Japón se fija en las termas de las Rías Baixas para su población envejecida

alejandro martínez CUNTIS / LA VOZ

VIGO

Alejandro Martínez

Empresarios promueven el turismo gastronómico y de balnearios en el país nipón

08 abr 2019 . Actualizado a las 13:37 h.

Más del 20 % de la población japonesa supera los 65 años. El país asiático es el que tiene el mayor porcentaje de ancianos del mundo y la disminución de las personas en edad de trabajar es uno de sus grandes desafíos sociales, políticos y económicos. Pero lo que es un problema a más de 10.000 kilómetros de distancia puede ser una oportunidad de negocio en la provincia de Pontevedra. Así lo han visto un grupo de empresarios nipones, dispuestos a explotar una línea de negocio basada en ofrecer a sus mayores algo que les conviene mucho y de lo que las Rías Baixas pueden presumir: las propiedades terapéuticas de sus aguas termales.

Hiroko Ishihara, una de las emprendedoras, afirma que en las rutas que tienen previsto organizar incluirán otras localidades como Vigo y su entorno, Combarro y también tienen previsto incluir Santiago. Recientemente han mantenido un encuentro en las termas de Cuntis para asistir a un curso de formación, recibir asesoramiento y establecer contactos para promocionar el turismo termal en el país asiático. Quieren crear una corriente de visitantes con una propuesta de turismo termal y gastronómico.

Ruta termal

La Diputación de Pontevedra ya cuenta con una ruta de las villas termales, que constituye una oferta de ocio y bienestar que permite a los visitantes recorrer siete localidades de las Rías Baixas reconocidas por las propiedades medicinales. Caldas de Reis, Catoira, Cuntis, Mondariz-Balneario, O Grove, Ponte Caldelas y Vila de Cruces forman parte de esta ruta, identificada en el terreno con paneles informativos dotados de QR. Su interés trasciende el turismo de salud, ya que se configuran como destinos integrales que ofrecen cultura, naturaleza y gastronomía. Las Rías Baixas no fueron ajenas al fenómeno que se dio a lo largo del siglo XIX y hasta principios del XX, cuando florecieron en toda Europa los baños y balnearios. Por eso cuentan con grandes centros de atracción de bañistas, como Mondariz-Balneario o la Illa da Toxa. Algunas se han conservado hasta la actualidad, mientras que otras han desaparecido por las vicisitudes históricas. Sin embargo, su huella permanece en el paisaje, la arquitectura y la memoria.