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Concesiones, una solución factible para resolver el futuro de los muelles de A Coruña

Ana González Núñez
Ana González A CORUÑA / LA VOZ

PUERTOS

Ciudades como Barcelona, Málaga y Santander integraron sus puertos en la trama urbana y ceden espacios para múltiples actividades

10 mar 2024 . Actualizado a las 21:58 h.

Mientras continúan las negociaciones sobre el futuro de la fachada marítima de A Coruña, la Autoridad Portuaria tramita una concesión a la Fundación Marta Ortega Pérez (MOP) para continuar con su acción cultural en el muelle de Batería. Esta noticia abre el debate sobre si este modelo de cesión de uso del terreno se puede replicar en los muelles de Batería y Calvo Sotelo para solucionar el futuro de la fachada marítima, ya que es una vía que genera ingresos y permite a la gente disfrutar del lugar.

La entidad que rindió homenaje en los últimos años a los fotógrafos Peter Lindbergh, Steven Meisel y Helmut Newton con exitosas exposiciones quiere ocupar el espacio durante nueve años —la concesión será de seis, con posibilidad de prorrogar tres más— e invertir en sus actividades 97 millones de euros. Dentro de este importe, 240.000 anuales serán de tasas portuarias (casi 2,2 millones en todo el período), lo que ayudará al Puerto a hacer frente a la deuda que contrajo por la construcción del puerto exterior, que nació de una decisión estatal. La adjudicación de 13.697 metros cuadrados de superficie portuaria a la Fundación MOP fue aplaudida por todas las instituciones. «Estamos todos orgullosos de que sigan desarrollando actividades culturales de nivel para poner a A Coruña en el mapa», remarcó al respecto la alcaldesa, Inés Rey.

El aprovechamiento de este terreno liberado para la organización de muestras culturales supone una forma de abrir los muelles al público, pero con una retribución para el titular del suelo que podría desatascar las conversaciones entre las Administraciones. Esta negociación estuvo bloqueada más de dos años precisamente por un tema de fondos, pues la Xunta y la Autoridad Portuaria consideraban que los terrenos debían ser comprados por una institución pública, debido a la negativa de Puertos del Estado a condonar la deuda que asciende a 286 millones de euros. Primero, el Gobierno gallego se ofreció a comprar el 51 % de Batería y Calvo Sotelo, pero el Ayuntamiento rechazó la proposición y planteó adquirir el 75 % de estos muelles para que ganaran la titularidad municipal. Las otras dos partes aceptaron, de modo que el Ejecutivo gallego se quedaría con el 20 % y el Puerto con un 5 %, pero, finalmente, el gobierno local se echó para atrás porque la Marea, que era entonces su principal socio, se oponía a pagar por un suelo que ya es público. El Concello sigue ahora en la línea de no comprar los muelles para sufragar la deuda, pero retomó en noviembre del 2023 las conversaciones con la Autoridad Portuaria y la Xunta para diseñar una hoja de ruta para el futuro de los terrenos. Sin embargo, esta negociación está siendo discreta, pues no ha trascendido ninguna propuesta.

Muelles Liberados

Batería y Calvo Sotelo suman más de 80.000 metros cuadrados. Si este modelo de concesiones para actividades culturales o de ocio se extendiera al resto de terrenos liberados, la Autoridad Portuaria podría estar más desahogada económicamente, teniendo en cuenta que son más de 80.000 los metros cuadrados de muelles libres entre Batería y Calvo Sotelo —100.000 con Trasatlánticos, que seguirá acogiendo cruceros—. Además, los terrenos seguirían siendo públicos, ya que no se venderían. De optarse por esta conocida fórmula, se podrían urbanizar los muelles y los vecinos disfrutarían de ellos con actividades. Y todavía queda el espacio de San Diego cuando se desocupe por completo, cuyo futuro se debe incluir en el protocolo de las Administraciones.

El Centre Pompidou de Málaga se sitúa en uno de los muelles interiores de la ciudad andaluza.
El Centre Pompidou de Málaga se sitúa en uno de los muelles interiores de la ciudad andaluza. AUTORIDAD PORTUARIA DE MÁLAGA

Málaga

El Centre Pompidou lidera la oferta cultural. A Coruña no sería la única urbe en basar el uso ciudadano de su puerto en concesiones, pues existen ejemplos en diferentes lugares de España. Uno claro es el de Málaga, que experimentó un momento clave a finales del siglo pasado, cuando sus muelles interiores se quedaron pequeños para el aumento de tamaño de los barcos. Entonces comenzó un proyecto para construir otras dársenas, acompañado de un plan especial que tuvo el objetivo de remodelar los 200.000 metros cuadrados de terrenos internos e integrarlos en la trama urbana. El muelle 1 abrió al público en el 2011, gestionado por una empresa y dividido en dos alturas. La superior forma un camino para pasear junto al mar y su plano inferior mezcla la restauración con el comercio, aparcamientos subterráneos y otras actividades. Su oferta cultural está liderada por el Centre Pompidou Málaga, la primera sede de este museo que se ubica fuera de Francia, situada en un cubo de colores concebido específicamente para la actividad cultural. Un segundo muelle se convirtió en el Palmeral de las Sorpresas, donde se levantan tres edificios. Uno de ellos es una estación marítima para buques de crucero de lujo y los otros se destinan a otros usos, con la sede de la Agencia Digital de Andalucía, porque el puerto forma un eje tecnológico, con el centro de ciberseguridad de Google muy cerca.

