaditana. La valía personal y profesional de ambos no desmerecen la de su hermano mayor. Paco relevará a Antón en los bous de Rey con futuros capitanes como Arturo Santos a sus órdenes, Chente ocupará durante mucho tiempo el mando de los modernos bous de la casa Senabré Verdú, el San Gregorio al que sustituye su sobrino Antón Pérez Ben y el Ignacia María antes de pasarse a los barcos de sus hermanos. Chente, que no se unió a la sociedad armadora familiar, murió por un infarto cuando regresaba de marea rumbo a Cádiz a la altura de Las Palmas abordo del Nuestra Señora de Erdotxa.