
El funcionario de la Xunta, vecino de Vigo, iniciará su aventura en Noruega
02 may 2025 . Actualizado a las 14:59 h.En vez de ir a ver obras, se pondrá a dar pedales. Un vecino de San Miguel de Oia se ha planteado un gran reto para estrenar su jubilación. Cuando el 31 de mayo se despida de sus compañeros de la Axencia Galega de Turismo, en Santiago, emprenderá una aventura apasionante. Piensa recorrer en bicicleta los más de 5.600 kilómetros que separan Noruega de Fisterra.
Lo hará solo, sin coche de apoyo y con una equipación mínima: seis kilos repartidos en dos alforjas. «Non levo tenda de campaña nin nada, sempre me aloxarei en espazos que vaia atopando polo camiño», explica Humberto Rodríguez Beiro. Dormirá en hoteles, albergues, bungalows… donde lo lleve el día. Piensa recorrer entre 90 y 130 kilómetros diarios, intercalando jornadas de descanso. Para ello, lleva un año y medio entrenándose a fondo por las rutas del entorno de Vigo.
Humberto ha elegido la Eurovelo 3, una de las grandes rutas cicloturistas de Europa. Parte de Trondheim, en el centro de Noruega, y atraviesa Suecia, Dinamarca, Alemania, Bélgica, Francia y España hasta llegar a Galicia. «Propuxenme facer unha destas rutas. Ao final elexín esta, e conto con poder levala a cabo nuns cincuenta días», afirma.
Rodríguez Beiro no se ha impuesto un calendario estricto. Si llega antes, bien; si tarda más, también. La idea es disfrutar, aprender, y demostrar —sobre todo a sí mismo— que está preparado para afrontar este nuevo capítulo de su vida. «Todos os resultados médicos aos que me sometín son positivos. Levo preparando este reto dun xeito serio como ano e medio».
No busca récords ni tampoco hay detrás hay una causa solidaria que lo justifique. Es un viaje íntimo, un reto personal. «O que pretendía era festexar dalgún xeito o meu paso a ser xubilado. Entón dixen: 'Como vou facer'? Pois en vez de ir ver obras, póñome a dar pedais».
Durante más de veinte años trabajó en la administración pública, siempre vinculado al turismo y la educación y andar en bici es una de sus pasiones, además de la música, ya que en su tiempo libre toca la gaita y hace tres años empezó a estudiar clarinete.
«Vexo a xubilación dun xeito superpositivo. Son unha persoa con bastantes inquedanzas, musicais, deportivas… e penso que é un momento distinto da miña vida que quero disfrutar plenamente», asegura.
La dureza del recorrido no le asusta. Lo que más teme es la soledad. «Se que unha das partes máis difíciles pode ser o levar a soidade». Pero confía en la gente que vaya encontrándose a lo largo del camino y en su capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones. Además, recuerda, las rutas Eurovelo están bien trazadas y en España coinciden con el Camiño Francés, que cuenta con una red de albergues y pueblos cada pocos kilómetros en los que poder descansar y repostar. No obstante, él se desviará unos kilómetros del camino porque quiere hacer una parada en el monasterio de San Millán de la Cogolla
No pide nada. Solo deja caer que aún tiene espacio libre en las alforjas para quien quiera colaborar con publicidad. Pero lo importante ya lo lleva encima: las ganas, la preparación y la certeza de que está pedaleando hacia algo más que un destino. A diferencia el camino que siguen los peregrinos, la Eurovelo 3 va busando los trazados más aptos para la bicicleta, evitando los tramos menos ciclabes.
El recorrido
Humberto ha confeccionado un esquema de cómo va a afrontar esta aventura. De la localidad de Trondheim se dirigirá a Oslo por el interior, siguiendo a la inversa el camino de San Olaf, el rei que cristianizó Noruega.
Este primer tramo es el que está menos señalizado. De allí pasará a Suecia y, desde allí, tomará un ferri para dar el salto a Dinamarca. En este último país tomará una ruta milenaria, conocida como la de los bueyes, que se lleva utilizando desde la Edad de Bronce. A partir de Alemania, la ruta sigue caminos de peregrinación europeos a Santiago, solapándolos en el valle del Rin con la Eurovelo 15 y la 4. La ruta continuará por Bélgica, siguiendo el cauce del río Mosa y atravesará Francia pasando por París. Tras recorrer la ruta del Loira, seguirá por la Via Turonensis, para finalmente conectar con el Camino Francés en Roncesvalles.
En resumen, serán unos 50 días de viaje cicloturista para cubrir todas las etapas que se ha marcado, con un desnivel positivo de 33.982 metros, con el que Humberto espera poder cumplir un reto en el inicio de su jubilación como funcionario de la Xunta, con la idea de emprender otros proyectos en el futuro.