Los otros tesoros que emergen al fondo de la ría de Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

El entorno de la ensenada de San Simón reúne una gran riqueza histórica y natural

23 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El río Verdugo desemboca actualmente en la ensenada de San Simón, pero no siempre fue así. Hace varios miles de años, prolongaba su cauce hasta detrás de la Cíes, cuando estas todavía no eran islas. Tras el final de la última glaciación, la subida del nivel del mar convirtió aquel valle fluvial en la actual ría. En esa ensenada de San Simón, ahora convertida en la parte más interior de la ría, se concentra una enorme riqueza patrimonial y natural que puede ser apreciada de una forma cómoda o también a través de caminatas por senderos bien señalizados.

El elemento histórico más reseñable se sitúa en la propia ensenada, escenario de la batalla de Rande de 1702, que enfrentó a una flota anglo-holandesa y otra hispano-francesa. El único elemento material que se conserva de aquella acción, enmarcada en la Guerra de Sucesión, está en el municipio de Redondela. Son los restos del castillo que defendía la orilla sur del estrecho de Rande. Antes de que existiese el puente ya estaba muy deteriorado, pero durante su construcción aún se destruyó más debido a que le espetaron varios pilares en su interior. La visita a este elemento se puede completar accediendo al centro de interpretación de la batalla, conocido como Meirande. Allí se puede obtener una visión histórica de aquel acontecimiento que, muchos años después, dio pie a la leyenda del tesoro de Rande y a su universalización a través de la obra de Julio Verne. Justo al lado sobrevive el cargadero de mineral conocido como Coto Wagner. Desde allí salió parte del wolframio que los nazis emplearon para blindar sus tanques en la Segunda Guerra Mundial.

En medio de la ensenada se sitúan las islas de San Simón y San Antón, con una larga historia documentada por arqueólogos e historiadores. Centro monástico, lazareto y campo de concentración de prisioneros republicanos durante la guerra civil son algunas de las referencias históricas de este lugar. Hace unos años fueron rehabilitados los edificios que contienen las islas por el arquitecto César Portela. El lugar se puede visitar en ciertas épocas del año, como ahora, en Semana Santa. Hay que consultar los horarios de las navieras de transporte de ría.

Desde el punto de vista medioambiental toda la ensenada está incluida dentro de la Red Natura 2000, la red europea de áreas de conservación de la biodiversidad. Es un espacio especial debido a que en la ensenada confluyen las aguas saladas del océano y las dulces del Verdugo. Es una zona con una alta concentración de aves, muchas de ellas de paso en sus movimientos estacionales.

Ya en el municipio de Soutomaior se sitúa el puente medieval de Pontesampaio. Debido a su posición estratégica, fue un punto vital en el sistema defensivo del ejército español durante la Guerra de la Independencia. Allí, en junio de 1809 se frenó el contraataque francés que siguió al levantamiento de Vigo y Tui. Muy cerca del puente se halla la isla Medal o también conocida como Insuíña, un espacio de gran belleza que puede ser visitado ya que está unida a tierra firme por un puente. Perteneció a Antonio Medal, aunque ahora es de titularidad estatal.

En el entorno de Arcade dan comienzo una serie de senderos no demasiados largos que ayudan a observar de una forma más amplia la desembocadura del Verdugo. Uno de ellos es el que asciende al mirador del monte Caritaina, donde hay un banco desde el que se puede observar la ensenada con cierta perspectiva.

Hacia el otro lado de la ensenada, ya en el municipio de Vilaboa, es de obligada visita el complejo salinero del río Ulló. Funcionó como productor de sal marina entre los siglo XVI y XVIII, casi al mismo tiempo que las salinas de la Xunqueira del Lagares. Antes de recorrerlas, es recomendable acceder al sitio web salinasdoullo.gal para obtener amplia información sobre este espacio de gran interés etnográfico y medioambiental. Hay un molino de marea, un elemento muy singular por esta zona, que está vinculado a la propia salina.

En la parte más alta del ayuntamiento se sitúa el lago Castiñeiras, en los límites con el municipio de Marín. Es una extensa zona de ocio con miradores extraordinarios a la ría, entre los que destaca el de Cotorredondo, situado a más de 500 metros sobre la ensenada que recorremos en esta ruta. En esa misma zona, se encuentra un conjunto de enterramientos megalíticos, entre los que destaca la Mámoa do Rei. Es un dolmen reconstruido que tiene el valor de mostrar cómo era el pasillo de acceso a las cámaras funerarias. Tiene una antigüedad aproximada de cinco mil años.

De retorno al borde litoral de la ensenada de San Simón se encuentra uno de los hórreos más grandes que existen en Galicia. Es el canastro de piedra de la rectoral de San Martiño, Está sostenido por 36 pies de granito, dispuestos en tríos.

Siguiendo la línea de costa hacia el oeste, pocos metros antes del llegar al puente de Rande, se encuentra otra singular pieza del patrimonio industrial. Se trata de un horno para obtener cal. Está en Santradán, junto a la punta de Travesada y fue creado en el siglo XIX. Esta construcción de piedra, que fue restaurada hace dos años, era empleada para quemar piedra caliza y obtener cal o yeso, un producto que tenía muy diversas finalidades.