Adiós al último campo de fútbol-playa en la playa

Begoña Rodríguez Sotelino
b. r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO

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HEMEROTECA. La transformación de O Vao para que creciesen las dunas acabó con una instalación mítica

09 abr 2025 . Actualizado a las 00:34 h.

La naturaleza siempre vuelve a su sitio (a veces, si la dejan; y otras, con revuelta climática). El caso que nos ocupa es de los de la primera opción. Veinte años antes del intento de recuperación de las dunas de la playa de Samil, sepultadas durante décadas bajo el cemento, se puso en marcha un plan para la eliminación del último de los campos de fútbol donde tenían lugar los Campeonatos de Playas de Vigo —de los que se encargaba el pintoresco concejal Antonio Nieto Figueroa, Leri—, con el fin de ganar más espacio para el arenal de O Vao. El paso se dio dos años después del fallecimiento del edil creador del lema «Yo, Playas» en 1973. El inolvidable político rotulaba hasta el último cubo de basura de O Vao cuando aún era El Bao, en castellano. Su voz por la megafonía aún resuena en el cerebro de muchos vigueses.

En Samil, el plan en ejecución del que se ocupa el Ministerio para la Transición Ecológica pasa por la demolición de 250 metros de una parte del paseo que hoy ya no existe. En la playa de O Vao, entre las parroquias de Coruxo y San Miguel de Oia, el proyecto de la Dirección General de Costas con el Concello vigués era más complicado, ya que la superficie dedicada a la práctica deportiva veraniega se hallaba sobre una zona de protección arqueológica debido a la cercanía del yacimiento de Toralla y el asentamiento romano de la finca Mirambell.

En la primavera del 2005, el Concello de Vigo iniciaba los trámites para la ampliación de la playa. En aquel momento, se pensaba que uno de los mejores arenales del municipio (el segundo en longitud tras Samil) estaba condenado a morir estrangulado entre la fuerza del mar, el asfalto y aquellos campos de fútbol. «Primero, se eliminó la zona de paseo y muro que cerraba a la playa de O Vao. Después se amplió el arenal y se plantaron árboles. En pocos años, el cambio será total, ya que el paseo concluirá en la villa romana de Toralla», recordaba La Voz en una amplia información. En aquel reportaje se recogía también que, después del verano, el departamento de Arqueología de la Universidad de Vigo volvería a la finca de Toralla para concluir las actuaciones técnicas previas al inicio de las obras arquitectónicas de musealización.

El propio concejal José Manuel Figueroa, responsable de Medio Ambiente, indicaba que era previsible que se retrasara el inicio del proyecto debido a la más que probable presencia de restos arqueológicos y destacaba que el municipio había logrado la primera premisa necesaria para iniciar el proyecto: «Llegamos a un acuerdo con la organización de Campeonatos de Playas para que mantengan los campos existentes en las proximidades de Club de Campo, en donde les cambiaremos el vestuario que tienen allí, y a cambio, el campo más próximo al arenal será suprimido», señalaba el responsable municipal.

Otro de los problemas que debía resolver el Concello era disponer de terrenos para los nuevos campos. Curiosamente, una parte de ellos pertenecían a la familia del fallecido Antonio Nieto Figueroa, iniciador e impulsor de los campeonatos de fútbol-playa, hasta el extremo de que los convirtió en su plataforma política durante gran parte de su dilatada trayectoria pública. El concejal fue miembro de la corporación como independiente y después como integrante de la lista del PSOE, aunque siempre tenía como respaldo a los cientos de personas integradas en estos campeonatos playeros.

Casi ocho meses después del anuncio del plan se empezaron a ver los primeros avances. En enero del 2005 el gobierno municipal reconocía que estaba trasladando arena procedente de las obras del centro comercial de A Laxe al antiguo campo de fútbol en primera línea de playa. Se cumplía así el acuerdo alcanzado hacía unos meses con los dirigentes de la organización creada hace años por Leri: «Los miembros del Campeonato de Playas accedieron a abandonar el principal campo de fútbol con el que contaban, a cambio de sustanciales mejoras en las instalaciones que siguen disfrutando en Coruxo», recogía la información.

La arena correspondía a la última fase de excavación de la parcela donde Zona Franca levantaría el complejo comercial correspondiente al proyecto Abrir Vigo al Mar. Se acumulaba en grandes cantidades sobre el desaparecido campo de fútbol hasta que se procediera a extenderla por la zona y según la información publicada por La Voz, «es en todo caso de una calidad muy superior a la que se almacena desde el pasado mes de julio y de manera temporal en A Xunqueira del Lagares. El traslado será llevado a cabo por la Dirección General de Costas, organismo que validó el almacenamiento temporal en una zona de alto riesgo ecológico, según asociaciones ecologistas y vecinales». El Seprona llegó a abrir una investigación sobre la conveniencia de dicho vertedero y una denuncia de Adega llegó a la Fiscalía.

El proyecto de Costas para O Vao fue ya objeto de polémica en los primeros años de la década de los 90. Como se podía leer en La Voz: «La eliminación de los campos de fútbol-playa fue uno de los obstáculos que encontró, pero no el único ni el mayor. El principal fue su propuesta de eliminar la carretera del litoral que comunica Samil con Canido a costa de dividir la zona verde y aislar la ermita y el parque de la playa. A la vista de las dificultades, se fue ejecutando con fases obviando ambas cuestiones. Por este motivo la carretera sigue en su sitio».