La gran presa de Vigo se queda obsoleta

Pedro Rodríguez
pedro rodríguez VIGO / LA VOZ

VIGO

Xoán Carlos Gil

El embalse de Eiras, inaugurado hace 48 años, se muestra insuficiente para garantizar el suministro. Tras la sequía del 2017, la nueva potabilizadora es la única gran obra que se ha puesto en marcha

14 oct 2025 . Actualizado a las 12:38 h.

Vigo y su área no olvidan aquel fatídico octubre del 2017. La sequía, calor y el viento de los restos del ciclón tropical Ophelia reforzaron una ola de incendios que cercó a la ciudad y se llevó la vida de tres personas. Aquel mes, a día 9, Eiras estaba al 54 % de su capacidad y Zamáns, al 48 %. El 6 de octubre de este año estaban al 53 % y al 54 %, respectivamente. La sequía del 2017 se prolongó hasta el mes de noviembre y provocó un debate, que ya estaba abierto, sobre si el abastecimiento es suficiente. Hoy, ocho años después, la única mejora importante en la red de la ciudad ha sido la puesta en marcha de la nueva potabilizadora municipal, que ha propiciado el aprovechamiento del agua.

Con un nuevo episodio de sequía encima, la gran presa de Eiras vuelve a mostrarse insuficiente para garantizar el suministro a medio millón de peronas. El embalse de Fornelos supuso un antes y un después para Vigo, pero de eso hace ya 48 años y medio. Hasta su inauguración en 1977 era muy habitual que, en verano, los hogares de la ciudad sufrieran cortes en el suministro. Cuando se construyó llovía más. Entre 1981 y 2019, las precipitaciones se redujeron en Vigo cerca de un 13 %, según un informe presentado por el Observatorio de Sostenibilidad basado en los registros de la Agencia Estatal de Meteorología. Esto provoca que la red de abastecimiento pensada para Vigo en el siglo pasado se quede ahora corta en períodos de sequía.

El embalse de Eiras se estrenó en el 1977 con una ceremonia en la que participó Calvo Sotelo
El embalse de Eiras se estrenó en el 1977 con una ceremonia en la que participó Calvo Sotelo

En el 2022, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil divulgó las conclusiones de un estudio encargado a una empresa externa sobre las alternativas para mejorar el abastecimiento de agua a Vigo y zona sur de Pontevedra. Aquel análisis, que incluía varias alternativas comos presas en los ríos Oitavén y Verdugo, la construcción de una desaladora en la ría de Vigo o el bombeo de aguas desde el río Miño a la presa de Eiras o la de Zamáns, concluyó «la mejor opción sería la ejecución de un conjunto de varias actuaciones complementarias: una captación de agua en la confluencia de los ríos Oitavén y Verdugo, una pequeña presa aguas arriba del embalse de Eiras, en el cauce del Oitavén, una impulsión de agua desde el Miño al embalse de Zamáns y una conducción por gravedad para conectar las redes de Nigrán y Gondomar». Ninguna de estas intervenciones se ha realizado.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, lleva todo lo que va de mes insistiendo y culpando a la Xunta de Galicia de no haber mejorado la red de abastecimiento. Considera que el Gobierno gallego no se ha comprometido con el nuevo embalse en el curso alto del Oitavén. «Esa presa no perjudica a nadie, es una zona deshabitada con una zona de una enorme pluviosidad y, por lo tanto, sería una presa que sería un apoyo a Eiras en momentos de sequía», ha señalado el regidor vigués. También ha exigido a la Xunta que reduzca el caudal ecológico de Eiras. La Conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, le respondió que cuando Augas de Galicia decreta la prealerta, como en Vigo, «tiene que garantizar, por un lado, el consumo humano, que es principal y primordial, pero también tiene que garantizar que haya agua para que no tenga problemas la fauna acuática». Además, Vázquez también recordó que el abastecimiento de Vigo llegaría «aunque no lloviese» hasta enero.

Hay tres obras encima de la mesa: una captación en el río Verdugo para trasvasar a Eiras, una nueva presa y un trasvase del Miño a Zamáns. En conjunto requieren una inversión de aproximada de 67 millones. El Gobierno gallego considera que temas de esa envergadura deben ser declarados de interés general y tramitados por el Gobierno central. En todo caso, Augas de Galicia considera que, con la demanda actual, a corto plazo Eiras y Zamáns garantizan el abastecimiento de toda su área metropolitana.

El embalse de Zamáns, que da de beber a O Val Miñor y a parte de Vigo, está al 54 %
El embalse de Zamáns, que da de beber a O Val Miñor y a parte de Vigo, está al 54 % XOÁN CARLOS GIL

El único municipio de Galicia en situación de alerta es Baiona. El embalse de Baíña se encuentra al 28 % de su capacidad. Esto ha obligado al Concello a pedir agua a Vigo como medida preventiva. Todavía no están conectados y esperan a que las lluvias de otoño soluciones la situación. De no mejorar, los vecinos de Baiona utilizarán agua del embalse de Zamáns.