
Bodegas Costas elabora Raigames, un albariño 100 % de Moaña premiado en certámenes internacionales
26 jun 2025 . Actualizado a las 10:19 h.Cuenta el moañés Juan Pena Costas que el nombre del vino que elabora su bodega, con el que triunfa allá donde va, tiene mucha intención. Raigames era como se llamaba la agrupación musical del vigués Enrique Otero, su profesor de conservatorio siendo un niño, quien le metió en las venas la pasión por la gaita y al que agradece su empeño hasta conseguir que el Ministerio de Educación respaldase el estudio oficial de este instrumento. «Y, además, significa raíces. ¿Hay algún mejor motivo para llamarle a un vino Raigames?», se pregunta orgulloso de su elección.
Juan Pena conforma la tercera generación de Bodegas Costas, una empresa familiar que supo distinguir el potencial de la Indicación Xeográfica Protexida Ribeiras do Morrazo y ahora la pone en valor mediante su participación en certámenes de categoría del territorio nacional y por Europa. Este sello lo impregnan en Raigames, un vino que el empresario elabora de la mano de su enólogo Jorge Hervello y de Verónica Moledo, que ejerce de bodeguera jefa.
«Es un monovarietal albariño», describe. Toda la uva que emplean en su elaboración se cultiva en el barrio de Trigás, donde se encuentra un valle que mide cerca de una hectárea y media que atesora el viñedo de los ingenieros agrónomos Isaac Rodríguez e Inma Arena. Bodegas Costas ha llegado a un acuerdo con ellos para explotar su plantación y obtener la codiciada materia prima de Raigames.
Este rincón de la parroquia de San Martiño «tiene un microclima», asevera Juan Pena. Las vides que trabajan se encuentran en un valle al que «le da el sol desde que nace hasta que se pone, justo lo que se necesita para sacar un vino de calidad», asegura. El que su equipo elabora es de trece grados y da por hecho que en su producción tiene mucho que ver la influencia del océano Atlántico. Las propuestas de O Morrazo, cuya indicación protegida se oficializó en el 2017 desde Vilaboa hasta Poio, «son muy aromáticas, con mucha estructura y golosos», precisa.
Raigames es una propuesta con sello personal que a la empresa moañesa les ha abierto las puertas de importantes concursos del sector. Aunque se trataba de la primera cosecha, el equipo presentó un proyecto maduro en febrero en el Concurso Nacional de Vinos Vinespaña 2025 que les hizo merecedores de un Gran Oro en Zaragoza. Quince más tarde, les entregaron una medalla de plata en el Bacchus, de alcance internacional. «Y hace tres semanas recibimos otra plata en el International Wine Challenge», explica todavía saboreando la distinción en Londres.
Estos éxitos los cosecharon con una producción de apenas 7.333 botellas que volaron en cuanto trascendió su victoria. Juan Pena y su equipo se han establecido como objetivo alcanzar las 15.000 unidades, «pero este es el tope que nos hemos marcado» para garantizar «una edición exclusiva». También se muestran decididos con los precios porque aunque compiten en calidad con otras propuestas más costosas, los de Moaña quieren garantizar que el suyo es un vino al alcance de todos los bolsillos y por eso lo comercializan a siete euros la botella más impuestos.
Al margen de esta delicia de las Rías Baixas, Bodegas Costas tiene capacidad de producir 300.000 litros, de los que 150.000 se corresponden con «vino embotellado en bodegas subterráneas». Además de innovar con una destilería propia, también compran uva en terrenos del resto de Galicia y del territorio nacional para dinamizar el negocio. Desde O Morrazo, exportan una parte importante de esta producción a China.
El equipo al frente de esta productora de vinos de la parroquia de San Martiño tiene claro el momento dulce que atraviesa la Indicación Xeográfica Protexida de Ribeiras do Morrazo y defiende su capacidad de crecimiento durante los próximos años. «Hasta hace nada apenas éramos cuatro» y hoy en día Moaña, Marín, Cangas, Vilaboa y Redondela ya tienen sus propuestas.
Un poco de historia
Una empresa familiar que va por la tercera generación. Juan Pena Costas lleva casi veinte años al frente del proyecto familiar que fundó su abuelo, José Costas Casás, a finales de la década de los setenta del pasado siglo. Fue un visionario que puso en marcha una de las primeras industrias vinícolas de la comarca de O Morrazo. Su hija, Josefa Costas, a quien recuerdan como el alma mater de esta bodega, también destacó por su capacidad para atisbar oportunidades apostando por la tecnología.