Nueve espacios naturales del sur de la provincia de Pontevedra están protegidos a nivel europeo
07 abr 2024 . Actualizado a las 02:41 h.Natura 2000 es una red ecológica europea de áreas de conservación de la biodiversidad. Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los tipos de hábitat en Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad. Es el principal instrumento para la conservación de la naturaleza en la Unión Europea. Esta red consta de Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) designadas en virtud de la Directiva Aves.
En el sur de la provincia de Pontevedra hay varios espacios incluidos en esta red natural. El más famoso de todos es el que comprende las islas Cíes, que a su vez está incluido en el Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia. Aunque muchos solo vemos un paraíso paisajístico y un espacio de ocio en un medio natural, los tesoros de las Cíes son abundantes en los aspectos faunístico, floral, geológico y, especialmente, submareal. La página web del Ministerio para la Transición Ecológica recoge que el parque nacional ampara veintitrés hábitats de interés comunitario. Una verdadera maravilla que vale la pena recorrer con una mirada distinta a la del turista de sol y playa, que tampoco es una cuestión baladí.
No muy lejos de este archipiélago, en la boca de entrada a la ensenada de Baiona, se encuentran las islas Estelas, pertenecientes al Concello de Nigrán. Al contrario de lo que ocurre con las Cíes, este espacio natural debe contemplarse desde la distancia porque no solo es de difícil acceso, sino que tiene abundante tojo y carece de playas. Desde el punto de vista natural es muy rico ya que presenta catorce hábitats distintos y nueve ecosistemas homogéneos. El tojo y la lagartija campan a sus anchas por las dos islas principales y los pequeños islotes de As Serralleiras.
La ensenada de San Simón es un espacio natural protegido desde el año 2001, cuando pasó a formar parte de la Red Natura 2000 europea como lugar de importancia comunitaria y zona de especial conservación. En este espacio coinciden dieciocho tipos de hábitats naturales diferentes. Solo desde el punto de vista faunístico hay 24 especies de aves, 4 de mamíferos y un anfibio, aunque en invierno aumenta el censo con la llegada de aves estacionales. Especial interés tiene en este espacio las praderas intermareales y submareales de San Simón.
Se completan las zonas marítimas incluidas en la Red Natura con la Costa da Vela, en el litoral de Cangas. En realidad, la zona protegida comienza en la playa de Nerga, continúa por los arenales de Viñó y Barra para continuar, ya fuera de la ría, hasta Punta Couso. En ese territorio se encuentran 25 hábitats naturales distintos. Playas, acantilados, complejos dunares y bosques, con toda la fauna que conllevan, son los aspectos más destacados de esta zona, a los que hay que sumar el variado espacio marino.
La red contempla en el sur de la provincia otros cuatro espacios circunscritos al ámbito fluvial. En el límite entre Baiona y Nigrán se encuentra el estuario del río Miñor. Es una zona especialmente dedicada debido a la presión demográfica existente. Confluyen en ella las aguas dulces del río y la mar que entra con la marea alta, lo que le otorga una gran riqueza en diversos aspectos. Es un buen lugar para la observación de aves, siempre desde la distancia, ya que algunas anidan allí en determinadas épocas del año. Desde garzas reales a anátidas. La flora de la marisma está relacionada con los ambientes húmedos.
El Baixo Miño también está incluido en la Red Natura. Son cerca de ochenta kilómetros, desde Crecente a la desembocadura del río, el espacio protegido en ambas riberas. Especial importancia, por la variedad que supone, tienen los hábitats del estuario con una extensa zona de junqueras y praderas húmedas, islas y bancos de arena. Es un espacio este de especial protección de aves y, por lo tanto, privilegiado para su observación.
Desde Covelo hasta Salvaterra de Miño descienden las aguas del río Tea. En a penas ochenta kilómetros se suceden doce tipos de hábitats distintos, con una enorme variedad de fauna y flora, que facilitó su inclusión en Red Natura en el año 2014. También se contempla en este espacio protegido algunos afluentes procedentes de Pazos de Borbén y A Cañiza.
Se completa el ámbito fluvial de la red en el sur de la provincia con las Gándaras de Budiño. Esta franja de terreno está marca por el fluir del río Louro y la falla meridional gallega que transcurre de sur a norte a partir del Miño. Es un terreno en el que suceden zona de humedal, turberas, bosques aluviales, lagunas, bosques de ribera y carballeiras y pinares. Tiene una gran importancia su catálogo micológico. Por él transcurre el Camino Portugués.
Pionero en Galicia
El monte Aloia, en Tui, fue el primer parque natural existente en Galicia en 1978. Para los visitantes existe un centro de interpretación que ayuda a comprender los valores naturales de esta atalaya situada hacia el valle del Miño. La flora del lugar cuenta con 450 especies, de las cuales casi 30 son endemismos de la península Ibérica. Tiene la peculiaridad de que hace años fueron introducidas especies exóticas. Destacan los expertos que también son abundantes en la zona distintas especies de hongos y de líquenes. No menos importante es el censo animal, con numerosos anfibios y reptiles.
Todos estos espacios, además de su valor natural, están dotado de una gran riqueza paisajística y patrimonial. Por ejemplo, las Gándaras de Budiño sigue siendo un filón para el estudio de los estadios más antiguos de las poblaciones humanas en Galicia.