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«Existe una leyenda negra con la pesca gallega que es absurda»

d.s. REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

BASILIO BELLO

11 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

López Veiga (A Coruña, 1947) tiene un cierto resquemar porque se haya diluido el papel «importante» de Galicia en la Armada española o el descubrimiento de América, pero este biólogo y conselleiro de Pesca en dos etapas cree que es más difícil ocultar su trascendencia en la pesca.

—¿A que responde su libro?

—Después de dedicar gran parte de mi vida a asuntos del mar, me he di cuenta de que la historia enseña mucho y me pareció conveniente hacer un trabajo de síntesis que no existía. Hay grandes trabajos, como el de Elisa Ferreira Priegue, pero no una síntesis completa, así que espero que pueda servir para entender la economía marítima de Galicia, aunque solo sea para llevarme la contraria.

­—¿Qué papel jugaron los fomentadores catalanes para crear el sector que hay hoy en día?

—Fue esencial, llegaron a Galicia tras los Decretos de Nueva Planta de los borbones y se quedaron propiciando que exista una industria del salazón y la conserva, hicieron lo que nosotros hacemos ahora en Namibia, trajeron el know how y un impulso que permitió modernizarnos, demostrando que las sociedades abiertas son las que más progresan.

—En un pasaje alude a la botadura del Fairtry, el primer arrastrero congelador, ¿que supuso?

—Lo explica muy bien Paz-Andrade en La marginación económica de Galicia. La bajura estaba proporcionando expertos, lo que facilitó el paso al arrastre, primero al Gran Sol, y con el nacimiento de Pescanova vieron la posibilidades que aportaba el congelado y los caladeros lejanos como Sudáfrica. Supuso la industrialización del sector y fuimos capaces de convertirnos en una gran potencia pesquera, que aún lo seguimos siendo, de otra forma, generando toda una industria de frío y procesado en tierra.

—¿De dónde procede la mala fama de la pesca española como depredadora de los mares?

—Nunca fuimos buenos en márketing, nos pasó con la leyenda negra de la colonización de América. El despegue de la flota de gran altura nos cogió todavía con Franco, y fuimos un chivo expiatorio propicio para pagar el pato y acusarnos de esquilmar y de otros males del mundo. No supimos reaccionar bien y lo arrastramos hasta el ingreso en la Unión Europea, que tuvo mejor tratamiento la conserva marroquí que nuestro sector pesquero.

—¿Existió entonces una leyenda negra con la pesca gallega?

—Existió y todavía existe una leyenda negra con la pesca gallega que es absurda. Cuando más sobrepesca hubo fue con el bacalao en el mar del Norte, y ahí nunca tuvimos cupo, y Canadá o Noruega también nos usaron como el bicho exterior en el que cargar sus culpas. Y ahora hay una segunda oleada falsamente ambientalista, que nos dicen que la pesca provoca poco más o menos que el cambio climático. Y como bien explica Ernesto Penas en su libro La proteína azul, lo dicen oenegés pagadas por el lobby del petróleo. Es el colmo, a ver si llega un comisario europeo capacitado para llevar pesca.

—¿Qué comisario fue el mejor?

—Lo sorprendente es que echo de menos al austríaco Franz Fischler, con él se podía razonar, y desde luego Manuel Marín tuvo un desempeño ejemplar.