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La pesca no se resigna

Torcuato Teixeira PORTAVOZ DE LA PLATAFORMA EN DEFENSA DE LA PESCA Y DE LOS ECOSISTEMAS MARINOS

PESCA Y MARISQUEO

Tino García

28 feb 2023 . Actualizado a las 21:21 h.

La resignación es un suicidio diario, decía un poeta clásico. Bueno, pues debemos avisar al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), que no nos vamos a resignar.

Vamos a luchar por vivir, por vivir dignamente de nuestros mares, respetando, como llevamos haciendo muchos años, nuestros ecosistemas para que las generaciones futuras puedan seguir viviendo también de la pesca.

Vamos a luchar para que se respeten nuestros caladeros, nuestras aves marinas -que también las consideramos nuestras-, y tantos mamíferos marinos que muchas veces nos acompañan en total armonía mientras pescamos.

Vamos a luchar para desenmascarar este engaño de vendernos una planificación desordenada, sin información y sin respeto a la biodiversidad de nuestros mares y a nuestros pescadores como lo mejor para ellos, para toda la sociedad civil y como lo mejor para la lucha contra el cambio climático.

Lo presentado este martes 28 de febrero, que quedara señalado como el día de la ignominia para la pesca española, es un ataque directo a la linea de flotación de la pesca y de nuestros ecosistemas.

Podíamos esperar este proceder de la Comisión de Pesca, pero del Gobierno propio sería impensable. Desprecian el impacto socioeconómico que tendría expulsar a la pesca de amplias zonas donde faenamos, desprecian el impacto que puedan tener estos macropolígonos, que, entre otras cosas, cambian el devenir de las corrientes marinas, desprenden energía electromagnética y producen cambios en la temperatura del mar y de la superficie donde se instalan, según las experiencias en el mar del Norte.

Si en el Miteco piensan que pueden sacrificar a nuestro sector y nuestros ecosistemas a través de los planes de ordenación del espacio marino (POEM), son más ignorantes y soberbios de lo que el sector pensaba.

El sector no dice no a estudiar si es posible implementar instalaciones eólicas en nuestros mares. Es el principal interesado en luchar contra el cambio climático, pero reservar casi 5.000 kilómetros cuadrados para estas industrias sin contar con la necesaria y mejor información sobre los posibles impactos es tirarse al monte. Y de paso, poner en la picota a un sector estratégico y vital en muchas partes de España y declarado esencial en plena pandemia.

Esto acaba de empezar y no nos vamos resignar señora Ribera. Los aplausos que recibirá del oligopolio energético y de importantes fondos de inversión que se relamen pensando en el negocio que les pone a sus pies, no le van servir para lavar la mala conciencia que le tiene que quedar por haber intentado enterrar a la pesca española. ¡Larga vida a la pesca y a nuestros ecosistemas!