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Pesca ilegal: No es ninguna risa, ¡eh!

La Voz

PESCA Y MARISQUEO

ANGEL MANSO

Pesca España organiza en A Coruña la jornada La pesca ilegal no es una broma, para sensibilizar sobre el problema que significa la entrada de producto extraído ilícitamente en el mercado comunitario

22 jun 2024 . Actualizado a las 23:10 h.

La pesca ilegal no es una broma. Pero mejor tomársela con humor porque habela, haina. Así lo está haciendo Pesca España, la asociación creada por varias organizaciones de productores pesqueros para defender al sector y promocionar el consumo de pescado. Tratar con el humor que proporciona la ingesta de proteínas marinas —científicamente probado, resalta Javier Garat, presidente de la entidad— un tema que, en realidad, es muy serio.

Porque pesca ilegal no es que un marinero descargue un congrio de 10 kilos infringiendo el margen de tolerancia que impone la Unión Europea (UE). Eso es pataca menuda (permítase la licencia cuando se está medio en serio medio en broma), y lo más probable es que se haya quebrantado porque «no siempre es posible cumplir la norma», aclaró Sergio López, gerente de la OPP Burela en el acto que ayer organizó Pesca España a las puertas del mercado de la plaza de Lugo, en A Coruña. Cuando se habla de pesca ilegal se habla de palabras mayores: IUU, en mayúsculas, por las siglas en inglés de pesca ilegal, no regulada y no reglamentada. Es esa que se ejerce sin licencia, sin observar las normas nacionales ni internacionales, que no se registra ni se somete a controles y que sigue entrando en el mercado de la UE, ese mismo en el que compiten las capturas de aquel pescador que infringió el margen de tolerancia porque no le pudo quitar un kilo al congrio que entró en el aparejo. ¡También es mala suerte que el pez no se diese cuenta de que iba de más en el aparejo! (Siguiendo en clave de humor).

De ahí la importancia de la trazabilidad del producto. De comprar dentro de los canales reglamentarios. Para que no ocurra lo que le pasó a Pepe Suevos, humorista que condujo la jornada, que acabó «triturando las rinchas que pescaron en la bocana de un puerto para usarlas como aceite para o coche». Y pudo haber sido peor. Porque aparte de ser competencia desleal para quien cumple las normas, constituye todo un riesgo sanitario.

Contra eso luchan las Administraciones. Pedro Riveiro, subdirector xeral de Pesca, desgranó el elenco de medios que la Xunta dedica al control y a la lucha del furtivismo. Unos números que dan pie a creer la afirmación del sector que «están más controlados que los narcotraficantes». Y Gonzalo Delgado, jefe de área de lucha contra la pesca IUU del Ministerio de Pesca también dio cuenta del férreo escudo que se despliegan, para el que además en Galicia se cuenta con 239 colaboradores de otros cuerpos, como apuntó Riveiro. El propio Tribunal de Cuentas de la UE suscribe que España tiene el sistema de control más potente del mundo.

Pero el problema más grave no está dentro de las fronteras. Ocurre que Europa tiene que importar el 70 % del pescado que consume. Y ahí llega mucho de flotas asiáticas y, sobre todo, de China. China que no gestiona la pesca, no proporciona datos y no firma los acuerdos internacionales como el del Estado rector del Puerto que la Administración se afana en hacer cumplir a todo el que entra en Europa. Y el pescado de esos países, a veces con mano de obra esclava, entra en el mercado comunitario, buena parte, además, sin aranceles. Y eso ya no hace gracia. No es ninguna risa, ¡eh!