Arealonga: hedor a basura y maceteros secos en la milla de oro de los restaurantes

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera REDONDELA / LA VOZ

REDONDELA

LUIS CARLOS LLERA

Los hosteleros critican que no se limpian los contenedores, no se riegan las plantas y se atropellan los pivotes que salvaguardan a los peatones de los coches

01 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El hedor es insoportable. Los chorretones de suciedad se notan sobre la superficie plástica exterior de los contenedores grises de basura situados en la playa de Arealonga. Abrirlos para arrojar dentro las bolsas con los desperdicios requiere una mascarilla para proteger las vías respiratorias. Las moscas revolotean alrededor de la personas que depositan en los recipientes los restos de pescado en un lugar donde su consumo es obligado y está lleno de bares y restaurantes.

Los contenedores están situados junto al parque infantil que usan los niños del campamento del Círculo Recreativo de Chapela. Los 50 rapaces se abstraen en los juegos y no están pendientes de los malos olores que potencian las fermentaciones por altas temperaturas. Sus monitores señalan que «la playa está un poco abandonada».

La Asociación de Empresarios y Hosteleros de Redondela asegura que «los contenedores no se vacían para limpiarlos a fondo desde hace un año».

El calor provoca que los malos olores sean insoportables. Los hostelero desaconsejan aparcar junto a ellos. Pero los aparcamientos en esta playa escasean y las plazas están muy demandadas y si hay que dejar el coche junto a la pestilencia porque no hay más remedio, se deja.

La dejadez se nota y la Asociación de Empresarios se ha puesto en contacto con el concejal Pedro Villaverde para que adecente la zona. Este ha prometido ponerse manos a la obra.

Como el día no es demasiado bueno, hay pocos bañistas y no se producen tantos atascos para aparcar en las escasas plazas de la playa. Aun así resulta difícil encontrar un hueco. También para los camiones de reparto de mercancías. En el paseo marítimo hay cinco restaurantes de gran éxito. Ofrecen pescados y mariscos de extraordinaria calidad. El camión frigorífico de una de las empresas de mariscos se ve obligado a estacionar de mala manera en una esquina de la playa. Otro vehículo que trabaja con maquinaria opta por estacionar en una plaza para minusválidos, ya que el chófer tiene que hacer una gestión con uno de los restaurantes y no hay otro lugar disponible donde aparcar.

Pivotes rotos

El éxito de la restauración y de la playa de Arealonga este verano hace que desde primera hora de la mañana haya vecinos y turistas en las terrazas. El tránsito de peatones se tiene que hacer por una estrecha franja que está separada del muro de la playa por unos pivotes verdes. Pero hay una docena que han sido rotos o arrancados y existe riesgo de que algún vehículo invada la zona de tránsito porque el paso es muy estrecho. «Pasan los coches los golpean y se quedan tirados por ahí», relata uno de los socorristas mientras ve pasar a transeúntes en fila india.

En el paseo, los maceteros ornamentales de gran porte que suprimen dos plazas de estacionamiento, están resecos. Junto a ellos se acumulan las botellas de refrescos y cervezas abandonadas en la acera o en cajas desordenadas. Los hosteleros se quejan de que no pasan a recoger los contenedores de reciclaje de vidrio. La acumulación de envases vacíos es muy grande en una época alta de turismo en la que muchas personas acuden a los restaurantes de la playa para ver el magnífico paisaje de la ría y las puestas de sol en el horizonte.

Otro problema lo constituyen las malas hierbas que florecen en las aceras de almacenes y tinglados en ruinas y semiabandonados. Se usan como depósitos de mercancía y en uno de ellos hay incluso un camión. Pero los responsable de la limpieza de playas no se encargan de la vegetación de las aceras, según aseguran los hosteleros. Desde la entidad que los representan le ha pedido a Villaverde que sea el servicio de playas el que se haga cargo se regar los maceteros y de arrancar las malas hierbas que proliferan. «Nos ha dicho el concejal que se va a acercar por aquí y va a dar instrucciones», señalan los hosteleros con esperanza de que el entorno mejore.

En la playa, que este año no está contaminada con aguas fecales como ha ocurrido en otros veranos, han colocado una gran cartel en el que advierten que está prohibido mariscar después de que este verano hay aumentado el número de furtivos. Un vecinos de la zona explica que «de toda la vida la gente ha bajado a coger croques para llevarlos a casa y cocerlos». Pero ahora lo hacen los turistas.