Un arquitecto nacido con el modernismo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

José Franco Montes tiene importantes obras en Vigo y algunas localidades de su entorno

25 mar 2023 . Actualizado a las 23:00 h.

Su nombre no es tan popular como otros arquitectos de su época, pero algunas de las obras realizadas por José Franco Montes (1879-1939) son muy conocidos, especialmente por los vigueses. Solo hay que recordar que este arquitecto levantó edificios tan conocidos como el colegio de los jesuitas, Escuelas Nieto o el chalé El Pilar.

Al igual que los hermanos Gómez Román, el padre de Franco Montes fue contratista. Tras realizar sus estudios de bachillerato en los jesuitas de Camposancos, en A Guarda, ingresó en la Escuela de Arquitectura de Madrid para concluir sus estudios en 1903. El historiador del arte José Ramón Iglesias Veiga, fallecido hace unos años, afrontó el estudio de la obra de José Franco Montes, de quien dejó señalado que se había impregnado de las novedades arquitectónicas de principios del siglo XX, especialmente el modernismo durante el viaje que realizó por varias capitales europeas tras acabar sus estudios en Madrid.

Este arquitecto vigués compaginó su carrera profesional con otros trabajos, como profesor en la Escuela de Artes Industriales, encargado municipal de las obras del periferia de la ciudad o arquitecto de la diócesis de Tui.

Decía Iglesias Veiga en sus estudios que José Franco Montes defendió su profesión desde la Asociación de Arquitectos de Galicia, de la que fue vicepresidente, especialmente denunciando públicamente las irregularidades que cometía el Concello de Vigo al mantener como director técnico de las obras municipales a Jenaro de la Fuente Domínguez, maestro de obras que carecía de capacidad legal para ocupar ese cargo. Añadía el estudioso del arte José Ramón Iglesias que esa actitud provocó que fuese separado de su puesto de arquitecto de la periferia y de profesor de la citada Escuela de Artes Industriales.

Y aún tuvo tiempo para participar en la creación de la Cámara de la Propiedad Urbana de Vigo y ejercer la política desde el Partido Liberal, siendo concejal en la corporación viguesa y diputado provincial.

El libro Arquitectura urbana, vol. II, Arquitectura Modernista. 1900-1920, de Jaime Garrido Rodríguez y José Ramón Iglesias Veiga, recoge los primeros pasos de Franco Montes en un estilo modernista aún influido por el eclecticismo. Ahí colocan el edificio de Prado Angones (1908), en el Paseo de Alfonso XII, actualmente, apuntalado para una rehabilitación, y la casa de Pérez Boullosa (1910), de la plaza de Compostela, 24. En esa época también realiza obras de esas mismas características en la ciudad de Santiago de Compostela.

También en Cangas, el arquitecto vigués dejó un espléndido edificio, conocido como el Chalé de Meneiro. Fue atribuida su autoría por la investigadora María Teresa Fernández a través de paralelismos estilísticos, porque no se conserva documentación alguna que avalé su autoría.

Esas similitudes pueden localizarse, según los expertos, en el Chalé El Pilar, situado en la calle de López Mora, en la actualidad sede de la Casa da Xuventude. Dice de él, Iglesias Veiga que es un ejemplo significativo que incorporaba referencias de los modelos pintorescos centroeuropeos. El estudioso de la arquitectura viguesa encuentra ese tipo de referencias también en la iglesia de Santa Cristina de la Ramallosa (Baiona), que Franco Montes proyectaba hacia 1917. De esta misma época es el edificio de las Escuelas Nieto, mandado construir por el filántropo Ramón Nieto, nacido en Lavadores y emigrado en Chile donde reunió una gran fortuna. Hoy en día, esta construcción ha experimentado variaciones, aunque no tantas como el edificio de la calle de García Barbón, 42. Ha perdido toda su esencia con un añadido superior que en nada armoniza con la parte original.

Tras la pérdida de vigencia de los repertorios modernistas, aparece en la obra de Franco Montes una segunda etapa más convencional, marcada por la adopción de un renovado eclecticismo, como muestra el edificio de los hermanos Suárez (1920) del ángulo de las calles Montero Ríos y García Olloqui, en el que aún pervive un cierto ánimo modernista. Un carácter más sobrio y clasicista está presente en obras posteriores, como el edificio de Ángel Senra (1922) con fachadas a las calles Policarpo Sanz, 6 y Príncipe, 3, el inmueble de la calle Pracer Alto, 41 (1925) o el colegio Apóstol de los jesuitas (1926), según señalan las publicaciones de José Ramón Iglesias Veiga. Dentro de esta nueva línea se sitúa también la casa consistorial de A Estrada (Pontevedra).

Una calle en Lavadores

En Vigo dejó también una serie de edificios de vivienda colectiva en los que restringe la ornamentación, manteniendo el cuidado tratamiento en granito de las fachadas, como muestra el inmueble de la esquina de las calles Cervantes, Churruca y Rogelio Abalde o el edificio correspondiente al número 27 de la calle Alfonso XIII. La residencia de las Siervas de Jesús (1921) de las calles Urzaiz y Cuba es una de las escasas alusiones al historicismo neomedieval, si bien su propuesta de iglesia fue modificada por su compañero Emilio Salgado Urtiaga, adoptando un neobarroco regionalista.

En el ámbito fabril, José Franco Montes realizó la ampliación de la fábrica de conservas Alonso, actualmente desaparecida, que había construido en 1903 Jenaro de la Fuente Domínguez en la calle de Serafín Avendaño. La memoria de José Franco Montes no solo ha quedado unida a estas referencias arquitectónicas. Una calle próxima a la avenida de Ramón Nieto lleva su nombre.