INMIGRANTE BRASILEÑO
26 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Los del Mayo del 68 querían llevar la imaginación al poder. Un polifacético brasileño de Salvador de Bahía, que se afincó en Vigo hace casi cinco años, está llevando la originalidad a las camisetas. «Las personalizo», dice. Tiene un amplio muestrario, de imágenes y textos, modificados siempre a gusto del consumidor en su tienda en el número 22 (bajo) de Príncipe. Ya ha conseguido unas ventas de alrededor de cinco mil al año, pero no se conforma: «Quiero convertirme en el Amancio Ortega de las camisetas». -La emigración. Siempre le digo a mi amigo Carlos Núñez que Vigo es para mí como Salvador de Bahía, muy parecido. Me encuentro muy contento. -¿Cómo se le ocurrió lo de personalizar las camisetas? -Fuí camarero, pintor, futbolista... Soy un hombre polifacético. Incluso trabajé como actor de cine en alguna película, también hice televisión y teatro, hasta que conseguí encontrar un punto para expresar mis pensamientos y eso me lo permite las camisetas. -¿De todos los colores y para todo el mundo? -Sí, hay variedad. Puede ser para un niño o para su abuelo. Y para plasmar cualquier motivo social, desde una boda o un bautizo a una despedida. -Tiene ahí una fotografía con el futbolista brasileño Pelé, ¿cómo consiguió que se pusiera la camiseta? -Siempre tengo el detalle de regalarle una a algún famoso y a Pelé, como también fue ministro de Brasil, le obsequié con una y se la puso, pero no en público. Se la entregué con motivo de la despedida a Maradona en Buenos Aires. Al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se la dí en una conferencia en Ourense. La de Corina Porro ponía «Vuelvo a Vigo a dos velas», en alusión a la Vuelta al Mundo de vela, pero no quiso ponérsela. -¿Otros personajes conocidos? -Sí, el cantante brasileño Carlinhos Brown. Nos conocíamos desde la infancia. Lo acompañé en su gira española, aunque me dijo (riéndose) que cuánto había para él. Futbolistas del Celta me las encargan. A Baiano, que es muy religioso, le hice una que dice «Quien es de Dios nunca coge peligro».