La Fundación Botín gestiona su centro de arte en el puerto de Santander, tras haber urbanizado la zona.
La Fundación Botín gestiona su centro de arte en el puerto de Santander, tras haber urbanizado la zona. AUTORIDAD PORTUARIA DE SANTANDER

Santander

La Fundación Botín es la referencia. Otro caso reseñable en la península es la capital cántabra, cuyo proyecto de remodelación del frente marítimo afectó a 600.000 metros cuadrados. Tras varios acuerdos entre Administraciones sobre la gestión del espacio, se construyó el Centro Botín en el muelle de Albareda, un edificio proyectado por el arquitecto Renzo Piano. Lo administra la Fundación Marcelino Botín-Sanz de Sautuola y López mediante una concesión administrativa y se ha convertido en un importante atractivo turístico, pues incluye unas escaleras y balcones de acceso libre para ver el mar. Además, fue la propia fundación la que se hizo cargo de la adecuación del entorno y la adquisición del mobiliario urbano, luminarias y espacios verdes, así como de las obras de soterramiento del vial que separa los jardines de la zona cedida. También destaca en el puerto de Santander la sala de exposiciones de la colección Enaire de Arte Contemporáneo, en un edificio que antes albergaba el archivo general de la Autoridad Portuaria. Se puso a disposición de la Fundación Enaire mediante un convenio.

Barcelona

Port Vell, un modelo diferente que forma un epicentro de ocio. El Puerto de Barcelona creó en 1988 la Gerencia Urbanística Port Vell, una entidad pública participada por diferentes Administraciones para gestionar un espacio de ocio sin vender el terreno portuario. El proyecto de Moll de la Fusta fue la primera actuación para integrar el muelle en la vida urbana. Se transformó un espacio de 560.000 metros cuadrados, con la incorporación de equipamientos de cultura, ocio y turismo. Actualmente es una de las zonas más importantes de Barcelona y genera importantes ingresos, también con fórmulas de concesiones.

Avilés

Con el Niemeyer como principal reclamo. Otro centro cultural de referencia que involucra a una Autoridad Portuaria es el diseñado por el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer en la ciudad asturiana de Avilés, su única obra en España. Se trata de un mayúsculo complejo de exhibición artística y cultural que se levanta junto a la ría, al lado del puerto deportivo, y se ha convertido en un reclamo turístico.

MARCOS MÍGUEZ

O Parrote, un terreno portuario para los ciudadanos con gran afluencia y diferentes usos

No es necesario irse lejos para comprobar el funcionamiento de las concesiones de espacios públicos, pues en A Coruña hay varias, tanto del Ayuntamiento como de la Autoridad Portuaria, propietaria de la zona de O Parrote, un espacio que recibe una importante afluencia diaria de vecinos y turistas que van a pasear. Funciona gracias a un convenio entre ambas Administraciones, mediante el cual el Concello asume las competencias de seguridad, iluminación y limpieza en las áreas portuarias abiertas a la ciudadanía.

Precisamente, en la explanada de O Parrote se erige un local en el que la Cámara de Comercio de A Coruña creará un nuevo club. La mitad del centro será de libre acceso, con una opción de hostelería de la que podrán disfrutar todos los interesados, y el resto se destinará a actividades para empresarios. La organización invertirá dos millones de euros para las obras de rehabilitación y reforma.

Otra concesión es la del párking de O Parrote, que fue inaugurado en el 2014, gestionado por Copasa, y que supone una ayuda a los conductores para estacionar en el centro de una ciudad con pocas plazas. Muy cerca se encuentra Palexco, un palacio de congresos que acoge una multitud de jornadas, charlas, encuentros, eventos y exposiciones, con unas vistas únicas en una zona privilegiada.

A unos metros, cuenta con la concesión de un edificio el Real Club Náutico de A Coruña, con actividades sociales para sus socios. Caminando hacia el dique de abrigo, se disponen varios edificios con restauración, clubes deportivos y otras prestaciones, que también son concesiones administrativas.

La plataforma de baño

Esta cara de la ciudad sigue adaptándose al ocio de las personas. Prueba de ello es la plataforma de baño y deportes náuticos que impulsan la Xunta y la Autoridad Portuaria y que, según la última estimación, estará lista en el verano del 2025, después de varios atrasos en su tramitación. Este nuevo espacio para el disfrute del agua, en el que se practicarán remo, paddle surf y otros deportes, tendrá una construcción de madera que albergará un quiosco con mesas de terraza, para poder tomar un refresco o un helado en junto al mar después de practicar una actividad deportiva. Esta pequeña cafetería también será explotada previsiblemente por una empresa, mediante una concesión administrativa.

Y es que la fórmula de las cesiones a cambio de un pago, a modo de alquiler, es de sobra usada y conocida en todas las ciudades y por todas las Administraciones. Es un sistema que podría permitir el triple objetivo que se persigue en los muelles: mantener la titularidad pública, obtener ingresos y el disfrute de los ciudadanos.