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Cuando se juega con la vida de los pescadores

Aetinape

PESCA Y MARISQUEO

Imagen de archivo de un pesquero español navegando por Gran Sol con temporal
Imagen de archivo de un pesquero español navegando por Gran Sol con temporal

07 ago 2024 . Actualizado a las 05:05 h.

Tanta manipulación y tantos ríos de tinta a lo largo de estos últimos años para buscar la forma de manipular la realidad sobre los datos oficiales del número de titulados y alumnos náutico-pesqueros hasta que consiguieron generar una enorme fake new. Y la administración pesquera se doblegó e hizo suya esta mentira hasta devaluar la formación modificando un real decreto y facilitando el acceso a puestos de responsabilidad a bordo, con bajos niveles de formación, con lo que eso conlleva para la seguridad de las tripulaciones.

Como queda demostrado, el problema del relevo generacional está en la inmovilidad de quienes tienen que motivar con mejoras socioeconómicas, laborales, fiscales… En definitiva: humanizar el trabajo en el mar. Es la única receta para ese problema.

Evitar o al menos mitigar la pérdida de vidas humanas en el mar debería ser el norte de todos los agentes del sector, especialmente de los funcionarios y políticos que no cumplen son su obligación de una manera rigurosa, cuando deben extremar escrupulosamente el control en la formación de mandos y tripulantes.

Por estas y otras reflexiones la actitud hasta ahora de la administración pesquera española haciendo de portavoz de esta «argucia» llegó a hacerle un daño irreversible a titulados, alumnos, escuelas y al rigor de la formación y la seguridad. Reconocemos este cambio de opinión, forzado por la realidad de un estudio riguroso.

Es necesario afrontar profundas reformas, y quienes han comprado esta «mercancía averiada» desde la Administración pública deben pedir perdón y empezar a recuperar los niveles de formación y prestigio que nos lleven a la vanguardia de la seguridad marítima.

Es indecente «chalanear» con asuntos de tanto calado que afectan directamente a la vida de las tripulaciones. No valen los «atajos» ,y como siempre, aquí nadie dimite.