Los cómicos de la televisión estadounidense se vuelcan con Jimmy Kimmel tras la cancelación de su programa

Lucía Nieto / M.P. REDACCIÓN / LA VOZ

TELEVISIÓN

David Swanson | REUTERS

La decisión de la cadena ABC de dejar de emitir indefinidamente «Jimmy Kimmel Live» por los comentarios de su presentador sobre la muerte de Charlie Kirk, desató una ola de apoyos en defensa de la libertad de expresión

19 sep 2025 . Actualizado a las 19:46 h.

El humor tiene límites y, en ocasiones, bromear sobre determinadas personas o asuntos puede acarrear consecuencias. Jimmy Kimmel lo comprobó en primera persona: su programa fue suspendido indefinidamente tras un chiste en directo sobre la muerte de Charlie Kirk, activista conservador cercano a Donald Trump, fallecido el pasado 10 de septiembre

La decisión de ABC, cadena dónde se emitía, generó reacciones encontradas y numerosas muestras de apoyo al presentador. En las últimas 24 horas, varios compañeros de otras parrillas televisivas se solidarizaron con él e ironizaron sobre la posibilidad de «ser censurados por posicionarse en su favor». Entre los apoyos destacó el de Jon Stewart, que llevó su defensa un paso más allá.

El conductor de los lunes de The Daily Show retrasó al jueves su emisión semanal en señal de apoyo a Kimmel. La entrega, centrada de lleno en la polémica, se tituló «El manual de Jon Stewart sobre la libertad de expresión en la gloriosa era Trump tras su paso por el programa de Kimmel». Durante 23 minutos analizó el caso acompañado por la periodista filipina y premio Nobel de la Paz Maria Ressa, autora de Cómo luchar contra un dictador.

«Algunos detractores podrían argumentar que las preocupaciones de esta Administración sobre la libertad de expresión no son más que una maniobra cínica, un engaño endeble, una cortina de humo para ocultar una concentración de poder sin precedentes y una intimidación unitaria; carente de principios y fríamente opuesta a cualquier experimento de gobernanza en una república constitucional», dijo Stewart y añadió que «algunas personas dirían eso. Yo no, claro... A mí me parece estupendo»

Con un decorado que evocaba el Despacho Oval, también abordó también la visita de Trump al Reino Unido y advirtió que Estados Unidos está en un momento crucial de su democracia, que requiere que todo el mundo se una en su defensa. Su intervención, acompañada de fotografías y vídeos, combinó sátira y crítica política.

Reacciones en cadena

Aunque la defensa de Stewart fue la más elaborada, no estuvo solo. Seth Meyers abrió su programa con un mensaje de respaldo a Kimmel y una advertencia: «La Administración Trump está tomando medidas drásticas contra la libertad de expresión». Bromeó con un irónico «siempre he admirado y respetado a Trump», dejando entrever un temor compartido a la censura.

Su espacio contó con invitados de peso, entre ellos Barack Obama y Bernie Sanders. «Es un honor llamar amigo a Jimmy Kimmel», afirmó Meyers, antes de insistir en que seguirá conduciendo su show «con entusiasmo e integridad». El momento se cerró con una pedorreta, recurso cómico que rebajó la tensión.

«Esta noche, todos somos Jimmy Kimmel», proclamó el también presentador Stephen Colbert en la apertura de su late night. Poco después calificó lo ocurrido de «censura flagrante». Añadió: «Con un autócrata no puedes ceder ni una pulgada. Si ABC piensa que esto va a satisfacer al régimen, son lamentablemente ingenuos». Colbert recordó, además, que su propio espacio terminará en mayo del 2026, decisión que CBS justificó por motivos financieros y que Trump celebró públicamente. 

Jimmy Fallon, también amenazado por Trump, reconoció su desconcierto: «No sé qué está pasando. Nadie lo sabe, pero sí sé que Jimmy Kimmel es un tipo decente, divertido y querido, y espero que vuelva».

Por último, el veterano David Letterman, durante un festival, fue tajante: «¿Todos vemos hacia dónde va esto, verdad? Hacia el control de los medios de comunicación. No se puede despedir a gente por miedo o para congraciarse con una Administración autoritaria y criminal. Así no funcionan las cosas». Recordó, además, que tras décadas de carrera entrevistando a presidentes nunca había sido cuestionado por sus críticas.

Mientras tanto, el líder republicano amenazó, a su regreso del Reino Unido, con retirar los permisos de emisión a las cadenas que lo cuestionen, asegurando que una licencia «no autoriza a ir en contra del Gobierno».