Hosteleros de Vigo ejercen su derecho a conciliar en Fin de Año y Año Nuevo

b. r. sotelino / b. villaverde VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

«Mi hijo me abrazó cuando le dije que esta vez me quedaba en casa», explica Santiago Bello, gerente de El Mosquito

29 dic 2022 . Actualizado a las 23:48 h.

Cerrado por descanso delpersonal. Ni 24 ni 25 de diciembre, ni 31 ni 1 de enero. La hostelería va dejando poco a poco atrás el papel de mártir asignado a su sector, una característica que sufrieron en silencio generaciones anteriores con horarios interminables, días de libranza sin coincidir con los del resto del mundo y sin más vacaciones que los cuatro días seguidos del puente de agosto. Tras sesiones de duro trabajo comprobando que los esfuerzos laborales no daban el mismo resultado en la caja registradora, la estrategia de las nuevas generaciones del gremio pasa por disfrutar al menos, de lo que algún cursi bautizó como «tiempo de calidad».

Esa apuesta implica la renuncia a pingues beneficios en días de alta demanda de sus servicios, pero buena parte de los responsables de estos negocios no están dispuestos a dar su brazo a torcer en aras de la conciliación familiar. No todo el sector está dispuesto a abrir en los días clave de la Navidad. La noche de Fin de Año aún hay cierto abanico de alternativas, pero es complicado conseguir un restaurante en Vigo que abra en Año Nuevo. Este año es aún más difícil al coincidir el 1 de enero en domingo, que es, junto a los lunes, uno de los favoritos de los hosteleros para su descanso.

Santiago Bello, gerente del restaurante El Mosquito, explica que los días de las fiestas navideñas son los únicos del año en los que cierran puertas y apagan fogones. «Es obligatorio o los hijos nos echan de casa», bromea. El profesional reconoce que pierden ingresos. «Si abriésemos llenaríamos cinco restaurantes tranquilamente, pero no todo es trabajar. También hay que vivir y estar con la familia, es algo que hemos decidido desde hace tiempo en casa, y así de fácil. No hay discusión», zanja. Su experiencia previa le ha llevado a tomar esta determinación. Bello recuerda que antes de coger El Mosquito era metre en el Hotel Balneario de Mondariz y le tocaba todos los fines de año. «Hace 9 que estamos con el restaurante y el primer diciembre, mi hijo me preguntó si iba a trabajar ese día. Le respondí que no y me dio un abrazo. Me dije que jamás. Es innegociable».

La fluctuación al alza de los precios de las materias primas en temporada alta complican los menús cerrados para muchos profesionales. «La única solución es dejar de hacerlo. Dependemos de lo que haya en el mercado y sobre eso vamos modificando importes. No los cerramos porque es imposible», justifica.

La presidenta de la asociación Vigo Gastronómico, Raquel Ogando, responsable a su vez del restaurante Lume de Carozo, recalca que esa es la tónica entre las empresas pequeñas y familiares con poco personal. «Hay un cambio de tendencia, ya no solo por conciliación sino por gestión de volumen de trabajo. Es una opción que hemos tomado porque no todo es dinero y no todo es trabajo, valoramos también disfrutar de vez en cuando de otras cosas y creo que así debe ser», opina ella y el resto de los que forman parte de la asociación que preside. Todos ellos decidieron no trabajar en las citadas fechas, y como ellos, el 90 por ciento de los establecimientos del Casco Vello porque la mayoría responden a ese perfil de empresa pequeña y familiar. Y en el caso del local de Ogando, «también el 6 de enero».

Para conseguir una mesa en Fin de Año hay que recurrir a los hoteles, aunque muchos tienen plazas cubiertas desde mediados de mes. Beira, el restaurante del Hotel Aticca, en Samil, es uno de ellos. Completo para cenar en Fin de Año y para comer en Año Nuevo. Para la primera comida del 2023 en Vigo hay opciones como el italiano La Tagliatella, Pura y Concha en el Bahía, o se puede recurrir a clásicos como el Soriano, el asador Los Abetos, en Nigrán o multinacionales de la restauración y la comida rápida, que no cierran nunca.

As Travesas retoma uvas, campanadas y baile

Tras dos años sin que se pudiese realizar debido a las restricciones derivadas de la pandemia de covid, la asociación de comerciantes Aetravi recuperará el sábado por la noche la fiesta de fin de año en As Travesas.

Los comerciantes de la zona quieren que este retorno sea espectacular y para ello han preparado una serie de actividades que ya comenzarán a las cinco de la tarde. Será en ese momento cuando comience el montaje del escenario donde actuará la orquesta La Fórmula, una de las grandes atracciones de la actividad festiva.

A las once de la noche quedará cerrada al tráfico la plaza de América para que las personas que decidan recibir el nuevo año puedan ocupar todo el espacio público. Desde ese momento ya habrá ambientación musical en As Travesas.

 Desde las 23.30 horas se iniciará el reparto de las uvas y, a las cero horas, el carillón del Instituto Santa Irene comenzará a dar las campanadas que marcarán el inicio del año 2023. En el momento que concluyan las campanadas comenzará la actuación de la orquesta La Fórmula.

Explican los comerciantes de la zona que en torno a la una y media de la mañana se acercará el alcalde Abel Caballero para brindar junto con los presentes por las bondades del nuevo año.

La verbena protagonizada por la orquesta concluirá en torno a las tres de la mañana, pero no acabará en ese momento la fiesta. A partir de entonces, la dirección musical pasará a manos de Dj Yennia, que mantendrá el ritmo de la noche más alegre del año hasta las cinco de la madrugada, momento en el que concluirá la fiesta en la plaza de América, pero que seguramente continuará en otros puntos de la ciudad.

Fiestas para despedir el año antes del 31

Otra tendencia al alza son las fiestas pre-Fin de Año. Templo e Island Club lo celebraron el 2 de diciembre con uvas y cotillón. Se suma también a la corriente la nueva discoteca Origen, en la zona de Churruca. Festejando su reciente apertura, organizan hoy una fiesta de pre-Fin de Año con entrada libre. Y otra el 31.