
Tras superar dos graves lesiones, la pívot viguesa vive un verano fantástico ganando la plata del Europeo con España y fichando por el Valencia
11 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.María Pérez Araújo (Vigo, 1997) no para este verano. Ganó la plata en el Europeo con la selección española de baloncesto, firmó por el Valencia Básquet, participó en los actos de puesta de largo del proyecto Celta360, atendió a su campus en Soutomaior y el jueves se marcha a Valencia para comenzar la pretemporada y la cuenta atrás para el regreso a la Liga Femenina después de dos cursos en Turquía. Lo único negativo es que la próxima campaña no podrá enfrentarse al Celta, el equipo que la vio crecer y al que nunca se midió desde que comenzó su periplo por Ferrol, Cracovia, Girona y Mersin.
—¿Qué tal su campus, qué le aportan los niños y niñas?
—Es divertido cuando estás toda la semana con ellos y creo que ellos también aprovechan, aprenden y disfrutan, que es el objetivo.
—Un verano cargado de buenas noticias: plata en el Europeo y vuelta a la liga española para jugar en el Valencia.
—Estoy muy contenta con lo que está pasando este verano. Tengo muchas ganas de lo que se viene ahora con el Valencia y lo que he vivido este verano con la selección española, que creo que ha sido algo especial.
—¿Cómo definiría a su nuevo equipo?
—El Valencia es un gran proyecto y es el volver a casa, a España y a un gran club. Esperemos que sea para bien y para seguir creciendo a nivel deportivo y personal.
—¿Cómo surgió la opción de volver a la liga?
—A mí la liga española me gusta, estar cerca de casa todavía me gusta más y con el Valencia siempre he tenido una relación muy buena, porque cuando me recuperé de la rodilla, lo hice allí y el club me ayudó con el tema de pistas y de gimnasio. Siempre hemos tenido una relación muy cercana y ahora, como quería volver a España fue hablar con ellos y todo fue muy fácil.
—¿Qué tal fue la experiencia de Turquía?
—Siempre digo que fue el equipo que apostó por mí cuando salía de lesión y me vengo con dos Final Four en el bolsillo, con mucha experiencia después de haber competido junto a jugadoras muy buenas y también fue un reto tanto a nivel personal como deportivo que, te hace crecer en muchos aspectos. En general, ha sido una gran experiencia.
—Supongo que esas dos lesiones tan graves y casi seguidas le han curtido mucho.
—De todo se aprende y en los momentos malos creo que normalmente aprendemos más, porque tenemos que sacar la parte de resiliencia que en los momentos buenos no es necesaria. Aprendes a escucharte, a conectarte contigo misma, algo que creo que las jugadoras no hacemos hasta que nos lesionamos o nos vamos haciendo mayores. También aprovechar el tiempo estar con tu familia y amigos, que eso no lo tienes durante una temporada cuando estás jugando.
—Estuvo ya en dos ligas diferentes a la española, ¿qué tiene esta liga que no tienen las demás?
—Nosotras somos muy competitivas y tenemos una liga con mucho talento, con muchos equipos. Es una liga mucho más larga y siempre está bien competir aquí. Quizás también es una liga con menos americanas y eso también es bueno para que el talento europeo y español reluzcan. Es una liga competitiva, con muchas cosas atractivas como la Copa de la Reina y la Supercopa. Es una liga divertida de jugar en la que ves caras conocidas en cada partido y vas a ciudades en las que conoces gente también lo hace especial.
—La faena es que no puede venir a Vigo.
—La verdad es que sí. Lo hablaba con Cris (Cantero) este verano, que otra vez vuelvo a la liga española y coincide así, pero les he dicho que como he firmado dos años en el Valencia, al siguiente las espero.
—¿Desde que se marchó nunca jugó contra el Celta?
—Nunca, tengo esa espina.
—¿Qué sensaciones le dejó el Europeo de baloncesto después de todo lo vivido?
—Te queda la espinita de la final, pero creo que ha sido un supercampeonato por parte del equipo. Nos llevamos una medalla de plata cuando creo que poca gente contaba con ella por el cambio generacional y por las dudas por el tema de lesiones, pero España siempre saca esa garra que la identifica y ha sido especial y muy bonito.
—¿A qué achaca que, pese a todos los imponderables, el equipo fuese capaz de subir al podio?
—Yo creo que el talento estaba ahí. Había caras nuevas y mucha gente joven, pero también con mucho talento y entonces solo había que ponerlo junto y volver a formar un equipo, que era lo más difícil y que, en realidad, se hizo muy fácil, porque dentro y fuera de la pista nos llevamos muy bien. La armonía se fue creando y luego se trasladó a la pista. Había que crear un equipo y nosotras no teníamos muchas dudas de que íbamos a ser capaces de hacerlo, aunque no sabíamos cómo iba a ser el final, si con medalla o sin ella. Se hizo todo lo posible y yo creo que con la medalla de plata debemos estar muy contentas.
—¿Se considera una veterana de la selección?
—Eso dice ser la pívot más mayor. No puedo decir que no.
—¿Y qué les dice a las recién llegadas?
—Siempre digo que aprovechen el poder estar en la selección tan jóvenes, porque llegan en un momento en el que hay un cambio generacional que pueden usar. Nosotras, por las generaciones anteriores, tuvimos que estar mucho más tiempo en la retaguardia para que llegase nuestro momento. Que sean muy conscientes de que son afortunadas, que llegar hasta aquí es muy difícil, que sigan trabajando y poco más, porque cada uno hace su camino con su trabajo y esfuerzo.