Vigo gana su gran batalla para la historia

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ÓSCAR VÁZQUEZ / IAGO GARCÍA

Miles de personas abarrotan el corazón de la ciudad para vivir con intensidad su fiesta que viaja a 1809

01 abr 2019 . Actualizado a las 12:56 h.

Eran pocos pero valientes. Como una novela de vaqueros de Marcial Lafuente podría empezar la crónica de los sucesos acontecidos el 28 de marzo de 1809 que esta tarde recrearon para solaz del público, más de doscientos actores aficionados dando vida a la contienda entre vigueses y franceses cuyo final se puede contar al principio sin hacer spoiler alguno porque es sabido que fueron los locales los que ganaron aquella batalla que se recuerda, además, porque fue la primera plaza que las tropas de Napoleón perdieron en España, siendo la primera localidad liberada en toda Europa.

Al final no eran tan pocos los valientes. Cada año son más los vecinos de la asociación del Casco Vello los que se suman al elenco. Entre ellos se reparten bayonetas o sachos, según el bando que les toque. Aunque las previsiones meteorológicas avanzaban tormentas y flotaba un ambiente cargado, ambos bandos estaban tranquilos porque peor de la que cayó el año pasado no iba a ser. Unas gotas no arredran a unos paisanos que pueden hacer tambalear a un imperio.

Y tampoco eran pocos los espectadores. La Porta do Sol estaba abarrotada para el espectáculo teatral. Tan llena como poco recomendable para personas con agorafobia ya que no había cordón de seguridad en el espacio central, donde se sitúa el escenario y donde también se coloca una pantalla gigante por la que se retransmite en streaming toda la acción. La gente que acudió a verlo en directo, curiosamente, prefirió la pantalla. La mayoría daba la espalda al escenario para verla.

El alcalde de Vigo en el 2019, Abel Caballero, dio paso al alcalde de Vigo en 1809, Francisco Javier Vázquez Varela, a la manera a la que ya tiene acostumbrado a su público, y aunque comenzó su alocución poniéndole a la historia una década más, luego, a la tercera, rectificó: «¡Vigueses, 220 anos atrás este grupo de valentes defendeu esta vila en contra do invasor: Cachamuiña, Vázquez Varela, Carolo e os milicianos levantaron as súas armas loitando pola liberdade perdida. O exército de Napoleón, que viña de conquistar todas as Rusias, Centroeuropa, toda España e viña camiño de Portugal, non supo ver que atoparía no seu camino con as xentes de Vigo, con todos vos, e que a liberdade non se implora, se conquista e se gaña».

El regidor del siglo XXI vestido a la moda del siglo XIX, dio paso al que hace el papel del alcalde de entonces y comenzó la representación que acaba, como se sabe, bien para los locales, mal para los gabachos. Caballero no se bajó del escenario hasta que recordó a los vigueses de hoy, «valientes e valientas», que: «¡Temos que reconquistar Vigo cada día!».

Igual que ocurrió en 1809, fueron los vecinos del mismo barrio que hace 210 años paró los pies al ejército galo, los que dieron el primer paso para recordar ese evento histórico sin contar con más apoyos que el de su propio coraje. No les iba la vida en ello, como entonces, pero ahora esa fiesta es al que da vida al Casco Vello de una manera nunca antes vista.

Ayer, como el sábado, desde primera horas de la mañana había ambiente lúdico en las calles del Casco Vello. Miles de personas disfrutaron a lo largo de la jornada de las actividades preparadas que tienen como eje central la representación, la recreación histórica que este año recuperó a algunos de sus mejores galanes: José García, en el papel del capitán Cachamuíña; Gonzalo González, como el teniente Almeida y Antón Bouzas interpretando al comandante Xacobo Antonio Chalot con acento francés y maneras de grand comédien aunque en el elenco destaca sobre todos ellos por su estilo interpretativo fue la que da vida a Aurora y Rosi Laranxeira en su estreno como Juana del Estanco. El público lo vivió todo con pasión interactiva. Aplaudiendo y abucheando según tocaba, arengando a los personajes a pasar a la acción cuanto antes.

Los puestos de comida sirvieron de avituallamiento a unos y otros para coger fuerzas horas antes de una contienda que espolea el sentimiento de orgullo vigués como pocos.

La Porta do Sol fue el epicentro del inicio de la batalla que va llevando al público Casco Vello abajo, hacia el mar, como los vigueses que empujaron a los soldados galos hasta A Laxe, hasta su expulsión por mar. En esta ocasión, los espectadores lo tuvieron más fácil con pantalla gigante. La Asociación Vecinal Casco Vello está a un paso de conseguir que la Festa da Reconquista sea declarada de interés turístico nacional. Con el papeleo en marcha, todo indica que se logrará para la edición del 2021.